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Actitudes
Soy El Único A Quien Le Interesa
Pastor - Ricardo Robinson
(Centro De Vida)
Aired on Mar 09, 2023
Mar 07, 2023
Duración:
00:14:32 Minutes
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8

Escritura

1 Reyes 18:27.

Y aconteció al mediodía, que Elías se burlaba de ellos, diciendo: Gritad en alta voz, porque dios es; quizá está meditando, o tiene algún trabajo, o va de camino; tal vez duerme, y hay que despertarle. 1 Reyes 18:27

¿Cuántos creyentes hay en el mundo hoy? Deben de haber miles de personas que han confesado que creen en la persona de Cristo Jesús, según las encuestas de campañas evangélicas y los reportes de misioneros alrededor del mundo hay buen número de personas quienes reciben a Jesús como Salvador cada año, sin embargo, yo no los he visto, al caminar por las calles del mundo hoy día, son muy pocas las personas a quienes yo consideraría llamarles mis hermanos en la fe, ¿A dónde están todos los cristianos? ¿qué se hicieron?, me imagino que existen una gran cantidad de pastores y misioneros quienes están haciendo todo lo que está a su alcance para avanzar el reino de Dios aquí en la tierra, hombres que gastan sus energías, tiempo y dinero en una lucha por ganar las almas y entrenarlas para servir a Dios, yo conozco a algunos de ellos, hombres que han dejado las comodidades de un buen empleo para predicar el evangelio, han dejado sus países , familiares y profesiones, para ir a lugares donde son odiados y  despreciados, pero lo hacen porque aman a Dios y quieren obedecerle, no importa el precio que  tengan que pagar. Cuando una persona está sirviendo a Cristo con todas sus fuerzas y vuelve a ver a sus lados y ve a otros cristianos sentados sin hacer nada, comienza uno a pasar por diferentes grados de sentires, hay peligro cuando uno pasa por estos sentimientos, porque Satanás los usará a su favor para tentar al individuo en dejar de servir a Dios, yo he pasado antes por estos grados de sentimiento.   Ha habido veces cuando yo he dicho: No importa si los demás no quieren servir a Dios, yo siempre le serviré, no lo he dicho hipócritamente, cuando lo dije, ese era mi sentir y seguía fielmente al Señor sin que nada me detuviera, el Señor me ha bendecido y me ha usado como un instrumento de acercar a muchas personas a Él, pero ha habido momentos en mi vida, en que he traído a estas personas al templo para que otros hermanos en la fe me las corran. Quizás, ni se han dado cuenta de lo que han hecho, pero en ese momento, otro sentir viene sobre mí y digo: ¿De qué sirve que yo me esté matando para acercar a las personas al Señor, cuando estos me las van a correr?, luego el diablo me siembra el pensamiento de que soy la única persona que está sirviendo al Señor y que estoy solo y que a nadie le importa lo que estoy haciendo y que lo que debiera hacer es alejarme y no hacer nada, echándole la culpa a los demás por mi inactividad. ¿Sabes de lo que estoy hablando?, ¿nunca te has sentido tú así? Yo sí, y no ha sido una sola vez. Son varias las ocasiones en que Satanás me ha atacado de esa manera, como sabes, hemos estado hablando de actitudes en esta serie de estudios, actitudes que dañan y afectan nuestro servicio a Dios, actitudes que debemos despojar de nuestras mentes para llevar a término la voluntad de Dios en nuestras vidas.   La actitud que acabo de mencionar es la actitud de: Yo soy el único a quien le importa, a nadie más le preocupa. Soy el único interesado en las cosas espirituales, las cosas de Dios. Mientras que yo lucho por construir, las demás personas vienen y destruyen lo que estoy edificando, así que lo mejor que puedo hacer es dejar de desperdiciar mis energías, me voy a apartar de los demás, voy a buscar una cueva en lo más alto de una montaña y ahí podré servir a Dios, leeré mi Biblia, oraré y cantaré alabanzas a su nombre, será precioso porque ahí nadie me va a estorbar en mi servicio a Dios, solo hay un problema con todo esto, el problema está en que Dios nos ha puesto aquí para dar fruto, nos ha puesto aquí para engrandecer su reino, nos ha puesto aquí para servir a otros en su nombre, y ¿cómo vas a cumplir su voluntad encerrado en una cueva encima de una montaña?, esto es precisamente lo que le pasó a uno de los profetas más  grandes de la historia, creo que uno de los profetas más preferidos de todos los estudiantes de  la Biblia, es el profeta Elías, creo que es así debido a que Elías en varias ocasiones se tuvo que enfrentar a solas con los enemigos de Dios y  nunca tomó pasos para atrás, siempre se les opuso en el poder de Dios confiando en Dios en librarle y hablando con la autoridad con que muchos de nosotros quisiéramos  hablar. Al pensar en Elías, yo siempre le miro sobre el monte Carmelo, frente a un altar, pidiendo fuego de los cielos para consumir el sacrificio que había preparado. Elías amaba a Dios y no le daba pena decirlo a nadie.   Los profetas de Baal ya habían tenido su oportunidad, el profeta de Dios los había retado, construirían dos altares y pondrían un buey como sacrificio sobre el altar. El Dios verdadero, consumiría el sacrificio por medio de enviar fuego del cielo; los profetas de Baal eran 450 hombres, Elías, estaba solo. Los profetas de Baal pasaron desde la mañana hasta el mediodía gritando a Baal de consumir su sacrificio, todo este tiempo, Elías estaba a un lado burlándose de ellos. 1 Reyes 18:27, dice que Elías les decía: “Gritad en alta voz, porque dios es; quizá está meditando, o tiene algún trabajo, o va camino; tal vez duerme, y hay que despertarle”. Elías sabía que Baal no era nadie, los profetas de Baal le alababan con dedicación, cortando sus cuerpos con cuchillos y dejando fluir la sangre en un intento de agradarle y hacer que contestara sus lamentos, pero Baal, no era nadie.   Finalmente le llegó el turno a Elías, pero Elías quería aclarar la cosa de una vez y para siempre, envió a que mojaran con agua el sacrificio, que hicieran una zanja alrededor y que la llenaran de agua, oró a Dios y Jehová le contestó consumiendo el sacrificio y secando la zanja de manera que no quedara ni una sola gota de agua. Luego Elías llevó a los 450 profetas al arroyo de Sisón y los degolló. ¡Qué hombre de Dios! ¿Quién le podría detener?, ¿pero sabes qué? En el siguiente capítulo de la Biblia encontramos a Elías huyendo en terror de una mujer, huye lejos a una cueva para pedirle a Dios que le quite la vida, pues piensa que él es el único que tiene interés por las cosas del Señor. ¿Qué pasó? Me imagino que lo que Elías quería era que todo el pueblo se parara firme después de la exhibición sobre el monte Carmelo, pero cuando volvió a ver que la gente seguía igual, sin hacer cambio alguno, se deprimió y dijo en sí: ¿De qué sirve que yo le esté hablando a la gente? De todos modos, siguen igual, luego cuando la reina Jezabel dijo que le iba a matar, así como él había matado a los profetas de Baal, en vez de fijarse en el poder de Dios Elías permitió que Satanás le atacara por medio de una mala actitud. Y pensó, esta reina me va a matar y a nadie le va a importar, ninguno levantará ni un dedo porque a nadie le importa que yo sea siervo de Dios, estoy solo, entonces el hombre valiente de Dios huyó y se escondió en una cueva. Jehová le habló a Elías y le hizo ver que él no era el único fiel, también le dijo que él tenía un trabajo que cumplir y que nadie le quitaría la vida, Elías regresó a su trabajo como profeta y continuó su servicio a Dios, pero por un momento una mala actitud le había vencido y le había detenido de cumplir su trabajo, ¿nunca has tenido esta actitud tú? A mí sí me ha venido y no solo una vez, pero no podemos permitir que Satanás use tal actitud para derrotarnos, no estamos solos y no somos los únicos quienes nos preocupamos por las cosas del Señor. Dios tiene un ejército de soldados en todo el mundo, quienes no doblarán rodillas a nadie, sino a Él, y no debemos olvidarnos de ello.   Vamos a orar. Padre, tenemos que ser honestos contigo y admitir que de vez en cuando, nosotros hemos tenido esta mala actitud. Te pedimos que nos perdones y que nos hagas comprender que otros hermanos, quienes al igual que nosotros están luchando por avanzar el engrandecimiento de tu reino, están ahí en el mundo al igual que nosotros. Al mismo tiempo te pedimos que pongas el deseo de servirte, aunque fuéramos los únicos quienes lo estuviéramos haciendo, porque contigo somos la mayoría, contigo no hay quien pueda vencernos, ayúdanos a entender esta valiosa lección, porque te lo pedimos en el nombre de Jesús. Amén.

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