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Jesucristo Es Señor
Jesucristo Es Señor - Parte 3
Pastor - Ricardo Robinson
(Centro De Vida)
Duración: 00:14:30 Minutes
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2
Aired on Ago 19, 2020

Escritura

Juan 8:56-58; Juan 17:5; Juan 17:24; Filipenses 2:5-8; Lucas 1:26-38; Lucas 1:38; Lucas 1:35; Hebreos 1:8; Juan 20:28; Mateo 16:16; Marcos 1:1; Juan 4:10, Juan 20:28, Juan 5:23 y 24; 2 Corintios 13:14.

Abraham vuestro padre se gozó de que había de ver mi día; y lo vio, y se gozó. 57 Entonces le dijeron los judíos: Aún no tienes cincuenta años, ¿y has visto a Abraham? 58 Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo: Antes que Abraham fuese, yo soy. Juan 8:56-58 Ahora pues, Padre, glorifícame tú al lado tuyo, con aquella gloria que tuve contigo antes que el mundo fuese. Juan 17:5 Padre, aquellos que me has dado, quiero que donde yo estoy, también ellos estén conmigo, para que vean mi gloria que me has dado; porque me has amado desde antes de la fundación del mundo. Juan 17:24 Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús, 6 el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, 7 sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; :8 y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz. Filipenses 2:5-8

¿Es María en realidad la madre de Dios? Multitudes de cristianos responderán ¨Sí¨, ellos siguen este razonamiento: ¨María fue la madre de Jesús, Jesús es Dios, entonces María es la Madre de Dios¨. Pero, por otro lado, multitudes de cristianos te dirán ¨No¨, ella no es la madre de Dios. La respuesta a esa pregunta será determinada por el entendimiento de la persona de Cristo Jesús y el significado de su encarnación en carne humana. Devotemos nuestra atención al estudio de la encarnación milagrosa de Jesús.   El nacer de padres humanos, es el principio de la existencia de una persona; yo no viví sino hasta después de haber nacido de mis padres, tampoco tú. Pero tal no es el caso de aquel a quien llamamos Jesús. El divino Cristo, la segunda persona de la trinidad, gozaba de completa existencia antes de nacer en cuerpo humano, nosotros llamamos a esto preexistencia; eso significa que Él existía antes de tomar forma de hombre. Jesús declaró su preexistencia. Él declaró que él existía antes de que existiera Abraham y que Abraham estaba esperando con gozo aquel día en que Jesús vendría, según Juan 8:56-58.   En una oración con Dios, el Padre, Él se refirió al hecho de que compartía la gloria de Dios con el Padre antes de que el mundo fuera creado; según Juan 17:5. Él afirmó que el Padre le había amado antes de que la creación se efectuara en Juan 17:24. Jesús declaró que Él existía con los poderes de intelecto, emociones, voluntad y acciones, antes de que él fuera concebido de María, su madre humana. Su preexistencia y nacimiento en carne humana, nos es explicada en Filipenses 2:5-8: ¨Haya pues en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús, el cual siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a qué aferrarse; si no que se despojó así mismo tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres, y estando en la condición de hombre se humilló así mismo haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz¨.   Vamos a ver el significado de estas declaraciones: Número uno, siempre ha sido Dios por naturaleza. Número dos, Se despojó así mismo de todos sus privilegios para nacer como un mortal. Jesús no comenzó su existencia cuando nació de María. María simplemente proveyó el cuerpo humano que el hijo eterno de Dios habitó cuando vino a la tierra. Su encarnación fue simplemente un cambio de forma, no el comienzo de su vida. María fue, por lo consiguiente, la madre de la parte humana de la naturaleza de Jesús. Pero no fue la madre de su espíritu divino.   Un Ángel del Señor vino a María, una virgen que vivía en Nazaret, con el anunciamiento que fue de total sorpresa para ella. Ese mensaje se encuentra en Lucas 1:26-38, e incluye seis grandes revelaciones: En primer lugar, María iba a dar a luz; en segundo lugar, el niño sería varón. En tercer lugar, el nombre del niño sería Jesús. En cuarto lugar, el carácter y la reputación del niño sería grande. En quinto lugar, el niño tendría posesión de la naturaleza divina, siendo el hijo del Altísimo; y en sexto lugar, el niño sería concebido por proceso natural, pero por un hecho del Espíritu Santo que vendría sobre la virgen. María no esperaba tal suceso, pero habiendo escuchado al mensajero de Dios, ella replicó: ¨He aquí la sierva del Señor, hágase conmigo conforme a tu palabra¨. Lucas 1:38.   ¿Cómo concibió María?, La Biblia declara enfáticamente que el niño no tuvo un padre humano, Jesús no fue concebido de forma natural por medio de métodos humanos. La Biblia también nos dice que lo que sucedió fue un milagro por medios sobrenaturales. El Ángel dijo en Lucas 1:35: ¨El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por lo cual también el Santo ser que nacerá, será llamado hijo de Dios¨.  Dios causó el estado de embarazo de María por medio de creación en el cual la vida fue concebida en ella. No hay que tropezar uno con el asunto del misterio de la encarnación, si Dios iba a venir a la tierra para entrar en la historia humana por medio de tomar forma humana, no es necesario el sorprendernos del hecho, que Él escogiera una manera distinta en la cual se presentaría. La encarnación no es problema cuando admitimos que Jesús es deidad, el hijo del Dios viviente. El hecho de la milagrosa concepción virginal, fue una cosa nueva para todos los involucrados. María no lo entendía, ella preguntó: ¨¿Cómo será esto?, pues no conozco varón¨. José no lo esperaba, y hubiera roto el pacto que tenía con María como su desposado si no hubiera sido por el Señor. Fue una cosa totalmente nueva, lo que hizo Dios en la concepción virginal. He aquí, una explicación de esa persona única a quien nosotros llamamos Jesús.  Su nacimiento virginal, es la explicación de su vida virginal. Él vivió diferente, porque Él era diferente. El haber sido concebido del Espíritu Santo, pero el haber nacido de una mujer humana, le dio dos naturalezas a Jesús: Divina y humana. Su naturaleza humana se reconoce en estos hechos:   En primer lugar, nació de una humana. En segundo lugar, creció en estatura y entendimiento, en tercer lugar, tuvo un cuerpo normal de sangre y carne. En cuarto lugar, padeció de las necesidades humanas, por ejemplo: Tuvo hambre, sed, se cansaba y pasó por la muerte. Él era humano en cada sentido de la palabra. Jesús, sin embargo, no fue únicamente humano. También era divino. En primer lugar, Él es llamado Dios; Hebreos 1:8 y Juan 20:28. En segundo lugar, Él es llamado ¨Hijo de Dios¨ en Mateo 16:16; Marcos 1:1 y Lucas 1:35. En tercer lugar, Él fue alabado como Dios, en Juan 4:10, Juan 20:28, Juan 5:23 y 24. En cuarto lugar, su nombre está ligado con el de Dios para demostrar igualdad, según 2 Corintios 13:14. Él es Dios.   En su encarnación, la segunda persona de la divina Trinidad, se desligó de los honores y privilegios de la expresión de igualdad con Dios, se vació de toda manifestación de deidad y apareció como un hombre entre los humanos. Pero en Jesús de Nazaret, moraba la naturaleza de Dios. Él era hombre, Él era más que hombre. Él era y es el Dios hombre, hijo de hombre, hijo de Dios, nuestro Salvador.   Jesús explicó su encarnación en términos simples, en vista de que sería muy profundo para nosotros el entender. ¿Cómo es que todo esto fuera posible? Sus enseñanzas en cuanto a su encarnación se pueden sumar en estas declaraciones. Él estaba con el Padre en el cielo antes de su nacimiento como hombre en la tierra, Él vino del Padre en los cielos para ser encarnado. Él fue enviado por el Padre celestial para cumplir con un ministerio aquí en la tierra. Él era uno con el Padre durante el tiempo que anduvo en la tierra; Él era la revelación de Dios durante su ministerio. Él regresó al padre al terminar su ministerio. Nosotros creemos que esas enseñanzas son la verdad en cuanto al ministerio del hijo de Dios, Jesucristo.   Todo esto, brevemente sumado, es una declaración del Dios encarnado. Sería un error trágico el separar su encarnación de su vida. El niño de Belén es Jesús de Nazaret, quien creció en la carpintería de su padre terrenal, el niño de Belén es el hombre que fue bautizado por Juan el Bautista en el río Jordán; fue tentado por Satanás en el desierto y ejerció tres años de predicación en Palestina. El niño de Belén es el Cristo quien fue crucificado en el calvario, fue enterrado en una tumba prestada y resucitó al tercer día. El niño de Belén, es el Señor de gloria, el que está sentado a la diestra de su Padre. El niño de Belén es nuestro abogado hoy día es el Rey que nos va a venir a traer. Es el encarnado hijo de Dios, Jesucristo, nuestro Salvador.   Padre, gracias te damos por enviar a Jesús, para vivir entre nosotros y por rescatarnos de nuestros pecados. Jesús significa mucho para nosotros en vista de que siendo igual a ti, no se aferró a eso, si no que se entregó por salvarnos. Ayúdanos a tener el mismo sentir que había en Él. En el nombre de Él, te lo suplicamos. Amén.

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