Escritura
Por la fe entendemos haber sido constituido el universo por la palabra de Dios, de modo que lo que se ve fue hecho de lo que no se veía. Hebreos 11:3 Porque en él fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y las que hay en la tierra, visibles e invisibles; sean tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades; todo fue creado por medio de él y para él. Colosenses 1:16 Señor, digno eres de recibir la gloria y la honra y el poder; porque tú creaste todas las cosas, y por tu voluntad existen y fueron creadas. Apocalipsis 4:11 Los cielos cuentan la gloria de Dios, Y el firmamento anuncia la obra de sus manos. 2 Un día emite palabra a otro día, Y una noche a otra noche declara sabiduría. 3 No hay lenguaje, ni palabras, Ni es oída su voz. 4 Por toda la tierra salió su voz, Y hasta el extremo del mundo sus palabras. En ellos puso tabernáculo para el sol; 5 Y éste, como esposo que sale de su tálamo, Se alegra cual gigante para correr el camino. 6 De un extremo de los cielos es su salida, Y su curso hasta el término de ellos; Y nada hay que se esconda de su calor. Salmos 19:1-6
Hebreos 11:3 dice: “por la fe Por la fe entendemos haber sido constituido el universo por la palabra de Dios, de modo que lo que se ve fue hecho de lo que no se veía. Hay un grandioso plan envuelto en los asuntos del hombre y la existencia del universo. En nuestro estudio de la doctrina de la creación Bíblica, tendremos que tomar en cuenta ese propósito. Hoy hemos llegado a nuestro quinto estudio en esta serie de estudios. Ya hemos visto la percepción de la creación, el perímetro de la creación, lo perfecto de la creación y la persona de la creación. Finalmente, vamos a considerar el propósito de la creación. Colosenses 1:16 nos expresa lo siguiente: “porque en Él fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y las que hay en la tierra, visibles e invisibles, sean tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades, todo fue creado por medio de Él y para Él”. El decir que las cosas fueron creadas por Él indica la persona de la creación, el decir que todo fue creado para Él nos indica el propósito de la creación. ¿Por qué existen las cosas? Todo existe para permitir que el propósito de Dios sea cumplido. El capítulo 4 de Apocalipsis nos da la escena en el cielo cuando los seres de aquel reino celestial se postran delante de Él Señor para adorarle. Ellos exclaman “Señor digno eres de recibir la gloria y la honra y el poder porque tu creaste todas las cosas y por tu voluntad existen y fueron creadas. Eso lo encontramos en Apocalipsis 4:11. Eso no nos deja lugar para dudas, el testimonio en la tierra y en el cielo es el mismo, no existe otra razón de la vida más que la pura voluntad de Dios. Los cielos y la tierra son ejemplo vivo del trabajo de Dios. Existe una guerra espiritual en ambos reinos. Dios se manifiesta en ambas esferas para que los hombres y los ángeles puedan conocer su divina persona mientras que Él se manifiesta en salvar a los creyentes y juzgar a los incrédulos. Las dos esferas creadas son los estadios de la ejecución de la soberana voluntad de Dios. Dios es revelado en su mundo por medio de dos maneras primordiales. En primer lugar, la revelación natural viene a través del testimonio de la naturaleza a la persona y poder de Dios. En segundo lugar, la revelación especial viene a través de hombres escogidos y mensajes para revelar la gracia y el perdón de Dios. El capítulo 19 de Salmos nos habla de ambos aspectos. Salmos 19:1-6 nos habla de la revelación general de Dios a través de la naturaleza, dice: “los cielos cuentan la gloria de Dios y el firmamento anuncia la obra de sus manos, un día emite palabra a otro día y una noche a otra noche declara sabiduría, no hay lenguaje, ni palabras, ni es oída su voz, por toda la tierra salió su voz y hasta el extremo del mundo sus palabras. En ellos puso tabernáculo para el sol y este como esposo que sale de su tálamo se alegra cual gigante para correr el camino de un extremo de los cielos es su salida y su curso hasta el término de ellos y nada hay que se esconda de su calor. Salmos 19:7-11 nos habla de la revelación especial de Dios a través de la palabra escrita, dice: “la ley de Jehová es perfecta que convierte el alma. El testimonio de Jehová es fiel que hace sabio al sencillo. Los mandamientos de Jehová son rectos que alegran el corazón, el precepto de Jehová es puro que alumbra los ojos. El temor de Jehová es limpio que permanece para siempre. Los juicios de Jehová son verdad, todos justos, deseables son más que el oro y más que mucho oro afinado y dulces más que miel y que la que destila del panal, tu siervo es además amonestado con ellos en guardarlos hay gran de galardón”. El Nuevo Testamento sigue el mismo tema de que la creación es el vehículo que lleva el testimonio a la persona y obra de Dios. Hechos 14:17 dice: “si bien no se dejó a si mismo sin testimonio, haciendo bien dándonos lluvias del cielo y tiempos fructíferos, llenando de sustento y de alegría nuestros corazones”. Eso significa que las rotaciones de las temporadas, la cosecha de los campos, la lluvia y el sol dan testimonio de Dios. Romanos 1:20 dice “porque las cosas invisibles del Él, su eterno poder y deidad se hacen claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas, de modo que no tienen excusa”. La creación no es solamente el estadio de la actividad de Dios, sino que es testigo de Él, la Biblia repetidamente nos llama a la alabanza de Dios. Toda su creación debe alabarle. Salmo 69:34 nos dice: “alábenle los cielos y la tierra, los mares y todo lo que se mueva en ellos”. Salmo 148 nos dice: “alabad a Jehová desde los cielos, alabadle en las alturas, alabadle vosotros todos sus ángeles, alabadle vosotros todos sus ejércitos, alabadle sol y luna, alabadle vosotras todas, lucientes estrellas, alabadle cielos de los cielos y las aguas que están sobre los cielos, alaben el nombre de Jehová porque Él mandó y fueron creados, los hizo ser eternamente y para siempre, les puso ley que no será quebrantada, alabad a Jehová desde la tierra, los monstruos marinos y todos los abismos, el fuego y el granizo, la nieve y el vapor, el viento de tempestad que ejecuta su palabra, los montes y todos los collados, el árbol del fruto y todos los cedros, la bestia y todo animal, reptiles y volátiles, los reyes de la tierra y todos los pueblos, los príncipes y todos los jueces de la tierra, los jóvenes y todos las doncellas, los ancianos y los niños; alaben el nombre de Jehová porque solo su nombre es enaltecido, su gloria es sobre tierra y cielos, Él ha exaltado el poderío de su pueblo, alábenle todos sus santos, lo hijos de Israel, el pueblo a él cercano, Aleluya”. Esta materia es mejor concluida con las palabras de Salmo 145:9-10 “bueno es Jehová para con todos, y sus misericordias sobre todas sus obras, te alaben oh Jehová todas tus obras y tus santos te bendigan”. ¿Sabes? Tú eres parte de la creación de Dios, tú eres una parte especial de la creación de Dios, él te hizo conforme a su imagen y semejanza, él te hizo con la capacidad de representar su reino divino aquí en la tierra. Tu mayor alegría y un sentir de cumplimiento vendrá cuando llegues a estar dentro de su voluntad haciendo su trabajo de acuerdo a su plan eterno. Su propósito con tu existencia será cumplido en exacta proporción a tu utilidad hacia su voluntad. Vive tu vida como parte de la creación de Dios, pero superior a lo demás de la creación, porque tú eres un objeto especial de su amor. El creador, si has creído en Cristo, es hoy tu Padre Celestial. Vamos a orar… Padre gracias por habernos dado la capacidad de acercarnos a ti por medio tu hijo. Nosotros, más que cualquier otra parte de tu creación, deberíamos alabarte en vista de que nos has hecho superior a las demás cosas. Te amamos y te glorificamos en el nombre de Cristo Jesús, gracias Señor por todo lo que has hecho. Amén.
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