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Ago 31, 2021 12:40pm
Planes que Fallan
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Vemos un programa llamado De Cuello Blanco donde un ex convicto cumple su sentencia trabajando con el FBI como consultor. El ex convicto es un experto en falsificaciones. Y la mayoría de las veces, se mete en situaciones precarias.

Por lo general, él y su amigo, Mozi, han elaborado un plan para robar algo. Se han quedado despiertos toda la noche repasando los detalles, planeando sus movimientos y su escape. Pero, inevitablemente, por muy bueno que sea su plan, sucede algo inesperado y el plan fracasa.

En realidad, podría haber adivinado que algo así sucedería, pero estaban tan concentrados en el plan que nunca lo vieron venir.

Otro plan fracasó en el libro de Génesis una vez.

Los hijos de Jacob, llenos de celos, habían arrojado a su hermano José a un pozo para matarlo, pero luego decidieron hacer dinero con él y lo vendieron como esclavo. Pero cuando Rubén regresó con sus hermanos y José ya no estaba en el pozo, se angustió.

¿Qué le dirían a su padre?

Entonces, idearon un plan.

Matarían una cabra, mojarían el abrigo en sangre como si José fuera atacado por un animal salvaje y se lo mostrarían a su padre. Pensaría que José estaba muerto…¿y luego qué? En sus mentes, Jacob los trataría con respeto y honor y los colmaría con el amor que tenía por José.

Pero su plan fracasó.

«Y él la reconoció, y dijo: La túnica de mi hijo es; alguna mala bestia lo devoró; José ha sido despedazado.  Entonces Jacob rasgó sus vestidos, y puso cilicio sobre sus lomos, y guardó luto por su hijo muchos días. Y se levantaron todos sus hijos y todas sus hijas para consolarlo; mas él no quiso recibir consuelo, y dijo: Descenderé enlutado a mi hijo hasta el Seol. Y lo lloró su padre. (Génesis 37:33-35)

¿Cómo pudieron sus hermanos no haber visto venir esto? ¡Jacob amaba a José! Eso es lo que avivó sus celos.

Deberían haber sabido que lloraría por su hijo, pero solo estaban enfocados en ellos mismos.

Nosotros también podemos estar tan concentrados en nosotros mismos y nuestros planes que perdemos lo que Dios está tratando de mostrarnos.

Echamos de menos cómo él trabaja a través de nuestras pruebas, justo a nuestro lado mientras luchamos, cambiando, moldeándonos y transformándonos en alguien más fuerte.

Nos enfocamos en el dolor o el daño en lugar del refinamiento causado por el fuego.

No se pierda la obra de Dios en el caos de su vida. Hoy, deténgase y piense en todo lo que puede hacer y en las bendiciones que Él nos ha dado

¡Elijamos enfocarnos en Cristo!

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