(Centro De Vida)
Escritura
¿Qué, pues, diremos? ¿Perseveraremos en el pecado para que la gracia abunde? Romanos 6:1 ¿Qué, pues? ¿Pecaremos, porque no estamos bajo la ley, sino bajo la gracia? En ninguna manera. Romanos 6:15
El capítulo 6 de la epístola de Pablo a los Romanos, está divido en dos secciones grandes. Ambas secciones se introducen por medio de una pregunta, encontraremos la pregunta de la primera sección en el versículo 1 “¿Perseveraremos en el pecado para que la gracia abunde?”. La respuesta es no, la razón por la cual el cristiano no puede continuar en el pecado es porque está unido a Cristo en el momento de haberle recibido como Salvador, la unión con Cristo resulta en la muerte del pecado por lo consiguiente el cristiano no puede seguir en el pecado. La segunda pregunta se encuentra en el versículo 15 “¿Qué, pues? ¿Pecaremos, porque no estamos bajo la ley, sino bajo la gracia?”. Al igual que antes la respuesta es no, el cristiano no cometerá acto de pecado debido que está sumiso al liderazgo de Jesús, si nos sometemos a alguien o a algo somos esclavos de ello. El cristiano se ha sometido a Jesús, es esclavo de Jesús y no puede ser esclavo del pecado, la gracia no es una excusa para pecar. Algunos podrían pensar que necesitarían mantenerse alejados del pecado únicamente si estuviera bajo el regio código de la ley, la cual le castigaría severamente si quebrara alguna regla de instrucción pero que en vista de que no estamos bajo la ley sino la gracia de Dios, que sería permitido que uno pecara todo lo que quisiera, tal pensar es erróneo, la gracia de Dios no es una ocasión para pecar sino un llamado a la santidad y ese es el tema que el Apóstol Pablo persigue en Romanos 6:15-23. Solo hay dos amos a quienes nos podemos someter, Jesús habló de ellos en Mateo 6:24 diciendo: “Ninguno puede servir a dos señores; porque o aborrecerá a uno y amará al otro, o estimará al uno y menospreciará al otro. No podéis servir a Dios y a Mammón”. Los dos amos son Dios y Mammón, Dios se refiere al Supremo ser quien es Espiritual y Santo, Mammón se refiere a lo terrenal, lo no santo. Un amo es Dios y lo que Él aprueba, el otro amo es Satanás y lo que él aprueba, cada persona sigue a uno de esos dos amos, aquellos quienes se someten a Dios son conocidos como “hijos de Dios” según Juan 1:12, aquellos quienes no se sujetan a Dios son descritos por Jesús en Juan 8:44 “Vosotros sois de vuestro padre el diablo, y los deseos de vuestro padre queréis hacer”. ¿O estamos en una familia o la otra? ¿Somos de la familia de Dios o la de Satanás? ¿O Dios es nuestro Padre por medio de Jesucristo o lo es Satanás? No existen otras alternativas. Nosotros mismos escogemos a quien vamos a servir, cuando Jesucristo dijo que nadie podía servir a dos señores, Él quiso decir que nadie podía servir a dos amos al mismo tiempo, el amo del individuo gobernará su conducta. Dios llama a sus hijos a una vida de santidad, el diablo llama a sus hijos a una vida de pecado, es imposible servir a Dios y al diablo al mismo tiempo. Por eso es que la Biblia está repleta de apelaciones como las del líder Josué, al pueblo de Israel. En Josué 24:14 y 15, Josué le dijo al pueblo “Ahora, pues, temed a Jehová, y servidle con integridad y en verdad; y quitad de entre vosotros los dioses a los cuales sirvieron vuestros padres; y servid a Jehová. Y si mal os parece servid a Jehová, escogeos hoy a quien sirváis; pero yo y mi casa serviremos a Jehová”. La decisión de escoger un amo es nuestra responsabilidad personal, otro no lo puede hacer para nosotros, nuestro gobierno no puede elegir por nosotros mismos, nuestros padres no pueden escoger por nosotros, nosotros hacemos nuestras propias decisiones y cada uno de nosotros seremos responsables delante de Dios por la decisión que tomamos en cuanto a eso. Las palabras “No sabéis que si os sometéis” en el versículo 16 de nuestro texto es muestra de que nosotros somos quienes hacemos la decisión de servir a alguien, nosotros somos quienes nos sometemos, o nos ofrecemos a Satanás o nos ofrecemos a Cristo, no estamos atados, si queremos servir a Jesús podemos, si queremos servir a Satanás podemos, pero permítame decirles, es mejor que escojamos correctamente. Nosotros llegamos a ser esclavos del amo a quien obedecemos, regresemos a nuestro texto, Romanos 6:16 “¿No sabéis que si os sometéis a alguien como esclavos para obedecerle, sois esclavos de aquel a quien obedecéis, sea del pecado para muerte, o sea de la obediencia para la justicia?”. El texto nos indica que nuestro amo real es aquel a quien servimos, llegamos a ser esclavos de aquel a quien servimos, este principio es verdad. El confiar en Cristo Jesús significa que uno se entrega a Él para ser su siervo, el rehusar entregarse a Cristo es someterse a Satanás para ser siervo de él, el someterse uno a Cristo significa vivir una vida de santidad en justicia y esto resultará en recompensa y gran alegría. El someterse a Satanás significa vivir una vida de rebelión en pecado, esta vida traerá tristeza y muerte eterna. Romanos 6:23 dice “Porque la paga del pecado es muerte, más la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro”. El diablo nos engañará si no tenemos cuidado, él nos dirá que Dios quiere tenernos en esclavitud quitándonos todo el gozo de la vida, el diablo nos prometerá gran alegría en el pecado, pero todo esto es una mentira, Dios nos llenará de gozo y nuestras vidas tendrán significado, el diablo únicamente nos traerá tristeza, yo les hablo por experiencia personal, sé de lo que estoy hablando y lo mejor es confiar en Jesucristo todo el camino. Solemnes consecuencias serán el resultado de la decisión que tomamos en cuanto a quien serviremos, si escogemos seguir a Satanás viviendo en el pecado, rehusando recibir el perdón de Dios y la vida eterna que se encuentra en Cristo Jesús nuestro fin será la muerte, el obedecer al pecado es la muerte. Yo no estoy hablando de muerte física, yo estoy hablando de muerte eterna, separación de Dios, la Biblia nos habla de ser lanzado al lago que arde con fuego y azufre donde el sufrimiento es continuo y eterno, nunca cesará, la muerte espiritual viene a consecuencia de una vida entregada al pecado, no es únicamente para los más depravados sino para todo pecador, grande o pequeño, todo pecador recibirá la misma sentencia de Jesucristo, “apartaos de mí hacedores de maldad, al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles”. ¡Qué horrible! Pero vida espiritual, vida eterna, es la consecuencia del arrepentimiento del mal para someterse uno a Cristo Jesús, es la presente y eterna herencia que Dios da a todos sus hijos, a ellos Cristo dirá: “Venid, benditos de mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo”. Hoy debemos escoger a quién vamos a servir, puedes escoger a Jesús o a Satanás, pero tienes que escoger, yo te imploro que escojas a Cristo, arrepiéntete de tus pecados, pídele perdón y acéptale con todo tu corazón, somete tu vida a Él, se su siervo y tendrás gozo el resto de tu vida, jamás te arrepentirás de haber escogido a Cristo. Vamos a orar. Padre, en estos momentos muchos están haciendo su decisión, te pido que les ayudes a reconocer que solo Jesucristo puede saciar la sed que ellos tienen, toca sus corazones y hazles ver que el pecado solo trae muerte pero que hoy pueden tener vida eterna en Cristo Jesús, te lo pido en el nombre de Él. Amén.
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