Doy gracias a Dios, al cual sirvo desde mis mayores con limpia conciencia, de que sin cesar me acuerdo de ti en mis oraciones noche y día; 4 deseando verte, al acordarme de tus lágrimas, para llenarme de gozo; 5 trayendo a la memoria la fe no fingida que hay en ti, la cual habitó primero en tu abuela Loida, y en tu madre Eunice, y estoy seguro que en ti también. 2 Timoteo 1:3 y 5 Después llegó a Derbe y a Listra; y he aquí, había allí cierto discípulo llamado Timoteo, hijo de una mujer judía creyente, pero de padre griego; Hechos 16:1 y que desde la niñez has sabido las Sagradas Escrituras, las cuales te pueden hacer sabio para la salvación por la fe que es en Cristo Jesús. 2 Timoteo 3:15

Existen algunas personas en la vida que nos impresionan de tal forma, que nunca las olvidaremos. Puede ser que esta haya sido una persona que nos vino en tiempo de tristeza, tal vez era un maestro que nos animó a seguir adelante en nuestros estudios, tal vez es un socio que confió en nosotros cuando nadie más estaba dispuesto a poner su confianza en nosotros, tal vez haya sido un pariente que nos aconsejó durante los momentos difíciles de la vida. Yo le doy gracias a Dios por las personas que han sido una buena influencia sobre mi vida. Dudo que alguien contribuya a la vida de uno, tanto como la madre. Un niño en la escuela dominical respondió de esta manera después de haber sido enseñado que Dios es quien nos hace ser buenos, “tal vez sea Dios el que nos hace ser buenos, pero mi mamá mucho le ayuda” y es verdad. Hoy deseo darles el ejemplo de una madre de buena influencia. Les presento a Eunice, una madre de gran influencia. La Biblia nos habla de ella en Hechos 16, su nombre es griego y, sin embargo, ella no era griega. Distintivamente, la Biblia nos enseña que ella era judía. Su nombre greco, sólo nos indica que ella fue una de las judías que padecieron en el tiempo de la dispersión y había tenido que vivir en un área de gentiles y no en Palestina. Ella estaba casada con un hombre griego, el hecho de que él no era judío es demostrado en el hecho de que él no permitió que Timoteo, su hijo, fuese circuncidado como lo acostumbraban los judíos. Los griegos adoraban la belleza del cuerpo físico, y consideraban que la circuncisión era mutilación del cuerpo. La Biblia no nos da más acerca del papá de Timoteo y el marido de Eunice; es la vida de la madre, la que nos llama la atención debido al hecho de que la influencia de ella sobre la vida de su hijo es de gran importancia. Por la mayor parte, una madre que tiene una buena influencia, la tiene debido al hecho de que sus padres, tuvieron una buena influencia sobre ella. Tal fue el caso de Eunice. Pablo le escribió a Timoteo diciendo lo siguiente en 2 Timoteo 1:3 y 5, “Doy gracias a Dios, trayendo a la memoria la fe no fingida que hay en ti, la cual habitó primero en tu abuela Loida, y en tu madre Eunice, y estoy seguro que en ti también”. Eunice pudo tener la influencia debida sobre la vida de su hijo, a causa de la influencia que su madre tuvo en la vida de ella. Una persona no puede creer por otra persona; un padre no puede confiar en Cristo por sus hijos; ni puede la creencia de un marido en Cristo, redimir la vida de su esposa; pero la fe de una generación, puede ser pasada a la siguiente generación; un padre que confía completamente en Dios, puede infundir esa fe en sus hijos, por medio de enseñarles y darles un buen ejemplo. Por eso es que animo a todas las madres, a cantar de Jesús en sus casas. Las animo a habar todo el tiempo en cuanto a las cosas de Dios, hazlo cuando el niño aún está pequeño y cuando aún no pueda entender, deja que las palabras, Dios y Jesús, estén en tus labios de modo que el niño se acuerde que oyó decir esas palabras, por primera vez, de la voz de su madre. Deja que los niños piensen y crean que el habar de Dios, es tan natural como el respirar. La fe de tal madre, será sembrada en el corazón del hijo, así mismo como la fe de Eunice, fue sembrada en el corazón de Timoteo. Una madre influencial, ejercerá fe personal en la persona de Cristo Jesús. Es trágico cuando las personas pretenden poseer una fe que en realidad no tienen, una mentira pronto será descubierta, el niño se alejará de Dios porque se dará cuenta que la devoción que la madre demuestra, no es cierta y por eso es que Dios desea que los padres enseñen las cosas que ellos mismos tienen atesoradas en sus corazones; y no cosas fingidas. El padre y la madre deben seguir en el camino del Señor, si desean que sus hijos sean buenos cristianos. Una persona no puede dar algo que uno mismo no posee, uno no puede regresar de un lugar a donde ni siquiera uno ha ido. La biblia no nos dice detalladamente acerca de la conversión de Eunice; Pablo nos da este relato en Hechos 16:1 en donde nos dice, “Después llegó a Derbe y a Listra; y he aquí, había allí cierto discípulo llamado Timoteo, hijo de una mujer judía creyente”. Es evidente que ellos no aceptaron bajo la predicación de Pablo, pues Eunice ya era creyente y Timoteo ya era discípulo. También encontramos que según 2 Timoteo 1:5, ellos no eran convertidos al mismo tiempo; la abuela Loida fue primero, entonces Eunice, de último Timoteo. Cada generación tuvo una influencia en la generación que siguió. Una madre de influencia, disciplinará a sus hijos en las cosas del Señor. La enseñanza del joven Timoteo, tal vez no era todo lo que su madre deseaba para él. El papá de Timoteo no le había permitido ser circuncidado, la circuncisión era una señal de dedicación al Dios de Israel. De todos modos, la madre y la abuela lucharon para que Timoteo tuviera la mejor enseñanza posible, en cuanto a las cosas de Dios. Al joven le dieron el nombre de Timoteo, que significa “uno quien teme a Dios”, es evidente que este nombre fue escogido por la madre y no por su papá. Pablo dijo lo siguiente en cuanto a la enseñanza de Timoteo en 2 Timoteo 3:15, “y que desde la niñez has sabido las Sagradas Escrituras, las cuales te pueden hacer sabio para la salvación por la fe que es en Cristo Jesús”. Por medio de enseñarle verdades a Timoteo del Antiguo Testamento, su madre y abuela prepararon su corazón para recibir el evangelio. La enseñanza espiritual es tan importante para el individuo. Que Dios tenga misericordia de los niños que crecen en hogares en donde la Biblia nunca es leída, en donde nadie ora y en donde el nombre de Dios no es nombrado con reverencia; esta falta de enseñanza trabajará fuertemente en la vida del niño, y tal vez tenga que sufrir la consecuencia de sufrir eternamente. Una madre de influencia, regocijará al ver a sus hijos sirviendo a Dios. Ojalá tuviéramos un registro más completo de Timoteo y de las dos mujeres quienes tanto le influenciaron, ¿Te puedes imaginar del gozo de Loida y Eunice, cuando Pablo llegó a Listra y escogió a Timoteo para acompañarle en sus viajes misioneros? ¿Te puedes imaginar el gozo que sintieron cuando Pablo dijo que él no tenía otro de igual ánimo, que se preocupara por el bienestar de otros? ¿Cuál sería la reacción de ellas si hubieran sabido que el nombre de Timoteo iría en dos libros del Nuevo Testamento, mientras que otros muchos libros mencionarían su nombre? Eunice y Loida se debieron haber regocijado una y otra vez, al ver como Timoteo crecía en la sabiduría del Señor. Espero que todas las madres hayan aprendido una valiosa lección en este estudio. En primer lugar, uno puede enseñarle cosas al hijo sin necesidad de tener la ayuda del marido; en segundo lugar, la fe personal de uno, tendrá un fuerte impacto en la vida de los hijos; y, en tercer lugar, debemos enseñar a nuestros hijos desde la infancia, a reconocer y amar a Jesús, esto será una contribución a su fe cuando ellos crezcan. En cuarto lugar, debemos pedirle a Dios, que use a nuestros hijos para bendecir a otros en el nombre de Él; en quinto lugar, ustedes deben ser madres cristianas y confiar en Dios, para que los hijos sean hijos cristianos. Con esto llegamos a la conclusión de nuestros estudios sobre “la Madre, El Corazón Del Hogar”. Hemos estudiado las vidas de madres que confiaban en Dios, oraban a Dios y quienes tuvieron una buena influencia en la vida de sus hijos. También estudiamos de madres, quienes tuvieron demasiada ambición y quienes no le fueron fieles a Dios, te pregunto ¿Qué clase de madre eres tú? Padre, gracias te damos por la lección de hoy y pedimos por todas nuestras madres; la tarea y responsabilidad que tienen, es de gran importancia y pedimos tu ayuda para ellas. Gracias por todas nuestras madres y por el amor y el cariño que ellas nos han brindado. Señor, te pido que bendigas a mi madre y ayudes a mi esposa a ser una buena madre para mis hijos. En el nombre de Jesucristo te lo pido, Amén.