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Feb 08, 2024 10:00am
Rutina
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¿Te gustan las rutinas?

Con el regreso a clases para la mayoría de los niños, volver a la rutina es el enfoque de muchas familias. Poner alarmas, dejar la ropa lista la noche anterior, preparar los almuerzos, salir por la puerta a cierta hora y determinar quién recoge a quién y a qué hora.

Pero una vez que tienes la rutina establecida, simplemente se convierte en parte de tu vida diaria.

Lucas 22:39

«Y saliendo, se fue, como solía, al monte de los Olivos; y sus discípulos también le siguieron».

En la versión Reina Valera, leemos la frase «como solía». Esto significa «como estaba acostumbrado o como solía hacerlo». Jesús iba al jardín a orar. Se tomaba el tiempo para estar a solas con Dios y pasar tiempo con Él. Los discípulos no preguntaron: «¿a dónde vas?» Ellos sabían. Era parte de la vida diaria de Jesús.

Pero, ¿sabemos lo que está por venir, verdad? Sabemos que está a punto de ser arrestado y llevado. Está a punto de enfrentar tortura y burla. Está a punto de ser crucificado. Sabemos que está a punto de morir.

Eso sería suficiente para hacerme sentir miedo, preocupación y tratar frenéticamente de arreglar o cambiar las cosas. Abandonaría todo lo que formaba parte de mi rutina diaria y buscaría una manera de cambiarlo todo. «¡Haz algo!», gritaría mi mente, buscando desesperadamente correr o esconderme.

Pero Jesús lo sabía. Y fue al jardín a orar. Se tomó el tiempo para encontrarse con el Padre porque sabía que ahí venía su ayuda, ahí sería fortalecido, ahí estaría en la voluntad de Dios.

Cuando miramos nuestra rutina diaria, ¿tenemos un tiempo reservado para estar a solas con Dios? Seamos honestos, si tenemos ese tiempo, a veces, cuando la vida se vuelve ocupada y agitada, es lo primero que abandonamos.  ¿No es esto lo primero que movemos y decimos, «Lo haré después»?

Dios es el Creador de todo, incluso del tiempo. Conoce nuestro principio y fin. Ve y escucha todo. Se preocupa. Él es el que conquistó el pecado, el que murió por nosotros y nos ofrece el pago completo por la deuda que debemos. Y quiere encontrarse con nosotros. Quiere que permanezcamos con Él. ¿Pero tomaremos el tiempo?

Como solía.

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