“Yo, yo soy el que borro tus transgresiones por amor a mí mismo, y no recordaré tus pecados”

Hay cristianos que no se sienten perdonados, eso, a pesar que la Biblia les dice claramente que Dios ya perdonó todos sus pecados, la Biblia nos dice en Isaías: “Yo, yo soy el que borro tus transgresiones por amor a mí mismo, y no recordaré tus pecados”. Con un verso tan contundente no tendría por qué haber ninguna confusión. ¿Por qué entonces hay cristianos que no se sienten perdonados? Primero, tenemos que saber contra quien pecamos, no pecamos contra nosotros mismos, puede que nos dañemos psicológica y físicamente, pero pecamos contra Dios nada más, entonces, es a Dios a quien debemos acudir para que nos perdone, y la Biblia nos dice que Dios, tiene una naturaleza perdonadora perse, la Biblia dice: “Tú, Señor, eres bueno y perdonador; grande es tu amor por todos los que te invocan”.  Cualquier pecado que hayamos cometido, que nos hayamos arrepentido y confesado, Dios lo perdona, esa es una promesa de Él, la Biblia dice: “Te manifesté mi pecado, y no encubrí mi iniquidad. Dije: Confesaré mis transgresiones al SEÑOR; y tú perdonaste la culpa de mi pecado.”  Repito, ¿Porque entonces no nos perdonamos a nosotros mismos? Pues, porque tenemos la facultad de recordar, muchos cristianos creen que, si recuerdan un pecado, es porque Dios no los ha perdonado, si eso fuese así, entonces los que sufren de amnesia o alguna enfermedad que afecta el recordar, se irían al cielo de frente. Pero la Biblia nunca dice eso, sino, por el contrario. Y según la Biblia, el que debe olvidar, es Dios y no nosotros. Hebreos nos dice: “Y nunca más me acordaré de sus pecados y transgresiones”. Recordar es parte de la vida, lo que debemos hacer, es que ya no nos afecte ese recuerdo y eso se consigue si le creemos a Dios cuando nos dice que nos limpia de toda maldad. La Biblia dice: “Él es fiel y justo para perdonarnos los pecados y para limpiarnos de toda maldad”. Lo que tenemos que hacer es ejercitar nuestra mente de tal manera, que cada vez que recordemos un hecho doloroso, inmediatamente lo remplacemos con la idea del perdón que Dios nos otorgó, está es una herramienta psicológica que da muy buenos resultados, se remplaza una idea negativa y se le imprime una nueva idea positiva encima, es lo que Pablo quiso decir, al escribir “…Olvidando lo que queda atrás y extendiéndome a lo que está delante…” Pablo solo se preocupaba por lo que había adelante, se grabó una nueva idea, ahora tenía un nuevo propósito y eso lo animaba tanto, que ya casi no recordaba lo malo que había sido. Recuerde que el diablo es llamado el acusador, y buscará hacernos sentir culpables siempre, porque eso hace que usted no pueda servirle a Dios con libertad. La Biblia nos dice: “…porque ha sido lanzado fuera el acusador de nuestros hermanos…” ¿A quién le hará caso? Al acusador, que le dice que siempre será culpable, o a Dios que le dice que lo perdonó y olvido sus pecados. ¡¡QUE DIOS ME LOS BENDIGA!!