El Señor está cerca de los quebrantados de corazón, y salva a los de espíritu abatido

¿Has estado enojado con Dios? Sino te felicito, pero la realidad para mí es que si he pasado tiempos en mi vida cuando he estado enojada con Dios. Entonces hoy quiero hablar sobre como reaccionamos cuando esto pasa, pregunte a uno de mis amigos ¿Qué haces tú cuando estas enojado con Dios? Él me dijo así: primero intento ignorar a Dios, parecer que Dios no está ahí, pero después de eso veo algo en la naturaleza o un amigo me dice algo y me doy cuenta de que tengo que pensar en Dios, en este momento me arrepiento y pido perdón a Dios.   Yo reaccionó un poco diferente que esto, cuando yo estoy enojada con Dios yo lo digo a Él, digo Dios estoy enojada por esto, por esto y esto, y esto y esto. ¿Esto es malo? la Biblia nos dice una historia en el libro de Génesis 32 y empezando en el versículo 22. Hay un hombre que se llama Jacob, Jacob no estaba necesariamente enojado con Dios, pero dice que Jacob luchó con Dios toda una noche, si no conoces esa historia busca en Génesis 32 y léelo para ti mismo. Dios no dijo quién eres tú para luchar conmigo sea matado inmediatamente, no Dios lucho con él.   Dios nos dice en Salmos 34:18 “El Señor está cerca de los quebrantados de corazón, y salva a los de espíritu abatido”. Si estamos enojados estamos en esta categoría, estamos quebrantados de corazón o abatidos del espíritu, entonces ¿Qué hacemos? Lo que yo te recomiendo es así, decir la verdad a Dios si tu estas enojado con Él, dile. Él lo sabe, tú lo sabes no va a ayudar si lo guardas en tu corazón sin hablar con Él. Cuando tu empiezas a hablar con Él. tal vez gritar, tal vez llorar, tal vez hablar con Él muy fuerte. Tu empiezas a dejarlo salir de tu alma y en ese momento das la oportunidad a Dios que te sane de la cosa que está creciendo el sentimiento de enojo en ti. Entonces no le guardes secreto porque Él todavía lo sabe, habla con Él con honestidad, habla con Él con todos tus sentimientos verdaderos, Él te puede ayudar yo no te puedo ayudar. A veces ni un amigo, ni un miembro de tu familia, pero Él sí. Dile la razón que te sientes como te sientes, dile las preguntas que quieres que Él te conteste y Él si te va a contestar, no siempre en la manera en que tú piensas, pero Él si te va a contestar. Él está con nosotros, aun en estos sentimientos. Habla con Dios hoy, Él te va a ayudar.