Copyright 2016-2019 Lifeword
Una Vida De Santidad – Parte I
Romanos 6:1-2
Pastor - Ricardo Robinson
(Centro De Vida)
Aired on Nov 23, 2021
Nov 22, 2021
Duración:
00:14:33 Minutes
Vistas:
8

Escritura

Isaías 1:18; Romanos 5:20

Venid luego, dice Jehová, y estemos a cuenta: si vuestros pecados fueren como la grana, como la nieve serán emblanquecidos; si fueren rojos como el carmesí, vendrán a ser como blanca lana. Isaías 1:18 Pero la ley se introdujo para que el pecado abundase; mas cuando el pecado abundó, sobreabundó la gracia. Romanos 5:20

La gracia de Dios es suficiente para los peores pecados que podríamos cometer, ese es el anuncio gozoso de las Escrituras cristianas, el profeta anunció en Isaías 1:18 “Si vuestros pecados fueren como la grana, como la nieve serán emblanquecidos”. El apóstol Pablo nos dice en Romanos 5:20 “Cuando el pecado abundó, sobreabundó la gracia”, hay esperanza para el más vil pecador, aunque nuestros pecados estuvieren desde el infierno hasta el cielo Dios nos perdonaría, cuando el pecado abundó sobreabundó la gracia. Algunas personas malentienden la implicación de esa declaración, ellos razonan mal pensando que pueden magnificar la gracia de Dios por medio de pecar más, piensan que deben pecar porque cuando Dios les perdona su gracia será manifestada grandemente. El apóstol Pablo se daba cuenta de tal razonamiento y escribió concerniente a ello para corregir esa forma de pensar. Romanos 6:1 y 2 dice: “¿Qué, pues, diremos? ¿Perseveraremos en el pecado para que la gracia abunde? En ninguna manera. Porque los que hemos muerto al pecado, ¿cómo viviremos aún en él?”. Esos versículos nos muestran qué tan mal está ese razonar de que debemos pecar para que abunde la gracia de Dios, pecar sería aprovecharnos de su gracia y conste que eso ciertamente traería la disciplina y juicio de Dios, ¡En ninguna manera! exclama Pablo. La palabra griega que expresa este pensar significa nacer, o sea que Pablo está diciendo: ni nazca ese pensamiento en sus mentes, nosotros no debemos ni bromeando pensar que uno podría aumentar la gracia de Dios por medio de cometer pecado, ese pensamiento debe perecer. Pablo insiste en el versículo 2 que hemos muerto al pecado, ¿cómo podríamos vivir nuevamente en pecado? Ahora somos uno en Jesús y eso garantiza el hecho de que ya no podríamos seguir viviendo en la práctica del pecar. Deseo que observemos este principio espiritual que surge de lo que terminamos de hablar. La unión en Cristo Jesús hace que el pecado sea una imposibilidad moral, pensemos por unos momentos en lo que significa ser cristiano, no es más que una unión íntima y personal con Dios en Cristo Jesús, Cristo y el cristiano llegan a ser uno en esa relación redentora. El hombre es una criatura de tres fases, él tiene un espíritu, un alma y un cuerpo. El espíritu del hombre es inmortal, es en el espíritu que el hombre puede encontrarse con Dios y llegar a conocerle, es el espíritu del hombre que está muerto por rechazar a Cristo pero que es vivificado cuando le recibe como Salvador. El alma del hombre es su personalidad, la parte central de su ser, ahí operan la mente, emociones y voluntad, es en la función del alma que el hombre llega a ser consciente de sí mismo, él es distinto a los animales en que tiene un espíritu inmortal que puede conocer personalmente a Dios y la función de su alma que opera por medio del pensar en vez de por instinto. El cuerpo del hombre es la parte mundo consciente de su ser, la función de los cinco sentidos hace que el mundo sea real para él, somos más conscientes del cuerpo que del espíritu y alma. Cuando nosotros hablamos de nuestras tres fases decimos: cuerpo, alma y espíritu poniendo énfasis en el cuerpo, dándole primer lugar, cuando Dios habla de ello, Él dice: espíritu, alma y cuerpo dando al cuerpo menos importancia. Supongamos que tuviéramos tres platos de comida, al primer plato le ponemos espíritu, al segundo, alma y al tercero cuerpo. Luego supongamos que alguien se come toda la comida que está en el primer plato, está vacío, el espíritu está ahí pero no tiene nada y esa es la condición de la persona que no tiene su confianza en la persona de Jesús, su espíritu está vacío. La Biblia llama a esta vacíes del espíritu, muerte espiritual. Esta vacíes es el resultado del pecado que comete el hombre, por eso es que la Biblia nos enseña en Efesios 2:1 que “estamos muertos en nuestros delitos y pecados”, la persona que sufre esta condición espiritual según Efesios 2:12 está “sin esperanza y sin Dios en el mundo”. Esa es la condición de todo hombre antes de que reciba a Cristo como su Salvador, solo en Cristo es que el hombre puede ser removido de la muerte espiritual y ser puesto en la vida espiritual, si la vacíes que viene por estar separado de Dios es llamada muerte espiritual entonces, ¿qué es vida espiritual? Bueno, vida espiritual sería Dios viviendo en el espíritu humano, llenando el vacío consigo mismo. Eso es lo que sucede cuando uno recibe a Jesús, Jesús mismo dijo que todo el que cree en Él recibiría el Santo Espíritu de Dios para morar en su espíritu humano, el ser salvo, el llegar a ser un cristiano significa entrar a una relación personal, permanente e íntima con Dios. El apóstol Pablo testificó que ha consecuencia de su fe en Jesucristo ya no vivía él, sino que Cristo vivía en él, en el momento en que uno recibe a Jesús la persona muere en cuanto al pecado y a sí misma, la persona es resucitada a Dios y a justicia. Pablo lo expresa de la siguiente manera en Efesios 2:4-10: “Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor con que nos amó, aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia sois salvos), y juntamente con Él nos resucitó, y asimismo nos hizo sentar en los lugares celestiales con Cristo Jesús, para mostrar en los siglos venideros las abundantes riquezas de su gracia en su bondad para con nosotros en Cristo Jesús. Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe. Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas”. Cuando se salva a un pecador el Espíritu Santo hace residencia en su espíritu humano, el espíritu de Dios vive ahí desde ese momento en adelante y eso es vida eterna, eso es salvación. El ser cristiano no significa que uno acepta ciertas doctrinas religiosas, no significa que uno se pone de acuerdo a cierta ética religiosa, no significa que uno se une a una organización religiosa, el ser cristiano significa que Dios está viviendo dentro del creyente en Jesús, la vida eterna que el creyente vive es la vida de Dios que vive en el por medio del Espíritu Santo que mora en él, es la vida de Dios viviendo en el cuerpo del hombre, la vida eterna se está llevando a cabo hoy en el presente también, esa es la vida cristiana normal, Cristo en nosotros y nosotros en Cristo, eso es lo que significa ser cristiano. Por eso es que la vida de pecado es imposible para el cristiano, el cristiano ya no vive su propia vida, la vida de Dios que no tiene que ver con pecados está viviendo en el cristiano, por eso es que Pablo dice en Romanos 6:2: “Los que hemos muerto al pecado, ¿cómo viviremos aún en él?”, 1 Juan 3:9 dice: “Todo aquel que es nacido de Dios, no practica el pecado, porque la simiente de Dios permanece en Él; y no puede pecar, porque es nacido de Dios”. La vida del pecado es imposible para aquel que está en Cristo, el cristiano ha sido librado del pecado de una vez y para siempre. Vamos a orar. Padre, hoy entendemos el por qué debemos andar por el espíritu y no por la carne, la gracia no es una excusa para que pequemos, pecar va en contra de la nueva vida espiritual que Jesús nos ha dado, los cristianos no podemos practicar de continuo el pecar porque tú vives en nosotros por medio de tu Santo Espíritu, todo esto es lo que nos enseña tu Palabra y sabemos que es verdad. Señor, gracias te damos por habitar en nosotros, gracias te damos por la victoria que tenemos sobre el pecado, siempre y cuando estamos entregados a la voluntad de nuestro espíritu y no a los deseos de nuestro cuerpo, abra nuestra mente para que podamos comprender, porque te lo pedimos en el nombre de Jesús. Amén.

Otros archivos en esta serie