Copyright 2016-2019 Lifeword
Guiado Por El Espíritu Santo
Guiado Por El Espíritu Santo - Parte 2
Pastor - Ricardo Robinson
(Centro De Vida)
Duración: 00:14:30 Minutes
Listens:
11
Aired on Sep 01, 2020

Escritura

Romanos 8:14; Juan 1:12; Gálatas 3:26; 1 Juan 5:1; Juan 6:44; Efesios 2:1; Juan 16:8-11; Juan 3:3-7; Juan 8:44; Gálatas 3:26.

Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios. Romanos 8:14 Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios; Juan 1:12 pues todos sois hijos de Dios por la fe en Cristo Jesús; Gálatas 3:26 Todo aquel que cree que Jesús es el Cristo, es nacido de Dios; y todo aquel que ama al que engendró, ama también al que ha sido engendrado por él. 1 Juan 5:1 Ninguno puede venir a mí, si el Padre que me envió no le trajere; y yo le resucitaré en el día postrero. Juan 6:44 Y él os dio vida a vosotros, cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecados, Efesios 2:1 Y cuando él venga, convencerá al mundo de pecado, de justicia y de juicio. 9 De pecado, por cuanto no creen en mí; 10 de justicia, por cuanto voy al Padre, y no me veréis más; 11 y de juicio, por cuanto el príncipe de este mundo ha sido ya juzgado. Juan 16:8-11

Romanos 8:14 dice: “Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, estos son hijos de Dios”. Este texto nos trae a la pregunta: ¿qué clase de persona es la que experimenta el liderazgo del Espíritu Santo? Es evidente que solo los hijos de Dios son guiados por el Espíritu Santo conforme al versículo que acabamos de leer, ¿y quiénes son los hijos de Dios? Juan 1:12 dice: “Más a todos lo que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios”. Gálatas 3:26 dice: “Pues todos sois hijos de Dios por la fe en Cristo Jesús”. 1 Juan 5:1 dice: “Todo aquel que cree que Jesús es el Cristo, es nacido de Dios”.   Las sagradas escrituras enseñan que cualquier persona quien confía Cristo Jesús como Señor y Salvador es un hijo de Dios, es decir, que todos los que son guiados por el Espíritu de Dios estos son los hijos de Dios. Significa que cada cristiano debería experimentar el liderazgo del Espíritu Santo como un certificado espiritual de nacimiento. Debemos mantener con cuidado esta verdad: el Espíritu de Dios guía al que es un hijo de Dios. Él no guía al pecador en ser un hijo de Dios. El decir que el espíritu guía a un pecador a Cristo no es una declaración bíblica, esa declaración sugiere que uno viene a Cristo por sus propios esfuerzos e iniciativa, eso no es cierto.   La Biblia es clara en decir que el hombre no tiene la voluntad ni la capacidad de volverse del pecado al Salvador. Jesús dijo en Juan 6:44: “ninguno puede venir a mí si el Padre que me envió no le trajere”. El pecador viene al Salvador a través del trabajo del Espíritu Santo y no por medio de la iniciativa humana. Antes de que el pecador recibe a Cristo, él está muerto en sus pecados según Efesios 2:1 no existe el bien en él que pudiera merecer la gracia de Dios. Él está totalmente sin esperanza en este mundo sólo cuando el Espíritu de Dios trabaja con él en gracia es que le es posible corresponder. Juan 16:8-11 se refiere al ministerio convincente del Espíritu Santo y cuando él venga convencerá al mundo de pecado, de justicia y de juicio; de pecado por cuanto no creen en mí, de justicia por cuanto voy al padre y no me veréis más y de juicio por cuanto el príncipe de este mundo ha sido ya juzgado. El Espíritu viene y le presenta la persona sin Cristo prueba convincente de su pecado e incredulidad, de la insuficiencia de justicia y del cierto juicio venidero. La persona entonces puede responder en arrepentimiento de sus pecados y con fe personal en Cristo Jesús. Cuando él hace esto el Espíritu Santo hace un milagro: Él hace nacer a esa persona arrepentida dentro de la familia de Dios.   Jesús habló de ese nacimiento espiritual en Juan 3:3-7: “De cierto de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo no puede ver el reino de Dios. El que no naciere de agua y del espíritu no puede entrar en el reino de Dios. Lo que es nacido de la carne, carne es y lo que es nacido del espíritu, espíritu es, no te maravilles de que te dije, os es necesario nacer de nuevo”. Ese nacimiento espiritual, nacido del Espíritu Santo, es lo que hace que uno sea un hijo de Dios. Antes de tomar lugar ese nacimiento, cada persona es un hijo del Diablo conforme a Juan 8:44. El pecador llega a ser un hijo de Dios a través de la fe personal en Cristo Jesús según Gálatas 3:26. Dios convence al pecador de su culpabilidad y del juicio venidero, pero él no se concierne a hacer miserable a la persona dentro de esa culpabilidad. Dios se concierne en librar al pecador de esa culpabilidad y de convertirlo en un Santo. Eso es precisamente lo que sucede cuando un pecador arrepentido recibe a Cristo Jesús como Salvador; después sucede otra cosa maravillosa: el Espíritu de Dios entra al espíritu humano, de ese nuevo creyente en Cristo, y permanece ahí para siempre. El Espíritu que ahora mora en ese creyente, asume la dirección de su vida y por eso es que decimos que ese creyente es guiado por el Espíritu. Eso es lo que quiso decir el apóstol Pablo cuando escribió en Romanos 8:14: “porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, estos son hijos de Dios”. Esa es la clara enseñanza de las sagradas escrituras, él nos guía por declaraciones en la Biblia por circunstancias providenciales, por impresiones internas y por otros medios, pero siempre nos está guiando. Debemos aceptar esta verdad sin discusión. Descansemos en la seguridad de que, como un creyente, al llegar el momento de una gran decisión, no estoy solo. El Espíritu de Dios estará personalmente con nosotros. No estamos solos. Acordémonos de que somos hijos de Dios por medio de la fe que depositamos en nuestro Señor Jesucristo. A Dios se le llama Padre muchas veces en la Biblia; Él se encargará del cuido de sus hijos, cuidará mucho mejor de sus hijos que el cuidado que podrían recibir de sus padres terrenales. Tú puedes esperar lo mejor de Dios para tu vida porque eres su hijo y Él te ama. El Espíritu Santo solo guía a los que son hijos de Dios. Nuestro texto nos hace clara esa verdad. Y la traducción nos dice: porque sólo aquellos quienes son hijos de Dios son guiados por el Espíritu de Dios. Connie Baird dice lo siguiente: todos los que son guiados por el Espíritu de Dios y sólo ellos son los hijos de Dios. La persona que ha rechazado la gracia de Dios en Cristo Jesús, no tiene derecho al liderazgo del Espíritu de Dios. Si tú eres un hijo de Dios puedes esperar la dirección de Dios en tu vida. Si tú no eres un hijo de Dios por medio de la fe en Cristo Jesús, no podrás experimentar la dirección de Él en tu vida y es así de simple.   Un cristiano puede rechazar la voluntad de Dios para su vida. Él puede seguir en un camino por el cual el espíritu no le está guiando. Es pecado no seguir la dirección del espíritu en la vida de uno, pero tal fracaso se repite en las vidas de muchos creyentes. Es el deber del cristiano el ser guiado por el espíritu y el seguir sus direcciones, así es cómo logrará la felicidad en la vida, siendo una bendición para otros y glorificando a Dios. Es posible saber la voluntad de Dios y seguirlo porque el Espíritu siempre nos guiará en la voluntad de Él. ¿Estás experimentando el liderazgo del Espíritu en tu vida? Tú lo puedes haber experimentado sin darte cuenta de que era Dios el que estaba trabajando en ti. Él trabaja a través de muchas cosas y en todas estas circunstancias para dirigir a sus hijos en el camino de la justicia.   Aprendamos a agradecerle por su presencia personal y por estar involucrado en nuestras vidas. Estemos siempre a la disposición del Espíritu de Dios para guiarnos en los caminos de Dios. Oremos. Padre, gracias te damos por no habernos abandonado dejándonos a la merced de Satanás. Gracias por tu Espíritu Santo quien nos guía. Ayúdanos a estar atentos a su voz apacible y que estemos prestos siempre para cumplir con tus deseos, en el nombre de Jesús te lo suplicamos. Amén

Otros archivos en esta serie