Fornicación, vino y mosto quitan el juicio. Oseas 4:11 Así, cuando destruyó Dios las ciudades de la llanura, Dios se acordó de Abraham, y envió fuera a Lot de en medio de la destrucción, al asolar las ciudades donde Lot estaba. 30 Pero Lot subió de Zoar y moró en el monte, y sus dos hijas con él; porque tuvo miedo de quedarse en Zoar, y habitó en una cueva él y sus dos hijas. 31 Entonces la mayor dijo a la menor: Nuestro padre es viejo, y no queda varón en la tierra que entre a nosotras conforme a la costumbre de toda la tierra. 32 Ven, demos a beber vino a nuestro padre, y durmamos con él, y conservaremos de nuestro padre descendencia. 33 Y dieron a beber vino a su padre aquella noche, y entró la mayor, y durmió con su padre; mas él no sintió cuándo se acostó ella, ni cuándo se levantó. 34 El día siguiente, dijo la mayor a la menor: He aquí, yo dormí la noche pasada con mi padre; démosle a beber vino también esta noche, y entra y duerme con él, para que conservemos de nuestro padre descendencia. 35 Y dieron a beber vino a su padre también aquella noche, y se levantó la menor, y durmió con él; pero él no echó de ver cuándo se acostó ella, ni cuándo se levantó. 36 Y las dos hijas de Lot concibieron de su padre. 37 Y dio a luz la mayor un hijo, y llamó su nombre Moab, el cual es padre de los moabitas hasta hoy. 38 La menor también dio a luz un hijo, y llamó su nombre Ben-ammi, el cual es padre de los amonitas hasta hoy. Génesis 19:29-38

Una revista muy popular, tuvo un artículo titulado. “Una nación de borrachos”; el artículo hablaba del problema moral de la bebida alcohólica en los Estados Unidos de Norte América; según la Asociación de Hospitales Americanos, del 15-30% de todos los pacientes que entran a cirugía en los hospitales metropolitanos, sin tomar en cuenta su diagnosis, saben que sufren por el alcoholismo. Se estima que la suma de alcohólicos en los Estados Unidos es de unos 9 millones; más que el 50% de las fatalidades de las carreteras, involucran el alcohol, y 2/3 de ese porcentaje, son alcohólicos. Los médicos del Hospital Monte Sion en San Francisco, California; dicen que el 50% de todos los casos de huesos fracturados, son el resultado de la borrachera. Cualquier práctica que involucra la muerte o daño físico a miles de personas cada año, que produce una enfermedad llamada alcoholismo, afectando las vidas de millones de personas, requiriendo el gasto de fondos monetarios en un mundo hambriento, puede ser llamada un problema moral.   Un asunto puede ser moral únicamente cuando va de acuerdo a los principios de una conducta justa y correcta; un asunto es inmoral cuando viola esos principios. Cualquier investigador competente, dirá que la bebida alcohólica causa a una persona violar esos principios de conducta justa. Nosotros apelamos a la abstinencia total del uso del alcohol como una bebida y basamos nuestra apelación sobre la ley moral de Dios. Propongo someter evidencias que probará más allá de cualquier duda razonable que la bebida alcohólica queda acusada en el bar de la virtud moral. Seguro está que la borrachera y la inmoralidad van mano a mano; tenemos muchos testimonios en la Biblia que apoyan lo que digo; por ejemplo, Oseas 4:11, dice: “Fornicación, vino y mosto quitan el juicio”. Proverbios 23, nos enseña: “que el hombre será atraído a la mujer extraña cuando está bajo la influencia del alcohol”. Génesis 19:29-38, nos relata el pecado de Lot, al acostarse con sus hijas bajo la influencia del alcohol. Ellas lo emborracharon sabiendo que él no haría lo que ellas quisieran si estuviera en sí. La Biblia denuncia todos esos casos de inmoralidad y borrachera; son violaciones de la ley de Dios.   Fuentes seculares testifican de la relación entre el sexo y la bebida alcohólica. Todos los muchachos universitarios saben cómo seducir a las señoritas para que practiquen con ellos el sexo ilícito. Una revista popular entre los universitarios habló del champán como el ayudante más leal y eficiente del dios de amor. Cientos de predicadores han aconsejado a señoritas quienes llegaron a ser madres, simplemente por haber asistido a fiestas donde fueron invitadas a tomarse unas cuantas cervezas y bajo la influencia del alcohol se dieron a la inmoralidad. En donde hay bebidas alcohólicas, los casos de violaciones sexuales suben un 44%, el alcoholismo incita a la inmoralidad, ¿por qué? Porque el alcohol hace dormir la parte del cerebro que ejerce el juicio y discernimiento moral, dejado a solas bajo el control de sus pasiones físicas, el hombre actuará como un animal.   La intoxicación de la bebida alcohólica también conduce a la brutalidad, aún hasta el punto de asesinato. Tenemos que acordarnos del hecho de que el alcohol afecta la parte del cerebro que controla las decisiones morales que el hombre hace y sin esa retención moral, aún el hombre más bueno puede convertirse en el hombre más cruel; si hay dudas de la veracidad de lo que hablo, únicamente hay que buscar a la familia de un hombre que toma; ellos te dirán cómo pierde el juicio cuando está borracho; solo hay que visitar a la celda solitaria de un hombre que mató a un ser querido al estar bajo la influencia del alcohol, esto sucede. El licor convierte en animal al hombre, y nosotros condenamos al alcoholismo basándonos en estos hechos.   En distritos donde han prohibido el alcohol, los médicos reportan una baja tremenda en el número de pacientes admitidos en el hospital para tratamientos debido a golpes, puñaladas y balazos. El crimen baja un 40%, ¿por qué? Porque el 60% de todo crimen cometido involucra al alcohol. Al estudiar las estadísticas de un local cuando permitía las bebidas alcohólicas; con un tiempo en que las prohibió, encontraremos una gran diferencia. Cuando bajó la influencia del licor, los disturbios subieron un 28%, los arrestos de borrachos subieron un 28%, y ¿cómo sabemos nosotros que el licor tuvo que ver con el crecimiento de crímenes? Lo sabemos porque los archivos de la policía nos muestran que un 60% de todo crimen cometido tuvo alguna relación con el licor. En un solo año, los habitantes de los Estados Unidos gastaron 10 millones en la compra de bebidas alcohólicas; en ese mismo año, donaciones a obras de caridad de iglesias, sumaron a 7 millones de dólares. Más de 20.000 dólares se gasta cada hora en los Estados Unidos para la compra de licores; ¡Qué desperdicio!   La gran tragedia es que mientras miles de hombres y mujeres gastan su dinero en licor, hay niños que necesitan desesperadamente ayuda monetaria. Quiero decirles que no veo como nosotros los cristianos podemos, conscientemente, tener una parte en la legalización, la fabricación o distribución de un producto que priva a la niñez de alimento, abrigo y alojamiento. Cualquier cristiano, y óigame bien, cualquier cristiano que tiene parte en permitir la venta legal de bebidas alcohólicas, viola la ley moral de Dios. Al investigar la evidencia, encontramos que la inmoralidad, brutalidad y aumento en crímenes se relaciona al consumo de la bebida alcohólica. Que nuestra mente cristiana rinda su veredicto y, y el veredicto es claro: “La bebida alcohólica queda acusada ante el bar de la virtud moral”. Abraham Lincoln tuvo razón cuando dijo: El licor puede tener sus defensores, pero no tiene defensa.   Vamos a orar. Padre celestial, no podemos quedarnos callados ante la injusticia cometida por la influencia del alcohol en nuestra sociedad; arruina a familias enteras al igual que al individuo consumidor. Padre, ayúdanos a pararnos firmes en contra de este mal, ayúdanos a involucrarnos en la lucha por el bienestar de la humanidad, y ayúdanos a auxiliar al alcohólico por medio de quitar su deseo, reemplazándolo con el amor de Cristo Jesús; solo Él puede transformar al borracho en un hombre decente y moral. Te lo pedimos en el nombre de Jesús. Amén.