(Asociacion Mision Bautista de Nicaragua)
Escritura
Respondiendo Jesús, les dijo: De cierto os digo, que si tuviereis fe, y no dudareis, no sólo haréis esto de la higuera, sino que si a este monte dijereis: Quítate y échate en el mar, será hecho.
¿Alguna vez usted ha vacilado en cuanto al poder o capacidad de Dios, para dar respuesta a sus peticiones de oración? Hay momentos en donde se nos hace más fácil dudar de Dios, que mantener firme nuestra esperanza y confianza en El. La lenta repuesta (según nuestra apreciación) de Dios a nuestras peticiones, a nuestras necesidades, o la negativa de Dios a nuestro favor, según nuestro juicio, es lo que nos lleva a dudar y a perder la fe. Es necesario entender que el tiempo de Dios no es como el nuestro. El pasado, presente y futuro de Dios, muchas veces no es conforme al nuestro. Quizás nosotros pensemos y digamos: “Dios no quiso, o no contesto a mi petición” y ubicamos, según nosotros, la decisión de Dios como parte ya de nuestro pasado. No contesto, no hizo nada, para seguir en el ahora y en el presente, pidiéndole o esperando su repuesta. Pero porque no consideramos, si en el tiempo de Dios, Él se encuentra trabajando a nuestro favor, arreglando y perfeccionando detalles, de situaciones, necesidades o problemas que le presentamos. Quizás Dios está arreglando nuevas mentes, corazones, abriendo puertas, preparando y moviendo obstáculos, para que caminemos con libertad y comodidad. Estimado amigo, no desmaye, Dios sabe cuál es nuestro mejor momento, el más adecuado para respondernos y darnos lo que pedimos. Recordemos que Él sabe mejor lo que nos conviene. Los pensamientos de Dios para nosotros son siempre de bien y no de mal, son planes llenos de un buen futuro y mucha esperanza.