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Ene 29, 2019 21:34pm
El Éxito Es Un Proceso – #2
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«Pero acontecerá, si no oyeres la voz de Jehová tu Dios, para procurar cumplir todos sus mandamientos y sus estatutos que yo te intimo hoy, que vendrán sobre ti todas estas maldiciones, y te alcanzarán.» Deuteronomio 28:15 RVR1960

Al leer la palabra de Dios tenemos solo dos opciones: podemos aceptarla con gozo, guardarla en nuestro corazón, ponerla en práctica y ser grandemente bendecidos o por el contrario ser insensibles y desobedientes a ella y traer sobre nosotros todas las maldiciones que esta acarrea.

El texto comienza diciendo “si no oyeres la voz de Jehová tu Dios” ¿Cómo uno puede cerrar sus oídos a las escrituras? De muchas formas, una de ellas es nunca leyendo la Biblia, si tienes una Biblia que esta empolvada en la esquina de tu casa, muy probablemente así de contaminada este tu vida; otra forma de cerrar tu oído a las escrituras es no congregarte en tu iglesia local, ya que al no hacerlo simplemente no escucharas lo que Dios quiere hablarte a través de su siervo, y por último creo que la forma mas común de no escuchar la voz de Dios es que al leer la biblia, simplemente la leas como un libro o revista barata y no como realmente es: el libro santo de Dios, Dios es su autor y si ella tuviera una dedicatoria ahí estaría tu nombre y el mío, nunca lo olvides, la Biblia fue escrita para ti.

El texto continúa diciendo “para procurar cumplir todos sus mandamientos” la Biblia no es solo un libro de información, sino también es un libro de formación, no vamos a ella solo para llenar nuestra cabeza de conocimiento, vamos a ella para saber cómo tenemos que vivir en este mundo. Dios no va a moldear ni transformar nuestro carácter, si no nos esforzamos por aplicar su palabra.

Si no lo hacemos dice el texto “vendrán sobre ti todas estas maldiciones, y te alcanzarán”, el texto no dice “puede ser que vengan” dice “vendrán” es algo inevitable, y si tu corres e intentas escapar de ella pensando que así te libraras del problema, estas equivocado ya que no importa cuánto te esfuerces por escapar, ella te alcanzará.

Dios prometió a Israel una infinidad de bendiciones como resultado de su obediencia, sin embargo, también les advirtió que si cerraban sus oídos a su voz y vivían una vida desobediente vendrían sobre ellos todo tipo de maldiciones y calamidades.

Dios es bueno y sus mandamientos no son como mucho creen un reflejo de un dictador tirano que solo busca controlar a sus criaturas, si no por el contrario son un reflejo de su amor. Y las maldiciones que vienen por la desobediencia es solo el resultado de aquello que nosotros mismos hemos sembrado.

Por ejemplo, él dice “No cometerás adulterio”. La obediencia a este mandato trae como consecuencia un hogar feliz, estable y duradero, sin embargo, la desobediencia a este mandato solo trae angustia, dolor, divorcio, trastornos emocionales, hijo abandonados y muchas lágrimas.

Dios dice “no Hurtarás” la obediencia a este mandato trae paz, tranquilidad y libertad, sin embargo, la desobediencia solo te lleva al temor, a la intranquilidad y a la cárcel.

Dios dice “Seis días trabajarás, y harás toda tu obra; mas el séptimo día es reposo para Jehová tu Dios” la obediencia a este principio crea dependencia en Dios ya que uno sabe con seguridad que por más que no trabaje un día a la semana Dios proveerá todas nuestras necesidades, también nos da la oportunidad de congregarnos y servir mejor a nuestro Dios, por el contrario la desobediencia a este mandamiento, solo engorda más nuestras ansias por el dinero, nos quita el gozo de estar con la familia de Dios y nos causa estrés y ansiedad.

Dios es bueno, el desea lo mejor para nosotros, nos dio su precioso libro para saber cómo conducirnos en este mundo, si personalmente desobedecemos sus palabras simplemente cosecharemos lo que hemos sembrado, ya sea en esta vida o en la eternidad.

–Paul Tinoco Huaraca

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