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Tu Palabra He Guardado En Mi Corazón
Tu Palabra He Guardado En Mi Corazón - Parte 2
Pastor - Ricardo Robinson
(Centro De Vida)
Duración: 00:14:32 Minutes
Listens:
2
Aired on Dic 15, 2020

Escritura

Salmos 119:165; Job 22:21-22, 26; Isaías 30:15; Isaías 57:19-21; Juan 14:27; Romanos 10:17.

Mucha paz tienen los que aman tu ley, Y no hay para ellos tropiezo. Salmos 119:165 Vuelve ahora en amistad con él, y tendrás paz; Y por ello te vendrá bien. 22 Toma ahora la ley de su boca, Y pon sus palabras en tu corazón. 26 Porque entonces te deleitarás en el Omnipotente, Y alzarás a Dios tu rostro. Job 22:21-22, 26 Porque así dijo Jehová el Señor, el Santo de Israel: En descanso y en reposo seréis salvos; en quietud y en confianza será vuestra fortaleza. Y no quisisteis. Isaías 30:15 produciré fruto de labios: Paz, paz al que está lejos y al cercano, dijo Jehová; y lo sanaré. 20 Pero los impíos son como el mar en tempestad, que no puede estarse quieto, y sus aguas arrojan cieno y lodo. 21 No hay paz, dijo mi Dios, para los impíos. Isaías 57:19-21

Este mundo es un lugar de gran desesperación. Los planes de unos son derrumbados y los sueños se vuelven polvo. Lo bueno es rechazado y en muchas ocasiones el mal triunfa. Sí, este mundo en que vivimos es menos que ideal. El resultado de las presiones y frustraciones de incertidumbres en cuanto a la vida, producen enfermedades en nuestros cuerpos y desaniman a nuestros espíritus humanos. Fuera maravilloso si existiera un remedio para mentes enfermas, al igual que cuerpos enfermos. Hay un remedio para la mente en problemas y para el espíritu deprimido, ese remedio es la Biblia, la palabra de Dios.   Leemos lo siguiente en Salmo 119:165, “Mucha paz tienen los que aman tu ley, y no hay para ellos tropiezo”. El anciano patriarca Job, escuchó esta amonestación de su amigo en Job 22:21-22, 26: “Vuelve ahora en amistad con él, y tendrás paz; y por ello te vendrá bien. Toma ahora la ley de su boca, y pon sus palabras en tu corazón. Porque entonces te deleitarás en el Omnipotente, y alzarás a Dios tu rostro”.   El remedio espiritual para la mente estresada y el espíritu presionado, es recibido por medio de la meditación en la palabra de Dios. Web Garrison cuenta de cómo regresó a su casa después de sus vacaciones para encontrar que los ladrones se habían metido para robarle todo. Habían roto las cortinas y cortado las sillas, todas sus corbatas habían sido cortadas y había hecho pedazos su ropero. Después de eso, habían machado todas las paredes con pintura. Él llamó a su agente de seguros para que le dijeran que el seguro no cubriría casos de robo y vandalismo. Web estaba decepcionado, así como lo estaríamos tú o yo. No había nada que podía hacer hasta el siguiente día. Entonces se acostó sobre sábanas rotas e intentó dormir. Pero ¿cómo puedes dormir debajo esas circunstancias? Web dijo que se había quedado en la cama y que recitaba porciones de la escritura que se había aprendido de memoria: el Salmo 1, el Salmo 8, el salmo 23, 1 Corintios 13, Juan 14, Apocalipsis 1 y otros pasajes más. Gradualmente, la influencia suavizante de la palabra de Dios aquietó su espíritu y quedó dormido. Este relato es solo uno de los muchos relatos que te podría contar. El cristiano debería memorizar porciones de la Biblia por que le permite calmarse en tiempos de desesperación. Necesitamos quietud de espíritu.   Dios nos anuncia en Isaías 30:15: “En descanso y en reposo seréis salvos; en quietud y en confianza será vuestra fortaleza”. Es mucho más diferente para aquel que rehúsa hacer caso a Dios y no pone atención en su palabra. Dios dijo lo siguiente en Isaías 57:19-21, “Produciré fruto de labios: Paz, paz al que está lejos y al cercano, dijo Jehová; y lo sanaré. Pero los impíos son como el mar en tempestad, que no puede estarse quieto, y sus aguas arrojan cieno y lodo. No hay paz, dijo mi Dios, para los impíos”. Existen dos caminos. El camino de la obediencia y el camino de la desobediencia, las cuales resultan en paz o tempestad. Esos dos caminos son puestos delante de cada persona. Aquel que se entrega a Dios encontrará que la palabra de Dios le traerá paz y quietud a su espíritu. Hay tanta desesperación en el mundo hoy, la tensión se encuentra entre marido y esposa, padres e hijos, jefes y empleados, etc. La paz no se va a encontrar en mejores condiciones de trabajo, en más salario para el trabajador, en la libertad de los hijos, ni en cualquiera otra cosa de nuestra sociedad.   La paz es una cualidad espiritual. Se puede recibir únicamente por recursos espirituales. La desesperación del mundo hoy puede ser satisfecha únicamente si las personas vienen a encontrarse con Dios por medio de su palabra. La quietud del espíritu que es producida por la comunión con Dios a través de la meditación de su palabra, es distinta a la calma que el mundo puede producir. Jesús nos dice lo siguiente en Juan 14:27, “La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo”.   La paz que el mundo da depende de las circunstancias. Esa paz es disfrutada cuando tiene suficiente dinero, cuando los amigos son fieles, cuando la salud está buena y cuando los prospectos dan promesa de ser buenos. Pero cuando se acabó el dinero y tus amigos te han abandonado, cuando te hace falta salud y tus planes son derrumbados, la paz del mundo no existe. En realidad, no era paz, sino alegría. Y la alegría es el resultado de disfrutar las circunstancias del ahora; mientras que la paz, es el resultado de una condición interna.   Aquellas personas quienes tratan de ignorar la palabra de Dios y dar la impresión que viven alegremente, mienten y la verdad no está en ellos. Quietud y paz de espíritu vienen únicamente de Dios quien nos es revelado en su palabra. Por lo consiguiente, necesitamos saturar nuestras mentes con la palabra de Dios. Debemos leerla cada día; debemos estudiarla diligentemente; necesitamos memorizar porciones de ella y guardarlas en nuestros corazones. Encontraremos que la palabra que hemos guardado en nuestras mentes y corazones, surgirán a la superficie en nuestras experiencias diarias.   Un versículo de memoria te vendrá a mente cuando te viene una tentación. Otro versículo te ayudará a consolar en tiempo de desánimo. Un versículo te vendrá en el momento de hacer una decisión y de esa manera tendrás la ayuda de Dios. Muchas veces la Biblia nos revela cómo personajes fueron ayudados y bendecidos por la ayuda de la palabra de Dios. Será así en tu vida también, si memorizas las escrituras.   ¿Tienes preocupaciones, temor, inseguridad y miedo del futuro? ¿Te preocupas tanto que tu salud te falla y no puedes descansar? Esto no tiene que ser tu caso. Dios ha provisto el antídoto para todos los temores humanos. Es la revelación de la soberanía y suficiencia de Dios, quien es nuestro Padre por medio de la fe en Cristo Jesús. Él, es nuestra paz.   ¿Cómo puede uno conocer a Dios personalmente? ¿Te acuerdas de la definición que te di anteriormente? La Biblia es el registro escrito de la revelación de Dios hacia la humanidad. En vista de que es la revelación de Dios, uno debe buscar en la Biblia si desea conocer a Dios. La Biblia nos revela quién es Dios, cómo es Él y lo que ha hecho en el pasado, además de lo que hará en el futuro. Nos relata del cómo Él puede ser relacionado con nosotros por medio de Jesucristo. Fe en Dios viene por oír la palabra de Dios, según Romanos 10:17. Amado cristiano, entrégate a la memorización de las escrituras. Guarda esas porciones en tu corazón y eso te bendecirá grandemente. Ya verás la diferencia que hará en tu vida, trayendo paz y quietud a tu espíritu.   Vamos a orar. Padre, te damos gracias por el consuelo y la quietud que la Biblia trae a nuestras vidas. Ayuda a aquellos, quienes no tienen paz, de llegar a tu palabra para recibir tu mensaje de paz, y así encontrar confianza por medio de las sagradas escrituras. En el nombre de Jesús te lo pedimos, Amén.

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