(Centro De Vida)
Escritura
Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes. Efesios 6:12 En el amor no hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera el temor; porque el temor lleva en sí castigo. De donde el que teme, no ha sido perfeccionado en el amor.
No es fácil la tarea que tenemos como cristianos en el mundo. Mientras que la mayoría de las personas desconocen lo que está sucediendo, nosotros sabemos bien quién está detrás del escenario llevando a término sus planes malévolos, con astucia nuestro enemigo engaña a las naciones y miles y miles cooperan con él para la destrucción de la humanidad. Aún cristianos son reclutados de vez en cuando para servicios especiales. Efesios 6:12, dice: “Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes”. Este versículo, muestra la realidad que lo que le espera a todo soldado del Señor. Para hablarte de Jesucristo, no solo es asunto de abrir la boca y comenzar a decir palabras. Ojalá fuera tan fácil, tú tienes que comprender que cada vez que yo predico un mensaje radial tengo que enfrentarme a la verdad de que tendré que pelear fuertemente para hacerte comprender la verdad de Dios. Cuando tú escuchas los programas de deporte, no existen distracciones, cuando estás oyendo un programa de risa no hay distracción, pero al momento en que yo comienzo a hablarte de las verdades de la Biblia, entregándote el mensaje de Dios, el diablo envía cuantos mensajeros le es necesario enviar para distraerte para que tú no puedas escuchar. De hecho, sino fuera por el Espíritu Santo, ángeles de oración y guerreros de oración, la verdad de Dios nunca te llegaría. Ante tan poderoso ejército del enemigo es fácil caer si no estamos bien armados, nuestro enemigo tiene poder, mucho poder. Nosotros delante de él no somos nada, él pudiera tomarnos y zarandearnos al gusto si no fuera por el amor de Dios. Lo triste del caso, y estoy hablando de los que han recibido a Jesús como Salvador, no tienen una buena relación con el Padre y por ese motivo son fácil presa para Satanás. La mayoría de ellos están sentados en casa con miedo de salir y enfrentarse al enemigo. Hay poder en el ocultismo, el poder es tanto que muchos creyentes han quedado inmóviles, espantados de lo que han visto. Hay personas en nuestro mundo hoy día que sacrifican a otros humanos para tener poder para sí mismos, hay madres que dan a luz sus propios hijos y los ponen sobre altares a Satanás, toman un cuchillo y lo sacrifican al momento de nacer sobre sus propios cuerpos, dejando fluir la sangre de la inocencia para tener poder. Hay personas que filman sus propios actos de violencia y luego lo muestran a sus amigos jactándose de lo que han hecho. Hay personas que toman la Biblia y la maltratan en rebeldía abierta para con Dios. Toman su nombre en vano y escupen en la cara de su hijo, ¿y tú crees que es fácil salir y hablar con ellos de su necesidad de Jesús? A ellos les caería bien escupir en nuestro rostro también. Y ojalá solo fuera eso. Claro que no es fácil predicar el evangelio, ojalá la gente quisiera oír el mensaje de Dios, pero el mensaje de Dios dice que todos somos pecadores, el mensaje de Dios es un espejo y cuando el hombre se ve, mira algo horrible, por eso el evangelio le disgusta. No lo quiere oír, no lo quiere aceptar y sin embargo la tarea de nosotros los hijos de Dios es entregar ese mensaje a la humanidad, nosotros queremos hacer un bien, pero lo hacemos a veces a costa de nuestras propias vidas, ¿me preguntas que si me da miedo enfrentarme al ocultismo? No seré hipócrita contigo, sí me da temor, pero ¿quieres saber por qué lo hago?, es porque Dios ha puesto su amor en mí, y su amor es perfecto. 1 Juan 4:18, dice: “En el amor no hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera el temor”. Al sentarme aquí para hablar contigo, me pongo a pensar en los miles de demonios que no quieren que tú escuches este mensaje, me pongo a pensar en mi capacidad como ser humano ante la potencia que poseen ellos, si solo fuera uno me sería difícil; pero el Espíritu de Dios que está en mí me recuerda que Jesús me ha encomendado la tarea. Me recuerda de que yo estaba, así como estás tú en este momento, me recuerda el hecho de que, si yo no te presento la verdad, quizás nunca tendrías otra oportunidad de salvación. Me recuerda del hecho de que Satanás desea llevarte consigo al infierno y luego me muestra el amor que Jesús tiene por ti, un amor tan grande que estuvo dispuesto a morir por tus pecados en la cruz del calvario, derramando cada gota de su sangre para que tú pudieras ser libre. Ese amor que está en mí me da valor y hablo, y aunque tú no quieras creer, eso no importa, yo tengo que entregarte el mensaje; yo tengo que hacer lo que yo pueda para que tú veas la verdad y ese amor que está en mí hecha afuera cualquier temor que yo pudiera tener. Ese perfecto amor que viene de Dios y que da victoria sobre el diablo y su ejército entero, es lo que me conmueve y lo que me motiva a continuar. 1 Juan 4:4, dice: “Hijitos, vosotros sois de Dios, y los habéis vencido; porque mayor es el que está en vosotros, que el que está en el mundo”. Cuando el hijo de Dios reconoce esta verdad y tiene una buena relación con su Padre celestial, no hay nada en el mundo que le pueda detener, y cuando se une con sus hermanos en la fe y marchan contra Satanás, ni las fuerzas del infierno pueden prevalecer contra ellos. Todo cristiano debe ser realista, estamos en una batalla, vamos a tener problemas aquí en el mundo, nuestro Señor Jesucristo no nos ha ocultado esa verdad en Juan 16:33, Juan nos dice claramente: “En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo”. La clave de vivir en victoria, aun cuando nos enfrentamos con el ocultismo, es permanecer en Jesús. Nuestro maestro divino nos dice otra verdad en Juan 15:5: “Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, este lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer”. Yo sin testimonio, una buena relación con el Señor sería como Sansón sin pelo, totalmente incapaz de defenderme contra el enemigo, pero con una buena relación con Cristo, no hay nada en el mundo que pueda vencerme, ¿por qué? Porque Jesús camina a mi lado, y el diablo tiene que darle paso. ¿Qué dice Santiago 4:7? “Someteos, pues a Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros”. Si yo me someto a Dios, permanezco en Jesús, así puedo resistir al diablo y tiene que apartarse. A veces los cristianos perdemos batallas, pero nunca perderemos la guerra, la guerra la ganó Jesús en la cruz del calvario. La única manera en que Satanás pudiera vencernos por completo sería eliminar a Dios y eso es imposible. Quizás a ti te ha llamado la atención la magia blanca, brujería, hechicería o como quieras llamarle. Quizás el ocultismo te ha interesado y has estado estudiando el horóscopo o has estado repitiendo alguna oración de la hermana fulana de tal. Déjame decirte con todo el amor que puedo, que, en el momento de la muerte, cuando vengan a pedir tu alma, ningún encantamiento te va a servir, ningún horóscopo decidirá tu destino para ese día, ninguna oración de la hermana fulana de tal podrá librarte, la Biblia declara a gritos en Hechos 4:12: “Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos”. 1 Juan 5:12, dice: “El que tiene al Hijo, tiene la vida; el que no tiene al Hijo de Dios no tiene la vida”. Hay dos clases de personas en este mundo: Los que tienen a Cristo en su corazón y los que no le tienen. Aquellos quienes le tienen le tienen porque se han arrepentido de sus pecados pasados presentes y futuros, y le han pedido entrar a su corazón para ser su único y suficiente Salvador, han quitado su confianza de la religión, de buenas obras, de María de los santos de cualquier cosa, y la han depositado en la persona de Cristo Jesús. Estas personas son salvas y el ocultismo no tiene ya poder sobre sus almas. Han pasado de muerte a vida y ninguna condenación ha pasado para ellos, ¿Tienes tú esta salvación? Si no la tienes, si quieres puedes recibir a Jesús en este preciso momento, solo tienes que pedirle perdón e invitarle a entrar a tu corazón, si lo haces creyendo, Él te salvará, yo te lo prometo. Vamos a orar. Padre, te pido que ayudes a mi amigo a comprender lo que hemos estado diciendo, yo sé que Satanás y sus demonios están haciendo todo lo posible para distraerle y mentirle, te pido que tu Espíritu ilumine la verdad en este momento y que puedan revertirse sus pecados y que puedan invitar a Jesucristo a entrar a su corazón, creyendo de una vez y para siempre, te lo pido en el nombre de Jesús. Amén.
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