Fornicación, vino y mosto quitan el juicio. Oseas 4:11 Así, cuando destruyó Dios las ciudades de la llanura, Dios se acordó de Abraham, y envió fuera a Lot de en medio de la destrucción, al asolar las ciudades donde Lot estaba. 30 Pero Lot subió de Zoar y moró en el monte, y sus dos hijas con él; porque tuvo miedo de quedarse en Zoar, y habitó en una cueva él y sus dos hijas. 31 Entonces la mayor dijo a la menor: Nuestro padre es viejo, y no queda varón en la tierra que entre a nosotras conforme a la costumbre de toda la tierra. 32 Ven, demos a beber vino a nuestro padre, y durmamos con él, y conservaremos de nuestro padre descendencia. 33 Y dieron a beber vino a su padre aquella noche, y entró la mayor, y durmió con su padre; mas él no sintió cuándo se acostó ella, ni cuándo se levantó. 34 El día siguiente, dijo la mayor a la menor: He aquí, yo dormí la noche pasada con mi padre; démosle a beber vino también esta noche, y entra y duerme con él, para que conservemos de nuestro padre descendencia. 35 Y dieron a beber vino a su padre también aquella noche, y se levantó la menor, y durmió con él; pero él no echó de ver cuándo se acostó ella, ni cuándo se levantó. 36 Y las dos hijas de Lot concibieron de su padre. 37 Y dio a luz la mayor un hijo, y llamó su nombre Moab, el cual es padre de los moabitas hasta hoy. 38 La menor también dio a luz un hijo, y llamó su nombre Ben-ammi, el cual es padre de los amonitas hasta hoy. Génesis 19:29-38

El licor puede tener sus defensores, pero no tiene defensa; estas fueron palabras declaradas por el famoso Abraham Lincoln, uno de los presidentes de los Estados Unidos. Tengo que decirles que estoy de acuerdo con lo que dijo. El alcohol o bebidas alcohólicas han llegado a ser uno de los asesinos más grandes que jamás han existido, por esa razón quiero que estudien conmigo una serie de lecciones sobre el alcoholismo. Esa declaración de Abraham Lincoln es tan verdadera hoy, como lo fue en los días en los que él hizo tal declaración. Antes de todo, permítanme decirles que nosotros los cristianos, no tenemos nada en contra del uso correcto del alcohol. La mayoría de nosotros hemos tomado alcohol en algún medicamento que nos han dado, algunos hemos comido alguna cosa preservada o preparada en alcohol; tal uso del alcohol no es asunto de objeción, pero nosotros nos oponemos al uso del alcohol como una bebida. Existen varias clases de alcohol. El alcohol usado en bebidas, en cerveza, vino, whiskies, ese alcohol es etilo, es un líquido que no tiene color que puede ser mezclado con otros líquidos, por ejemplo: leche, agua, café, gaseosas o cualquier otro tipo de bebida. Es el alcohol etilo el que deja al individuo en un estado ebrio. Nosotros los cristianos nos oponemos al alcohol como bebida porque tiene un efecto sobre el individuo que lo consume; si no fuera más que tomar agua, té o café, no tendríamos fundamento para oponernos, pero en vista de que daña las funciones normales del cuerpo, afectando aquella parte del cerebro que controla el juicio moral de la persona, destruyendo los poderes del autocontrol, y trayendo desgracia sobre personas inocentes, debemos pararnos firmemente y oponernos al uso del alcohol. Mi deseo es lanzar evidencias delante de la corte de nuestra conciencia. Todos tendremos que llegar a nuestro propio veredicto, pero después de esta serie de estudios, la persona que razona tendrá que estar de acuerdo con el presidente Lincoln, quien dijo que el alcohol tiene sus defensores, pero no tiene defensa. En este primer mensaje, veremos que el consumo del alcohol es acusado por la sabiduría financiera.   Habrá aquellos quienes me dirán: Pero hermano, Ricardo, la venta de alcohol trae abundante dinero a la economía de los países, pues los impuestos sobre licores van a caer en la tesorería nacional de la mayoría de los países. Tiene usted toda la razón. Múltiples millones de billetes son coleccionados de los impuestos sobre licores en nuestros países. Es tremenda la cantidad de dinero que entra sobre cervezas, vinos y otros licores, pero esto no es la historia completa. Un buen negocio tiene que interesarse con las entradas económicas, pero también tiene que interesarse con las salidas. La relación entre entradas y salidas es la que indica el bienestar o fracaso de un negocio, entendiendo esto, tenemos que interesarnos ahora por las entradas y salidas de que dan las bebidas alcohólicas. Según estadísticas, en un lugar de renombre, las entradas económicas del alcohol es seis veces menos que lo que gasta un lugar en arreglar los daños que causa el alcohol. Supongamos que 13 millones de dólares, fueran recibidos en ganancia de un año, sobre las ventas de bebidas alcohólicas, diríamos, ¡Qué bien! ¡13 millones de dólares! Pero cuando vemos que en el mismo año se gastó 4 millones por cuidado de pacientes mentales, 6 millones para controlar el crimen inducido por personas bajo la influencia del alcohol, 51 millones por el cuidado de niños dependientes y 20 millones en pérdidas de empleos debido a la borrachera, vemos que la entrada de fondo es de 13 millones, pero la salida llega a la suma de 81 millones. La salida que fue seis veces más grande que la entrada, o sea, que, impuestos sobre otros asuntos, tuvieron que ser usados para pagar los gastos y pérdidas que fueron producto de las bebidas alcohólicas. No se requiere una persona inteligente en asuntos de negocios para ver que esto no tiene ningún resultado positivo en cuanto a las finanzas del negocio de vender licor. Nadie gastaría seis dólares para ganarse un dólar, esto rápidamente le llevaría a la ruina, el hacer un negocio de estos sería suicidarse económicamente. También necesitamos comprender que cuándo dinero es gastado en licores, menos dinero es gastado en otras cosas. Vamos a suponer que tenemos dos ciudades juntas: En una ciudad las bebidas alcohólicas no son permitidas, en la otra ciudad sí, quiero decirles que en la ciudad donde es vendido el alcohol, tendrá una pérdida en venta de ropa, carros o automóviles, gasolina y comida, eso no es provechoso para la ciudad; no hay ganancias monetarias. En la otra ciudad, donde no es vendido el licor, la venta de ropa será 2% más; la venta de carros será 5% más alto que en la ciudad alcohólica, la venta de gasolina y otras cosas tendrá una ganancia de 5% más; y lo que estoy tratando de decir es que entre más licor es comprado, menos es gastado en otras cosas, y esto no es beneficioso para la economía. Otro inteligente me diría: Pero piensa en la fábrica de licores y en los empleos que hay debido a la distribución de bebidas alcohólicas. Quiero decirte que este argumento no es válido. Encuestas en diferentes lugares han probado que, si yo invirtiera un millón de dólares en la industria licorera, podría yo emplear a unas 62 personas; en cambio, si invirtiera la misma cantidad de dinero en algo como una industria de madera, podría emplear fácilmente a 135 personas. Si en verdad deseamos emplear a más personas, abramos otro tipo de industrias. No industrias de licor. Para ser sincero, tendría que decirles que, en cuanto a horas de trabajo, el licor es culpable de atrasarnos, cuantos patrones ni siquiera desean saber cómo va el trabajo el día lunes porque saben que el fin de semana la mitad de sus obreros la pasaron tomando; ya saben que el lunes en la mañana van a recibir una llamada telefónica diciendo que fulano no puede llegar al trabajo porque está enfermo. Ahora, si juntamos todas las horas perdidas por el consumo de licor ¿cuánto no salimos perdiendo? Me enoja esto porque la industria de licores, siempre están jactándose de la manera en que ellos han ayudado en dar empleos; me pregunto: ¿por qué no se jactan de los millones de personas a quienes han asesinado de una forma u otra? ¿de veras valdrá la pena el consumo de licor?, pensemos en cuantos divorcios son relacionados con el alcohol, consideremos el número de niños abusados o ignorados debido a la influencia del alcohol en la vida de sus padres; consideremos los millones de accidentes automovilísticos causados por manejar bajo la influencia del alcohol; consideremos los problemas mentales y físicos que han resultado por el consumo de alcohol etilo. Consideremos el sufrimiento que el alcohol trae sobre la vida de personas inocentes que nunca han tomado una gota de licor, ¿de veras vale la persona el consumo de bebidas alcohólicas? ¡Claro que no! El dinero gastado en alcoholismo lleva la sangre inocente de muchas personas, nosotros los cristianos, no tenemos nada que ver con el licor, nosotros pelearemos en contra de la legalización, la manufactura y distribución del licor.   Vamos a orar. Padre celestial, me aflijo tanto al hablar de este asunto del alcohol; tengo muchos amigos quienes pelearían conmigo sobre este asunto y eso me duele. El amor que tienen por el alcohol es más grande que el amor que tienen por la humanidad. Te pido que Tú hagas que este estudio les moleste de tal manera que no puedan sentir satisfacción al participar en el pecado del alcoholismo. Padre, danos el valor de pararnos firmes en contra de este pecado, y ayúdanos en ayudar al amigo a escaparse de las garras del alcohol. Te lo pedimos en el nombre de Jesús. Amén.