(Centro De Vida)
Escritura
Y aconteció que el día siguiente vino Moisés al tabernáculo del testimonio; y he aquí que la vara de Aarón de la casa de Leví había reverdecido, y echado flores, y arrojados renuevos, y producido almendras.
Wow, que maravillosa sorpresa para Moisés, ya que cuando él reviso las varas el día siguiente, la vara de Aarón – y sólo la vara de Aarón – había reverdecido. No sólo reverdeció, había florecido. No sólo había florecido, había echado renuevos. Pero, no sólo había echado renuevos, si no que había producido almendras. Lo más maravilloso es que no solo había producido almendras, sino que ¡produjo almendras maduras! Este era un lugar donde un “pequeño” milagro hubiera sido convincente. Después de todo, Dios pudo haber hecho solamente un pequeño brote verde salir sólo de la vara de Aarón, y eso hubiera sido – o debería ser – suficiente. Pero nuestro Dios, como siempre va mucho más allá.