Escritura
En el principio creó Dios los cielos y la tierra. Génesis 1:1 Y creó Dios los grandes monstruos marinos, y todo ser viviente que se mueve, que las aguas produjeron según su género, y toda ave alada según su especie. Y vio Dios que era bueno. Génesis 1:21 Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y señoree en los peces del mar, en las aves de los cielos, en las bestias, en toda la tierra, y en todo animal que se arrastra sobre la tierra. 27 Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó. Génesis 1:26 y 27
¿Qué es lo que le pasa al hombre? No podríamos negar el hecho de que hay algo que le sucede al hombre. Existen guerras, robos, asesinatos y tantas cosas más que debemos llegar a la conclusión de que algo sumamente malo le está aconteciendo al hombre. ¿Qué es lo que pasa? La Biblia nos da la respuesta a esa pregunta. La Biblia nos explica de que algo seriamente grave le ha acontecido al hombre desde el principio de la raza humana. El hombre había sido un ser perfecto en un ambiente perfecto. Él tenía todo lo que necesitaba para hacer su vida: comida, agua, trabajo productivo y comunión con Dios. Sin embargo, él no estaba contento; por lo consiguiente, rebeló en contra de su creador y las leyes que él tenía. El resultado fue que se hizo débil al pecado de tal manera que ahora todos pecaron y están destituidos de la gloria de Dios. Nos referimos a ese acto inicial de rebelión, con sus consecuencias terribles, como La Caída del Hombre. Eso es lo que le pasa al hombre: ha caído, alejándose de Dios y acercándose al pecado. Vamos a investigar 5 enseñanzas de la Biblia en cuanto a la caída del hombre. Las colocaremos en el siguiente orden: en primer lugar, el estado de donde cayó el hombre; en segundo lugar, la manera en que el hombre cayó; en tercer lugar, la condición a la que cayó el hombre; en cuarto lugar, el rescate del hombre caído; y, en quinto lugar, los recursos del hombre caído, pero quien ha sido salvo por Dios en Cristo Jesús. Dichos estudios cambiarán la tristeza en gloria, a la desesperación en alegría, mientras que vemos como la gracia de Dios ha salvado al hombre caído. El hombre originó por un acto de creación divina. La Biblia es clara en decir que el hombre no llegó a existir por medio de un proceso gradual de desarrollo. El hombre es el producto directo de la obra creativa de Dios. El primer ser humano salió de la mano de Dios completamente desarrollado y con toda la facultad de inteligencia. La Biblia nos enseña que la existencia del hombre se debe a un acto divino de la creación. Crear significa hacer algo de la nada, originar una cosa completamente nueva. El escultor no está creando en realidad cuando toma el cincel para hacer una obra de arte; él está trabajando con materiales que ya existían. Pero cuando la Biblia habla del acto creativo de Dios, significa que Él trajo a la existencia una cosa totalmente nueva sin depender de materia preexistente. El término crear es usado sólo tres veces en lo que nos relata el libro de Génesis. En primer lugar, se refiere al origen de la materia con que fue formado el universo, según Génesis 1:1. En segundo lugar, se refiere al origen de la vida animal, según Génesis 1:21; y, en tercer lugar, se refiere al origen de la vida humana, según Génesis 1:26 y 27. Es en ésas 3 áreas que Él cree en la evolución, no puede explicar la existencia de las cosas. El capítulo 1 de Génesis nos declara el hecho de la creación del hombre. Génesis 2, nos describe la manera de la creación del hombre. Podemos hacer un resumen de los versículos 7, 21 y 22 del capítulo 2 de Génesis. Dice así: “Entonces Jehová, Dios, formó al hombre del polvo de la tierra y sopló en su nariz aliento de vida y fue el hombre un ser viviente. Entonces Jehová, Dios, hizo caer sueño profundo sobre Adán, y mientras este dormía, tomó una de sus costillas y cerró la carne en su lugar y de la costilla que Jehová Dios tomó del hombre, hizo una mujer y la trajo al hombre. El hombre fue creado del polvo de la tierra porque fue diseñado para vivir en la tierra. Su cuerpo recibió el soplo de Dios porque él fue creado para tener comunión con Dios; aún fue creado a la imagen y semejanza de Dios. Ambos el hombre y la mujer fueron creados de Dios. El hombre fue creado a la imagen y semejanza de Dios. El propósito original de la creación del hombre nos es expresado en Génesis 1:26 y 27: “Entonces dijo Dios, hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza, y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra, los creó”. El término imagen significa ‘sombra’. El término semejanza significa ‘parecido’. La imagen se refiere al dibujo de una cosa y la semejanza se refiere a la naturaleza o al diseño de una cosa. El hombre es a Dios lo que la sombra es al cuerpo que lo lanza. Uno puede imaginarse la estructura de una persona por medio de ver su sombra, pero no puede darte los detalles de la persona por ver su sombra. En esa manera es que el hombre fue diseñado para reflejar el diseño general de Dios, pero no le puede revelar claramente. El hombre fue creado a la imagen de Dios en el hecho de que tiene personalidad: tiene una mente, tiene emociones y tiene voluntad, además de una capacidad moral hacia la santidad. El hombre fue creado a la semejanza de Dios en el hecho de que tiene un ser de 3 bases: espíritu, alma y cuerpo, además del poder intelectual para escoger y gobernar sobre la creación. El espíritu le permite a una persona ser Dios-consciente, el alma le permite ser ego-sciente y el cuerpo le permite ser consciente del mundo. La imagen de Dios es borrosa, pero no ha acabado a causa de la caída del hombre. El hombre perdió su santidad, pero mantuvo su personalidad. El hombre perdió su pureza, pero mantuvo un poder pervertido de escogencia moral. Perdió su claro discernimiento, pero mantuvo una consciencia, aunque débil. El hombre fue hecho con la capacidad de escoger moralmente; eso es lo que hizo posible su ser tentado y su caída. Dios puso al hombre que había caído en el precioso jardín del Edén, le dio libertad de comer de todos los árboles del jardín con excepción de uno. De esta manera nos habla la Biblia en cuanto a la libertad y límites que Dios puso sobre el hombre y mandó Jehová, Dios, al hombre diciendo: “de todo árbol del huerto podrás comer, más del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás, porque el día que de él comieres, ciertamente morirás”. Esa prohibición singular hizo que fuera posible al hombre ejercer el poder de escoger moralmente. Dios no estaba reservando nada del hombre: cada árbol que era agradable a la vista y bueno para comer estaba en el jardín. Nada le faltaba de un ambiente perfecto en la historia del mundo y ése fue el jardín del Edén antes de la caída del hombre. El árbol de la ciencia del bien y del mal fue puesto en el jardín para que el hombre pudiera ejercer los poderes del discernimiento moral; él podía obedecer a Dios y no comer la fruta o podía desobedecer a Dios y comer de la fruta. El ambiente del jardín del Edén fue perfecto a causa de la presencia de Dios ahí. Adán y Eva tuvieron la oportunidad de comunicarse con Dios en una forma personal e íntima. Dios caminaría en el jardín durante la frescura del día y ellos podían caminar con Él, gozando de su presencia. Ése era el estado del hombre original y la mujer original. Era un estado del cual cayeron cuando pecaron, habiendo demostrado desobediencia a Dios. Ellos no sabían lo que les iba a costar cuando pecaron en contra de él; ellos sufrieron una pérdida que nunca recuperaron. Ésa fue la condición y el estado del cual cayó el hombre. Vamos a orar. Padre, nos damos cuenta de que estamos sufriendo espiritualmente a causa de nuestros padres originales. El conflicto que sentimos entre nuestro cuerpo y espíritu es prueba de ello. La forma en que queremos estar cerca de ti y, sin embargo, nos retiramos de tu presencia, es testimonio de que hubo un día en que el hombre tenía buena comunión contigo. Gracias por no habernos dejado abandonados en nuestros pecados. Gracias por enviar a tu hijo para morir en rescate nuestro. Gracias por ese amor que demostraste por medio de Cristo Jesús, y es en el nombre de Él que te agradecemos. Amén.
Otros archivos en esta serie
(Centro De Vida)
(Centro De Vida)
(Centro De Vida)
(Centro De Vida)
(Lifeword)
(Lifeword)
(Lifeword)
(Lifeword)
(Lifeword)