Pero también estos erraron con el vino, y con sidra se entontecieron; el sacerdote y el profeta erraron con sidra, fueron trastornados por el vino; se aturdieron con la sidra, erraron en la visión, tropezaron en el juicio. Isaías 28:7 no dado al vino, no pendenciero, no codicioso de ganancias deshonestas, sino amable, apacible, no avaro. 8 Los diáconos asimismo deben ser honestos, sin doblez, no dados a mucho vino, no codiciosos de ganancias deshonestas. 1 Timoteo 3:3 y 8

La Biblia es un libro maravilloso, le habla al hombre de todo lugar no importa cuál sea su situación y le dice cómo podría ser lo que debiera ser. Su mensaje es igualmente aplicable a hombres de toda generación, pues la Biblia no conoce límites de tiempo, idiomas, cultura ni geografía, es la Palabra de Dios al hombre. Debido a esto es que no nos sorprendemos cuando la Biblia nos habla fuertemente en contra de la bebida alcohólica; sus enseñanzas concernientes a la maldad de la bebida alcohólica son claramente presentadas y tan repetidas que no podemos ignorarlas ni escaparnos de ellas, cualquier persona que acerca a la Palabra de Dios con una mente abierta y buenas intenciones, sabrá que Dios estrictamente prohíbe el abuso de ese alcohol que ha llegado a ser tan común en nuestra sociedad hoy. ¿Estás listo tú para ser enseñado por las Escrituras? ¿Aceptarás lo que Dios te dice para dirigir tu vida de acuerdo a sus principios? Si es así, entonces hoy llegarás conmigo a la conclusión de que la bebida alcohólica queda acusada ante las enseñanzas de las Sagradas Escrituras. La Biblia es clara en enseñar que la bebida alcohólica tiene una influencia degradante sobre las personas quienes las toman. Noé era un hombre de Dios, él construyó un arca bajo las instrucciones de Dios y salvó a su familia de la inundación más grande que ha habido en la tierra; pero poco tiempo después de haber salido del arca, Noé cultivó uvas, hizo vinos y se emborrachó y en su desnudez quedó avergonzado ante sus hijos. Esta es la única mancha que encontramos en el archivo de Noé, esa mancha fue resultado del licor.   Lot, creyó en las amonestaciones de Dios en juicio y salió de Sodoma con su familia huyendo de la destrucción, bajo la influencia de vinos se acostó con sus dos hijas y llegó a ser padre de sus propios nietos en directa desobediencia a la ley moral de Dios. Él aún rey de Israel murió a manos de sus capitanes, murió mientras que se embriagaba.   Amón, habiendo estado tomando, murió a manos de los siervos de su hermano Absalón, la borrachera ha sido compañera de muchos asesinatos. Después de una semana de comer y beber pesadamente, es que el rey Asuero, quiso que su reina Vasti se exhibiera delante de las miradas sucias de príncipes borrachos, ¿cómo podría él pedir tal cosa de su reina esposa?, porque la bebida alcohólica tiene un efecto degradante; personas cuerdas no tienen tal comportamiento. La Biblia prohíbe el consumo de bebidas alcohólicas debido a la conducta que promocionan. Quiero que veamos ahora otra cosa: Las personas dedicadas a Dios, deben abstenerse totalmente de cualquier tipo de bebida alcohólica.   Aarón y sus hijos, sacerdotes de Israel fueron amenazados de muerte de parte de Dios si entraban al tabernáculo habiendo tomado vino. El propósito de Dios era enseñar la diferencia entre lo santo y lo no santo, lo limpio y lo sucio y esa regla sigue hoy, aunque algunos ministros no lo crean. Personas dedicadas a Dios, no tomaban vino en señal de su dedicación; esto era cierto de los nazareos en tiempos bíblicos, su voto delante de Dios prohibía tal indulgencia; aun cuando el ángel anunció a Manoa y a su esposa que iban a tener un hijo, al cual nosotros conocemos como Sansón, ella no debía beber vino hasta el nacimiento del niño, la gente de Dios debe ser diferente, dedicados a la pureza, esto incluía indulgencia en intoxicantes. Dios anunció que profetas y sacerdotes eran incapaces de liderazgo espiritual al tomar; según Isaías 28:7, la bebida alcohólica, les causaba errar en visión y tropezar en el juicio. Un grupo llamado recabitas, hicieron voto de no tomar vinos en todas sus generaciones, Dios los honró por medio de usarlos como su voz al pueblo de Israel, además de hacerlos prosperar grandemente; tales ilustraciones siguen y siguen. Podríamos hablar de Daniel, a quien Dios usó como profeta en la nación de Babilonia porque rehusó a tomar del vino del rey en obediencia a su Dios. La grandeza de Juan el bautista está ligada con su abstinencia de bebidas alcohólicas. Según 1 Timoteo 3:3 y 8, uno de los requisitos de líderes, pastores y diáconos de la iglesia es que no fueran dados al vino. El testimonio de las Sagradas Escrituras es que toda persona dedicada a Dios debe abstenerse de bebidas alcohólicas.   Repetidas amonestaciones son expresadas en la Biblia, para que las personas se abstengan de las bebidas alcohólicas. Proverbios 20:1 “El vino es escarnecedor, la sidra alborotadora, y cualquiera que por ellos yerra no es sabio”. Proverbios 21:17 “El que ama el vino y los ungüentos no se enriquecerá”. Proverbios 23:21 “El bebedor y el comilón empobrecerán”. El profeta Oseas, dijo que la bebida alcohólica lleva a uno a la inmoralidad; escucha estas palabras de Dios en Isaías 5:11 “¡Ay de los que se levantan de mañana para seguir la embriaguez; que se están hasta la noche, hasta que el vino los enciende!” ¿Qué pasa?, ¿estamos dispuestos a aceptar esto que Dios nos dice sobre este asunto del licor? Jesús también habló del embriagarse en Lucas 12:45. Hay peligro en que uno se embriague olvidándose de estar preparado para presentarse delante del Señor cuando venga. El apóstol Pablo, amonestó a los cristianos en andar honestamente, no en glotonerías y borracheras. De hecho, en 1 Corintios 5:11, al cristiano se le prohíbe andar con personas quienes toman. El capítulo 23 de Proverbios es el capítulo clásico que habla fuertemente en contra de las bebidas alcohólicas; ese capítulo da testimonio de que el licor produce tristeza y contenciones; uno habla perversidades, causas heridas sin haber necesidad. Al pueblo de Dios viene la amonestación de no ver al vino cuando rojea, la bebida alcohólica trae peligros, accidentes, inseguridad y sufrimiento. ¿De veras vale la pena? Solo existe un pasaje en toda la Biblia que sugiera la forma en que es permitido que el creyente tome algo de alcohol; personas que desean justificar el hecho de que toman señalan este versículo. 1 Timoteo 5:23, dice: “Ya no bebas agua, sino usa un poco de vino por causa de tu estómago y de tus frecuentes enfermedades”. Ahora, ¿qué es lo que actualmente nos enseña este versículo en cuanto a la bebida alcohólica? Pablo y Timoteo eran compañeros en el ministerio del Señor, Timoteo era un hermanito enfermizo quien padecía de un desorden estomacal; frecuentemente se enfermaba. Pablo y él habían viajado de ciudad en ciudad, de país en país en un tiempo en que no se podía garantizar la purificación del agua que tomaban; la enfermedad de Timoteo se agravaba más con el agua que tomaba y por lo consiguiente Pablo le avisó: “No tomes solo agua, toma un poco de vino debido a tu estómago y así no te enfermarás tanto”. Así que, con este texto, podemos aprender que en primer lugar era costumbre de los misioneros tomar solo agua; en segundo lugar, que Timoteo debía tomar un poco de vino; y, en tercer lugar, que el vino que tomó era para propósitos medicinales; en cuarto lugar, tuvo que recibir esa instrucción de Pablo antes de que lo hiciera. Si este fuera el único propósito para el cual fuera usado el alcohol hoy día, para propósitos médicos, no habría ningún problema. ¿Qué nos enseña la Biblia acerca de la bebida alcohólica? El estudio de hoy nos enseña que la bebida alcohólica es prohibida con excepción de casos en que se use como medicina. Esto significa que el cristiano obediente no tendrá nada que ver con la producción, distribución, venta o consumo de la bebida alcohólica. La Palabra de Dios se opone a la bebida alcohólica debido al mal que la acompaña, la bebida alcohólica queda acusada ante enseñanzas bíblicas.   Vamos a orar. Padre, gracias te damos por el estudio de hoy. Te pido que tu Espíritu haga trabajar en corazones de aquellos quienes han permitido que el alcoholismo tenga parte en sus vidas, ayúdales a comprender que Tú estás en contra de ello y que sus vidas no tendrán significado a menos de que miren el alcoholismo de la misma manera en que Tú lo ves. Ayúdales porque te lo pedimos en el nombre de Jesús. Amén.