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Dios Te Conoce
Dios Te Conoce – Parte 3
Pastor - Ricardo Robinson
(Centro De Vida)
Duración: 00:14:30 Minutes
Listens:
10
Aired on Jul 01, 2020

Escritura

Salmos 139:1, 6-16; Salmos 139:3; Salmos 44:21; Hebreos 4:13; Romanos 11:33; Romanos 11:34; Jeremías 1:5; Job 22:21.

Oh Jehová, tú me has examinado y conocido. Salmos 139:1 Tal conocimiento es demasiado maravilloso para mí; Alto es, no lo puedo comprender. 7 ¿A dónde me iré de tu Espíritu? ¿Y a dónde huiré de tu presencia? 8 Si subiere a los cielos, allí estás tú; Y si en el Seol hiciere mi estrado, he aquí, allí tú estás. 9 Si tomare las alas del alba Y habitare en el extremo del mar, 10 Aun allí me guiará tu mano, Y me asirá tu diestra. 11 Si dijere: Ciertamente las tinieblas me encubrirán; Aun la noche resplandecerá alrededor de mí. 12 Aun las tinieblas no encubren de ti, Y la noche resplandece como el día; Lo mismo te son las tinieblas que la luz. 13 Porque tú formaste mis entrañas; Tú me hiciste en el vientre de mi madre. 14 Te alabaré; porque formidables, maravillosas son tus obras; Estoy maravillado, Y mi alma lo sabe muy bien. 15 No fue encubierto de ti mi cuerpo, Bien que en oculto fui formado, Y entretejido en lo más profundo de la tierra. 16 Mi embrión vieron tus ojos, Y en tu libro estaban escritas todas aquellas cosas Que fueron luego formadas, Sin faltar una de ellas. Salmos 139 6-16 Has escudriñado mi andar y mi reposo, Y todos mis caminos te son conocidos. Salmos 139:3 ¿No demandaría Dios esto? Porque él conoce los secretos del corazón. Salmos 44:21 Y no hay cosa creada que no sea manifiesta en su presencia; antes bien todas las cosas están desnudas y abiertas a los ojos de aquel a quien tenemos que dar cuenta. Hebreos 4:13

1 oh Jehová,  tú me has examinado y conocido. 6 tal conocimiento es demasiado maravilloso para mí; Alto es,  no lo puedo comprender. 7  ¿A dónde me iré de tu Espíritu? ¿Y a dónde huiré de tu presencia? 8 si subiere a los cielos,  allí estás tú; Y si en el Seol hiciere mi estrado,  he aquí,  allí tú estás. 9 si tomare las alas del alba Y habitare en el extremo del mar, 10 Aun allí me guiará tu mano,  Y me asirá tu diestra. 11 si dijere:  Ciertamente las tinieblas me encubrirán; Aun la noche resplandecerá alrededor de mí. 12 aun las tinieblas no encubren de ti, Y la noche resplandece como el día; Lo mismo te son las tinieblas que la luz. Porque tú formaste mis entrañas; Tú me hiciste en el vientre de mi madre. 14 te alabaré;  porque formidables,  maravillosas son tus obras; Estoy maravillado, Y mi alma lo sabe muy bien. 15 no fue encubierto de ti mi cuerpo, Bien que en oculto fui formado, Y entretejido en lo más profundo de la tierra. 16 mi embrión vieron tus ojos, Y en tu libro estaban escritas todas aquellas cosas Que fueron luego formadas, Sin faltar una de ellas. Eso lo encontramos en el libro de Salmos capítulo 139:1, 6-16. Esos preciosos versículos nos revelan nuevamente el poder que tiene Dios en cuanto a saber todo, Dios conoce cada circunstancia en que tu estas enredado y en esta vida; y no solo en tu vida, sino en la vida de toda persona. El texto que terminamos de leer nos indica una tercera fase en cuanto al conocimiento que Dios tiene de ti, en primer lugar, vimos que Dios te conoce personalmente, en segundo lugar, vimos que Dios te conoce por completo y ahora vemos que Dios te conoce constantemente, no existe ningún segundo del día o de la noche que Dios no sabe en qué situación estás involucrado. Dios te conoce constante e incesantemente, ¿que podríamos decir en cuanto a la sabiduría de Dios? podríamos decir que su sabiduría es clara y perfecta. Samos 139:3 nos enseña que el andar y el camino del pueblo es conocido y vigilado por la providencia de él. En vista de que él está tan íntimamente involucrado con sus personas y con su gente su sabiduría es siempre exacta, la sabiduría universal y perfecta de Dios nos es enseñada en Salmos 44:21 ¿No demandaría Dios esto? Porque él conoce los secretos del corazón. Hebreos 4:13 añade a este testimonio, Y no hay cosa creada que no sea manifiesta en su presencia;  antes bien todas las cosas están desnudas y abiertas a los ojos de aquel a quien tenemos que dar cuenta. En vista de que todas las cosas están desnudas y abiertas, no hay forma de guardar secretos en cuanto a Dios concierne. Romanos 11:33 dice: ¡Oh profundidad de las riquezas de la sabiduría y de la ciencia de Dios!  ¡Cuán insondables son sus juicios,  e inescrutables sus caminos! El no comete errores, el nunca está mal informado, el nunca mal entiende, su sabiduría es infinito, perfecto, universal y personal, Él sabe todo de todo y no hay nada que es encondido de él. La sabiduría de Dios no es derivada y es independiente, eso, es decir, nada tiene que informar a Dios de los corrientes eventos. Cuando un hermano estaba en la universidad,  contaba de un dicho común que había entre los estudiantes, cuando uno de ellos se portaba mal, el otro decía, si el no compone su vía voy a tener que acusarlo con Dios, pero Dios no necesita que le reportemos las cosas. Romanos 11:34 dice: Porque  ¿quién entendió la mente del Señor?  ¿O quién fue su consejero? Juan 2:23 y 24 nos relata que había algunas personas que creían en Jesús porque veían sus milagros, pero, Jesús no se ofreció a ellos como maestro ni los acepto a ellos como discípulos, por qué, porque conocía a todos y no tenía necesidad de que nadie le diese testimonio del hombre pues él sabía lo que había en el hombre. Es lo mismo hoy, Dios te conoce a ti al igual que los conoce a ellos, la sabiduría de Dios todo lo incluye, el Salmo 139 enseña que Dios sabe todas las cosas de todas las personas bajo cualquier condición y en cualquier lugar. Observemos, en primer lugar, Dios conoce todo en el cielo y en la tierra, los versículos 2 al 5 indican que Dios conoce cada hecho, palabra y pensamiento de cada persona en la tierra, los versículos 7 y 8 indican que él sabe si subes al cielo o bajas al infierno, el tiempo y la eternidad no tienen importancia en su sabiduría porque el conoce todo lo que sucede en las dos esferas. En segundo lugar, Dios conoce todas las cosas en referencia a las regiones geográficas de toda la tierra, los versículos 9 y 10 nos indican que, si uno quisiera mudarse a una isla remota en el mar o a la velocidad de la luz, ni así podría escaparse de Dios porque su mano la guiaría, así como Jonás tendremos que aprender que Dios no está limitado a un lugar, Dios personalmente está presente en todo lugar. En tercer lugar, Dios conoce todas las cosas, aunque las hagamos en la luz o en la oscuridad, los versículos 11 y 12 nos dan la idea de que si el hombre no puede ver en la oscuridad tal vez Dios tampoco puede ver, pero concluye aun las tinieblas no encubren de ti y la noche resplandece como el día. En cuarto lugar, Dios conoce todo en cuanto a nosotros estemos en nuestros cuerpos físicos o fuera, los versículos 13 al 16 enseñan que Dios nos conocía aun antes de que naciéramos, aun estando en el vientre de nuestra madre; es como él dijo a Jeremías en Jeremías 1:5 Antes que te formase en el vientre te conocí,  y antes que nacieses te santifiqué,  te di por profeta a las naciones. Sí, Dios conoce todo lo que se puede conocer en cuanto a cualquier persona, dicha sabiduría es de influencia profunda para nosotros, (1) nos mantiene de orgullo propio, no importa cuán sabios lleguemos a ser, no podremos llegar al grado de sabiduría que Dios tiene. (2) nos guarda de intentar cubrir nuestros pecados, el conoce cada pensamiento, palabra y hecho, ¿por qué entonces tratamos de cubrir o tapar nuestros pecados? Él nos ha conocido íntimamente desde antes de que naciéramos, el no está limitado a un solo lugar, la noche no existe para él, él no puede ser engañado, debemos de darnos cuenta de todo esto. El hecho de que Dios te conoce constantemente te puede alentar o te puede espantar, si tienes paz con Dios tus pecados han sido perdonados y tu vida está consagrada a él, te llenaras de ánimo al conocer estas verdades, si tú estás fuera de la voluntad de Dios, viviendo en rebelión y pecado esto te asustara. Este es el consejo que yo te doy, lo encontramos en Job 22:21 Vuelve ahora en amistad con él,  y tendrás paz; Y por ello te vendrá bien. Padre, nos humillamos delante de ti al pensar en tu sabiduría infinita, nos maravillamos de que tú nos conozcas tan íntimamente, conoces nuestras debilidades, nuestros fracasos como también nuestras fuerzas y victorias. Gracias por amarnos aun sabiendo lo que nosotros somos, gracias por tu maravillosa gracia, en el nombre de Jesús te lo agradecemos, amen.

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