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A finales de los 90 y principios de los 2000, por alguna razón, los programas de entrevistas como Jerry Springer y Maury eran muy famosos. Alguien podia pensar que su esposa los estaba engañando y los llevarían hasta Maury y jurarían que les eran infieles. Y luego llegarían los resultados del detector de mentiras.
Eso era una mentira.
La verdad no estaba presente. Podrían intentar negarlo, pero no servia de nada.
Pensé sobre eso esta mañana mientras leía en Números 5.
El Señor le dio a Moisés una prueba para llevar a cabo para descubrir el adulterio.
Y el sacerdote hará que ella se acerque y se ponga delante de Jehová. Luego tomará el sacerdote del agua santa en un vaso de barro; tomará también el sacerdote del polvo que hubiere en el suelo del tabernáculo, y lo echará en el agua. Y hará el sacerdote estar en pie a la mujer delante de Jehová, y descubrirá la cabeza de la mujer, y pondrá sobre sus manos la ofrenda recordativa, que es la ofrenda de celos; y el sacerdote tendrá en la mano las aguas amargas que acarrean maldición. Y el sacerdote la conjurará y le dirá: Si ninguno ha dormido contigo, y si no te has apartado de tu marido a inmundicia, libre seas de estas aguas amargas que traen maldición; mas si te has descarriado de tu marido y te has amancillado, y ha cohabitado contigo alguno fuera de tu marido (el sacerdote conjurará a la mujer con juramento de maldición, y dirá a la mujer): Jehová te haga maldición y execración en medio de tu pueblo, haciendo Jehová que tu muslo caiga y que tu vientre se hinche; y estas aguas que dan maldición entren en tus entrañas, y hagan hinchar tu vientre y caer tu muslo. Y la mujer dirá: Amén, amén.
No sé exactamente qué había en esa agua amarga para que el vientre se hinchara o el muslo se pudriera, pero no me gustaria saberlo tampoco. ¿A usted si?
Lo primero que hizo esta prueba fue disuadir a las personas de no cometer adulterio. Si cree que puede hacer algo sin que lo atrapen o que nadie lo sepa, es posible que se sienta tentado a hacerlo. Pero si sabe que existe la posibilidad de que lo maldigan si lo hace, es posible que no tome esa decisión de pecar.
Lo segundo que hizo la prueba fue revelar la verdad. La mujer no pudo ocultar su infidelidad en ese momento. Cualquier mentira o negación que tuviera saldría a la luz. Si fuera inocente, estaría bien, pero si fuera culpable, sería visiblemente evidente.
Lo último que hizo esta prueba fue juzgar a los culpables. Inmediatamente después de beber el agua amarga, el pecado sería castigado de manera visible.
Si bien esta no es una práctica que se haga hoy, el Señor nos ha dado disuasivos para el pecado y formas de descubrir la verdad. Y sabemos por Su escritura que el juicio vendrá por nuestros pecados. El pecado ha maldecido al hombre desde Adán. Incluso como creyentes, todavía enfrentamos la tentación, pero es la elección que hacemos en esa tentación lo que nos lleva al pecado o nos ayuda a huir. La gravedad del pecado es que nuestra culpa, los mismos pecados que cometemos, no nos afectan solo a nosotros. Jesús tomó cada pecado que usted y yo hemos cometido y sufrió y murió por ello. ¡Él nos ofrece la libertad de ese pecado!
Sea lo que sea con lo que esté lidiando hoy, debe saber esto: nunca es demasiado tarde para comenzar de nuevo. No importa el pecado, detengase ahora y comience una nueva vida. Vuélvase de sus viejos caminos y siga a Cristo. ¡El Señor es fiel para perdonar si confesamos y nos arrepentimos de nuestros pecados!
¿Confiará en Él hoy? Él es el único que puede cambiar esos deseos y alejarle del camino de la destrucción.
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