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Feb 14, 2024 13:30pm
Ve hacia ÉL
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Bajé del autobús, mis pies tocaron la acera, y comencé mi caminata hacia la escuela. Era la misma rutina que había seguido el día anterior y los días anteriores. Nada fuera de lo común. Encontré a mi grupo de amigos en las gradas, sonreí y les saludé.

Silencio.

Me voltearon los ojos.

Amigos que me daban la espalda.

Incluso a los 40 años, casi puedo sentir esas mismas emociones queriendo surgir. Era una sensación abrumadora de dolor, soledad y desconcierto.

¿Qué había hecho yo?

Comenzaron los susurros. Secretos pasados de uno a otro. Y luego, como si estuvieran sincronizados, todos recogieron sus libros y bolsas y se fueron sin decir una sola palabra.

Pero no empieces a sentir lástima por mí. Lo admitiré, yo también era tan culpable como ellos. Sabía lo que estaba pasando. Había sido parte de ese mismo juego hace una semana cuando decidimos ignorar a otra persona del grupo. Fue horrible, ridículo y vergonzoso.

Pero ese día, supe el verdadero significado de la traición. Sentí como si todo el mundo estuviera en mi contra.

Lucas 22:47-48

47 Mientras él aún hablaba, se presentó una turba; y el que se llamaba Judas, uno de los doce, iba al frente de ellos; y se acercó hasta Jesús para besarle. 

48 Entonces Jesús le dijo: Judas, ¿con un beso entregas al Hijo del Hombre?

Una turba. Una multitud.

Siendo conducida por uno de Sus amigos más cercanos.

Hemos estado hablando del lado humano de Jesús. ¿Puedes imaginar lo que sintió en este momento? Quiero decir, Él sabía que se estaba preparando para morir, pero ¿hizo eso más fácil la traición de Su amigo?

Puedo sentir la dolorosa desilusión cuando Judas se acercó con un beso, un saludo tradicional entre hombres. Entre amigos. Entre familia.

La multitud. Guardias romanos, los líderes religiosos, todos llegando para finalmente deshacerse de Jesús.

Pero, todo estaba de acuerdo con el plan de Dios.

Mira, el mundo está contra Jesús. El príncipe de este mundo, Satanás, gobierna aquí. El mundo piensa que el mal es bueno y que el bien es malo, todo por su perversión retorcida y su deseo de ver a las personas destruidas.

Algunos días, puedes sentir que el mundo está en tu contra. Tal vez se presente en forma de un gran error en el trabajo, una situación en tu familia, o la traición de amigos. Pero déjame recordarte esto: no es el fin.

Dios tiene un propósito y un plan. Usará lo que sea que estés pasando para hacerte crecer, enseñarte, entrenarte y mejorarte. Acude a Él en tu desesperación, enojo, dolor y frustración. Permite que Él trabaje todas las cosas para tu bien.

Juan 16:33

33 Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo.

¿Confías en Él hoy para hacer eso?

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