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Resumen Del Libro De Jeremías
Lección Treinta y uno – Jeremías 21-52
Dr. Mateo Akers
(Instituto Hispano Med-America - Lifeword)
Aired on Feb 26, 2022
Feb 15, 2022
Duración:
00:15:56 Minutes
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Escritura

Jeremías 24:1-10

1 El SEÑOR me mostró dos cestas de higos colocadas delante del templo del SEÑOR después que Nabucodonosor, rey de Babilonia, desterró a Jeconías, hijo de Joacim, rey de Judá, y a los oficiales de Judá junto con los artesanos y herreros de Jerusalén, y los llevó a Babilonia. 2 Una cesta tenía higos muy buenos, como los primeros higos maduros; y la otra tenía higos muy malos, que de podridos no se podían comer. 3 Entonces el SEÑOR me dijo: ¿Qué ves, Jeremías? Y dije: Higos; los higos buenos son muy buenos, y los malos, muy malos, que de podridos no se pueden comer. 4 Y vino a mí la palabra del SEÑOR, diciendo: 5 Así dice el SEÑOR, Dios de Israel: "Como a estos higos buenos, así consideraré como buenos a los desterrados de Judá que yo he echado de este lugar a la tierra de los caldeos. 6 "Porque pondré mis ojos sobre ellos para bien, y los traeré de nuevo a esta tierra; los edificaré y no los derribaré, los plantaré y no los arrancaré. 7 "Y les daré un corazón para que me conozcan, porque yo soy el SEÑOR; y ellos serán mi pueblo y yo seré su Dios, pues volverán a mí de todo corazón. 8 "Pero como a los higos malos que de podridos no se pueden comer--así dice el SEÑOR-- de la misma manera abandonaré a Sedequías, rey de Judá, a sus oficiales, al remanente de Jerusalén que queda en esta tierra y a los que habitan en la tierra de Egipto. 9 "Los haré motivo de espanto y de calamidad para todos los reinos de la tierra, de oprobio y refrán, de burla y maldición en todos los lugares adonde los dispersaré. 10 "Y enviaré sobre ellos espada, hambre y pestilencia hasta que sean exterminados de la tierra que les di a ellos y a sus padres."

Las Profecías de Jeremías Durante los Reinos de Joaquín y Sedequías (21:1-39:18) Un mensaje para Sedequías (21:1-14). El rey Sedequías mandó a Pasur y el sacerdote Sofonías para ver si Dios iba a detener el ataque de Nabucodonosor contra Jerusalén. Dios respondió que Él iba a pelear contra Judá y dar la nación a Babilonia.   Dios dirigió a Jeremías para ir al palacio y culpar los oficiales por no rescatar a los oprimidos, por no tener compasión con los extranjeros, los huérfanos, y las viudas, y por derramar la sangre inocente. Si no hubieran cambiado, Judá sería como un desierto. Por no tener un reino justo, Salum, el hijo de Josías hubiera ido a la cautividad, y no hubiera visto a Jerusalén otra vez. Joacim, el hijo de Josías hubiera tenido el entierro de un asno. Conías, el hijo de Joacim, hubiera ido a la cautividad, y sus descendientes no hubieran prosperado (22:1-30).   La venida del Mesías, el Renuevo Justo (23:1-40). Los pastores (los lideres) de Judá no estaban ayudando al pueblo. Por lo tanto, Dios iba a levantar de la familia de David un renuevo con el titulo “El Señor nuestra santidad”. ¡Es una referencia de Jesucristo! Los de Judá debían confiar en Dios en vez de los profetas falsos de Samaria.   Las dos cestas de higos (24:1-10). En una visión, Jeremías vio una cesta de higos buenos, y una cesta de higos malos. Los higos buenos representan los del remanente que regresarán de la Cautividad. Los higos malos representan Sedequías, los oficiales de Judá, y los de Jerusalén que van a ser destruidos.   Una profecía de la Cautividad (25:1-38). En el cuarto año del reino de Joacim (605 a.C.), durante el primer año del reino de Nabucodonosor, la Palabra del Señor vino a Jeremías otra vez. Jeremías había predicado 33 años, pero nadie había escuchado su mensaje. Dios estaba listo para castigar a Jerusalén, Judá, Egipto, Uz, los filisteos, Edom, Moab, Amón, Tiro, Sidón, los reyes de la costa, Dedán (Arabia), Tema (Arabia), Buz, Arabia, Zimri, Elam (Mesopotamia), Media y Sesac (un criptograma para Babilonia).   Otro aviso para Judá (26:1-24)   Aunque los falsos profetas estaban declarando paz, todas las naciones iban a caer ante Nabucodonosor.   La profecía falsa de Hananías (28:1-17). Hananías declaró que Nabucodonosor no iba a destruir Jerusalén, pero fue una profecía falsa. Por su mentira, Jeremías declaró que Hananías se iba a morir, y él murió dos meses después (28:1-17).   Un mensaje para los exiliados (29:1-32). Después que Nabucodonosor exilió a 3,023 personas de Judá, incluyendo el rey, su familia y algunos sacerdotes y profetas en el año 597 a.C., Jeremías mandó un mensaje a los exiliados. Dios les dijo que debían plantar huertos, casarse y tener hijos porque iban a estar en Babilonia 70 años. Dios dijo otra vez que estaba listo para castigar a los falsos profetas (29:1-32).   Una promesa de liberación de la Cautividad (30:1-24).   La restauración de gozo en el futuro (31:1-40). En este texto, hay una promesa del nuevo pacto que Jesucristo va a hacer con todos los que confían en Él como Señor.   7 Pues si aquel primer pacto hubiera sido sin defecto, no se hubiera buscado lugar para el segundo. 8 Porque reprochándolos, Él dice: mirad que vienen días, dice el Señor, en que estableceré un nuevo pacto con la casa de Israel y con la casa de Judá; 9 no como el pacto que hice con sus padres el día que los tomé de la mano para sacarlos de la tierra de Egipto; porque no permanecieron en mi pacto, y yo me desentendí de ellos, dice el Señor. 10 Porque este es el pacto que yo haré con la casa de Israel después de aquellos días, dice el Señor: Pondré mis leyes en la mente de ellos, y las escribiré sobre sus corazones. y yo seré su Dios, y ellos serán mi pueblo. 11Y ninguno de ellos enseñará a su conciudadano ni ninguno a su hermano, diciendo: "Conoce al Señor", porque todos me conocerán, desde el menor hasta el mayor de ellos. 12 Pues tendré misericordia de sus iniquidades, y nunca más me acordaré de sus pecados. 13 Cuando Él dijo: Un nuevo pacto, hizo anticuado al primero; y lo que se hace anticuado y envejece, está próximo a desaparecer. (Hebreos 8:7-13).   La encarcelación de Jeremías, y su compra de un terreno para declarar que los exiliados iban a regresar a Judá un día (32:1-44)   Una promesa de la restauración por el Renuevo Justo (33:1-26)   Una profecía contra Sedequías porque él ha hecho esclavos de algunos de Judá (34:1-22)   La obediencia de los recabitas (35:1-19). Los recabitas obedecieron el mandamiento antepasado de no tomar vino. Los recabitas eran un ejemplo para los de Judá. Tuvieron que aprender a como obedecer a Dios.   Cuando Jeremías mandó un mensaje al rey Joacim en un rollo, el rey destruyó el mensaje. El rey quería encarcelar a Jeremías y Baruc, pero Dios les escondió. Dios dirigió a Jeremías para escribir otro rollo, y declarar que el cuerpo de Joacim no iba a ser enterrado (36:1-32).   Jeremías avisó al rey Sedequías que no debía confiar en faraón, peor confiar en Dios. Sedequías no aceptó este mensaje, y puso a Jeremías en la cárcel (37:1-38:28).   Jerusalén fue capturada y destruida en el 18 de julio, 586 a.C. Solamente los pobres se quedaron en la tierra. Aunque Jeremías todavía estaba en la cárcel, Dios prometió que Él iba a librarle (39:1-18).   III. Las Profecías Después de la Destrucción de Jerusalén (40:1-45:5) Jeremías fue librado de la cárcel y se quedó en Judá (40:1-41:18)   Jeremías avisó a los de Judá que no debían irse a Egipto para buscar ayuda. No pusieron atención a este mensaje, y sufrieron otro ataque de Nabucodonosor en Egipto (42:1-43:13).   Una profecía acerca de la conquista de Egipto (44:1-45:5)   Las Profecías Contra las Naciones Rebeldes (46:1-51:64) La derrota de faraón (46:1-28)   La destrucción de los filisteos (47:1-7)   Una profecía contra Moab. Quemos, el dios falso de Moab, no pudo ayudar a la gente (48:1-47).   Unas profecías contra Amón, Edom, Damasco, Cedar y Hazor en Arabia y Elam. En el futuro, Dios iba a restaurar estas naciones (49:1-39).   Una profecía de la destrucción de Babilonia en 539 a.C. por Ciro, el rey de Persia (50:1-51:64).   Un Apéndice Histórico (52:1-34) Sedequías tenía 21 años cuando empezó su reino sobre Judá. Él fue un rey malo, y fue capturado por Nabucodonosor. El rey de Babilonia mató a sus hijos y después sacó los ojos de Sedequías (52:1-11).   Nabuzaradán el capitán del rey de Babilonia, destruyó el Templo, el palacio, y Jerusalén. 4,600 personas fueron al exilio (52:12-30).   Después de 37 años, Evil-merodac, el rey de Babilonia libró al rey Joaquín de la cárcel, y el comió en la mesa de Evil-merodac todos los días de su vida hasta el día de su muerte (52:31-34).

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