El corazón del entendido adquiere sabiduría; Y el oído de los sabios busca la ciencia.

Proverbios 18:15 dice: “El corazón del entendido adquiere sabiduría; Y el oído de los sabios busca la ciencia”. Hay dos cosas de las que quiero hablar hoy, primeramente, hemos estado estudiando acerca de Proverbios en este programa, como: Guardando tu corazón, La depresión de un líder y La actitud de un líder hacia si mismo, hacia otros, hacia Dios. Pero hoy queremos hablar acerca de la actitud del líder, acerca del aprendizaje. Un buen principio, un principio crucial para el líder es que son buenos aprendices, los mejores lideres toman una posición de estudiante en todas las áreas de su vida, no importando si ha predicado la palabra durante veinte años, aún debe aprender más, si es un hombre de negocios, debe aprender más de sus negocios y en cualquier profesión, en cualquier campo que seamos líderes. Los líderes deben ser los que están aprendiendo más.   La palabra dice en este pasaje que deben aprender con dos cosas, “con el corazón y con el oído”. El corazón del entendido adquiere sabiduría, presta atención a la persona que está en este versículo; ya la persona es un entendido, ya esta persona tiene capacidad, ya esta persona tiene las habilidades de hacer algo; pero el corazón de la persona que ya tiene capacidad, debe ser uno que adquiere más sabiduría, en otras palabras; nunca lleguen al punto que podamos decir ¡Ya se todo, no necesito aprender! ¡Nadie más puede enseñarme algo! Pues, esa no es la manera en que la Biblia nos instruye, dice, “el corazón del entendido adquiere sabiduría, pero el oído de los sabios busca la ciencia”. Hay dos verbos: “adquiere sabiduría” y “busca la ciencia”. La palabra es lo mismo en el hebreo. La palabra sabiduría, la palabra ciencia está hablando de nuestro conocimiento; lo que sabemos de lo que estamos haciendo. Si somos pastores, lo más que podamos aprender de la gente, de la cultura, de la palabra de Dios, de nosotros mismos, lo mejor debemos hacer. Y siempre debemos estar buscando más y más maneras de aprender.   Mi abuelo fue la primera persona que yo conocí que discípulo a otro en la iglesia, tú sabes que, en las iglesias norteamericanas, en la mayoría no hay un sistema formal de discipulado; pero mi abuelo hace cincuenta años estaba discipulando personas, una persona a la vez, y el solo fue a tercer grado. Tuvo que enseñar a si mismo como leer, como pensar, como aplicar lo que estaba pensando. Y por eso yo estoy convencido que el nivel de la educación no prohíbe o afecta a alguien, si una persona quiere adquirir sabiduría, quiere buscar la ciencia o el conocimiento. Hay maneras, con el internet, con libros, hay muchas maneras. Esos verbos son activos en la voz activa. Hay que buscar, hay que adquirir; no es algo que va a venir a nosotros sin trabajo, sin tratar de buscar más información, sin tratar de ganar más entendimiento, todo eso viene con la actitud de que yo necesito aprender más.   ¿Qué podemos hacer de una forma más práctica? Cada líder debe planificar su aprendizaje por año, una vez al año; dos veces al año. Debes tomar tiempo y decirte a ti mismo ¿Qué voy a estudiar en este año? ¿Qué es lo que necesito estudiar para la gente de la iglesia? O ¿En qué áreas de mi vida necesito crecer? Vamos a planificar nuestro aprendizaje, planificar nuestros estudios y comenzar a estudiarnos a nosotros mismos. Hay tres áreas que debemos estudiar y conocer de nosotros mismos: 1) Nuestra Personalidad; 2) Nuestra Capacidad; 3) Nuestra Espiritualidad. Nuestra personalidad, de la manera en que actuamos, reaccionamos, de la manera en que hablamos con otra gente; y siempre hay maneras de mejorar nuestra personalidad. Nuestra capacidad, es lo que sabemos hacer, y siempre podemos mejorar en el área de predicar, el área de enseñar, siempre algo más que aprender para mejorar nuestras capacidades. Y más que todo, debemos estar enfocados en nuestra relación personal con Cristo Jesús; si somos líderes y decimos que somos cristianos, pero nunca tomamos tiempo para estar con el Señor, entonces Nuestra espiritualidad no va a crecer, nuestra madurez no va a crecer, y vamos a ser peores líderes de lo que Dios quiere.   Después de estudiarnos a nosotros mismos, debemos estudiar la palabra de Dios, esta es nuestra herramienta para el crecimiento, y lo que queremos hacer es aprender toda la Biblia. Hay 66 libros en la Biblia y cada uno está allí porque Dios escogió poner ese libro o esa carta en la Biblia, debemos estudiar cada uno de ellos. Haga una lista, haga una tabla, y ponga los 66 libros de la Biblia y marque con un check si lo has leído o no lo has leído, si lo has estudiado o no lo has estudiado, si lo has predicado o no lo has predicado, si lo has enseñado o no lo has enseñado ese libro de la Biblia. Porque cada libro es parte de la revelación grande de Dios, la mente narrativa de la Biblia es una historia grande y sino prestamos atención al Antiguo Testamento, sino prestamos atención a una parte del Nuevo Testamento no podemos decir que estamos predicando la Biblia completa.   Tercero, debemos estudiar temas diferentes ¿Qué temas tienes que necesitas estudiar? Haga un plan, que doctrinas quiere estudiar, quiere estudiar la Deidad de Cristo, el Espíritu Santo, los Dones Espirituales. ¿Qué temas en la Biblia debe estudiar? No solamente para un sermón, pero si para saber, para entender mejor, lo que la palabra de Dios habla acerca de cualquier tema. Puede ser la segunda venida de Cristo, hay muchas doctrinas y temas en la Biblia que puede pasar tiempo estudiando, pero hay que planificar. Y también en el mismo año, debe hacer planes para aprender algo que va a mejorar su capacidad, ya sea tocando una guitarra, de ser un artista; cualquier capacidad que quiera mejorar, ¡Debe hacer un plan! y decir, este año yo voy a tomar todo el año, y voy a estudiar griego. Y comienza en pasos pequeños.   Y finalmente debe desarrollar un sistema de “mentores”. Cada uno de nosotros necesitamos personas en nuestras vidas que puedan ayudarnos en diferentes áreas que vamos a enfrentar. Puede ser un joven que nos ayude con la computadora, puede ser un artista que nos ayuda con la música o pintar, hay diferentes cosas; pero cada uno de nosotros necesitamos mentores y a veces esos mentores vienen por medio de libros, por medio de la internet; y tal vez no conocemos esas personas personalmente, pero es una persona que aprendemos todo lo que podemos de él. Esto es un mentor, alguien que ha estado donde tú estás, y está dispuesto a ayudarte a llegar aún más. Dios le bendiga y recuerde ¡Nunca pare de aprender!