“Cuando pases por las aguas, yo estaré contigo; y si por los ríos, no te anegarán. Cuando pases por el fuego, no te quemarás, ni la llama arderá en ti.”

Cuando alguien te dice: “Todo estará bien” no siempre creemos que esto realmente es verdad. Muchas veces entendemos que son tan solo palabras de ánimo, de esperanza, que la gente acostumbra dar. Pero no es igual cuando estas palabras provienen de la voz de Dios.   Cuando Dios nos dice que no temamos, su mandato debe ser realmente tomado en serio, creído y esperando. Si pertenecemos al Señor, sus palabras son tomadas como fieles y maravillosas, y van a disipar, todo temor, por muy fuerte que sea.   Dios nos asegura su presencia, ante cualquier obstáculo potencial, Dios estará con nosotros. Y cuando Dios está con nosotros, ¿Quién puede estar contra nosotros?   Quizás hemos tenido y vamos a tener momentos de prueba, de miedo, de dolor, de angustia. Pero en todas esas circunstancias difíciles de la vida, Dios nos asegura que estará con nosotros, el pánico no podrá hacernos correr, si confiáramos plenamente en Dios.