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Panorama De La Biblia Segunda Parte
Panorama De La Biblia – Lección Uno: Deterioro
Valmori Zelaya
(Centro De Vida)
Duración: 00:23:20 Minutes
Listens:
29
Aired on Mar 01, 2020

Escritura

2 Crónicas 36:14-21

También todos los principales sacerdotes, y el pueblo, aumentaron la iniquidad, siguiendo todas las abominaciones de las naciones, y contaminando la casa de Jehová, la cual él había santificado en Jerusalén. Y Jehová el Dios de sus padres envió constantemente palabra a ellos por medio de sus mensajeros, porque él tenía misericordia de su pueblo, y de su habitación. Mas ellos hacían escarnio de los mensajeros de Dios, y menospreciaban sus palabras, burlándose de sus profetas, hasta que subió la ira de Jehová contra su pueblo, y no hubo ya remedio. Por lo cual trajo contra ellos al rey de los caldeos, que mató a espada a sus jóvenes en la casa de su santuario, sin perdonar joven ni doncella, anciano ni decrépito; todos los entregó en sus manos. Asimismo, todos los utensilios de la casa de Dios, grandes y chicos, los tesoros de la casa de Jehová, y los tesoros de la casa del rey y de sus príncipes, todo lo llevó a Babilonia. Y quemaron la casa de Dios, y rompieron el muro de Jerusalén, y consumieron a fuego todos sus palacios, y destruyeron todos sus objetos deseables. Los que escaparon de la espada fueron llevados cautivos a Babilonia; y fueron siervos de él y de sus hijos, hasta que vino el reino de los Persas; Para que se cumpliese la palabra de Jehová por la boca de Jeremías, hasta que la tierra hubo gozado de reposo; porque todo el tiempo de su asolamiento reposó, hasta que los setenta años fueron cumplidos.

Radio Bautista Centro de Vida y Lifeword en español presentan su programa Seguidores del Maestro, un programa de la Editorial Bautista Misionera de América, pongámonos cómodos y disfrutemos esta maravillosa lección con nuestro hermano Valmori Zelaya, de la serie Panorama de la Biblia. «Y la casa que tengo que edificar, ha de ser grande; porque el Dios nuestro es grande sobre todos los dioses.» esto es lo que dice el segundo libro de Crónicas 2:5. Hoy continuamos con la serie el Panorama de la Biblia aquí en Seguidores del Maestro, hoy nos corresponde ver el panorama bíblico del segundo libro de Crónicas el cual tiene como tema general:  Deterioro. Cada persona, iglesia y nación que afirma seguir a Dios necesita un avivamiento espiritual. El segundo libro de las Crónicas es una llamada a la nación y el pueblo de Israel a renunciar al pecado y volverse a Dios. Cada historia trágica de este libro nos recuerda de los efectos mortales del pecado y nos anima a buscar al único Rey verdadero, Cristo Jesús. El primer libro de las Crónicas se centra en el reinado de David, mientras que el segundo libro sigue con los reinados de los 20 reyes que reinaron en Judá después de David. El segundo libro de las Crónicas es paralelo al primer y segundo libro de Reyes, pero el punto de vista es distinto.  Jeremías escribió el primer y segundo libro de Reyes desde un punto de vista profético; Esdras escribió el primer y segundo libro de Crónicas desde un punto de vista sacerdotal. El templo es el centro del segundo libro de Crónicas, fue construido (2Crónicas 1:1—9:31), profanado (2 Crónicas 10:1—36:16), y finalmente, destruido (2 Crónicas 36:17-23). El segundo libro de Crónicas recorre un tiempo de 434 años (el reinado de cuarenta años de Salomón más 394 años de los reinados de los otros reyes). Fue escrito aproximadamente entre los años 450 hasta el año 430 antes de Cristo (cerca de la época de Malaquías) pero recorre un período desde el año 971 hasta el año539 antes de Cristo. Relata más historia que cualquier otro libro del Antiguo Testamento.  Su enfoque está en los reyes honorables que reinaron sobre Judá. El setenta por ciento de los capítulos trata con ocho reyes buenos el treinta por ciento habla sobre reyes malos. Históricamente el libro muestra a la nación restaurada de Judá, la manera en que Dios disciplina el pecado y como restaura cuando uno se arrepiente. En este libro se suplica que ellos reconstruyan su patrimonio en Palestina. Doctrinalmente muestra la soberanía de Dios, la certeza del juicio por el pecado y la gracia del arrepentimiento y la fidelidad de Dios a Su propósito de redención. Cristológicamente, ilustra a Cristo en el templo y nos recuerda que «uno mayor que el templo está aquí» (Mateo 12:6) Desde el capítulo 1 hasta el capítulo 9 vamos a hablar acerca de la posición de dominio (2 Crónicas 1:1 – 9:31) Salomón llegó a ser rey de Israel durante circunstancias difíciles. Su hermano mayor ya había sido coronado y tenía el apoyo de una parte de las personas poderosas, religiosas y pertenecientes a los militares. Como joven, Salomón reconoció que necesitaba la ayuda de Dios para cumplir con sus responsabilidades. Hizo sacrificios delante de Dios y le pidió sabiduría para guiar a la nación.  Dios concedió su petición y él volvió a Jerusalén para reinar. El primer proyecto principal fue la construcción del templo de Dios en Jerusalén. David había deseado hacerlo, pero Dios no lo aprobó. Entonces David diseñó el edificio y almacenó una gran cantidad de riquezas para la construcción. Salomón utilizó 70.000 hombres para cargar, 80.000 para extraer piedras y 6.000 para supervisarlos.  Hizo un contrato con el rey de Tiro, Hiram, para conseguir madera dentro de la cual tenía cedro, ciprés y sándalo y artesanos expertos en las obras de los metales preciosos y también de telas. Tardaron siete años para terminar el templo. La dedicación del templo fue una ocasión muy espectacular. El arca del pacto fue puesta en el lugar santísimo. La gloria de Dios llenó el templo. Salomón predicó a la gente, se arrodilló frente a ellos y ofreció una oración dedicatoria. Fuego cayó de Dios y consumió los sacrificios puestos en el altar de Dios. Todas las personas alabaron a Dios y celebraron la fiesta de los tabernáculos. El Señor volvió a confirmar su pacto con Salomón y así terminó la dedicación del templo. Eventos grandes caracterizaron el reino de Salomón que duró cuarenta años. Él extendió el territorio de la nación. Sujetó a sus enemigos y no le dieron problemas por muchos años. La economía creció y toda la nación prosperó. Ganó el respeto internacional; la reina de Saba vino a visitarle porque ella había oído de la gloria y del poder y sabiduría de Salomón.  Toda la nación prosperó durante la mayor parte de su reinado.  Pero al acercarse al final de su reino, los problemas comenzaron a surgir. Jeroboam, un líder de los trabajadores, le desafió.  La semilla del descontento fue sembrada por todo su reino. Unos de los reinos que él había sujetado comenzaron a revelarse, las semillas del descontento fueron sembradas por todo su reino, ya para el momento de su muerte en el año 931 antes de Cristo, había muchos problemas nacionales. Muchos conflictos vendrían en el futuro. Ahora hablemos del periodo del deterioro, esto lo encontramos desde el capítulo 10 hasta el capítulo 36. El deterioro comenzó a acelerarse con la muerte de Salomón. Su hijo Roboam fue una persona de carácter débil e imprudente. No fue calificado para reinar. No atendió las peticiones que los ciudadanos le hicieron para que les aliviara de los impuestos pesados, y por el contrario los amenazó con aumentar los impuestos aún más. Esto resultó en la división del reino. Las diez tribus del norte se separaron del reino unido.  Tomaron el nombre Israel para distinguirse de Judá, las dos tribus en el sur. Roboam reinó sobre Judá y Jeroboam reinó sobre Israel. La tragedia más grande de la división era que las tribus del norte dieron la espalda al templo en Jerusalén y a la adoración del verdadero Dios.  Jeroboam levantó dos becerros de oro en Israel como centros de adoración. El libro de 2 Crónicas no pone mucha atención a estos centros porque se concentra en la religión relacionada con el templo. Las tribus del sur de Judá no eran fieles a la adoración de Dios en Su templo.  Veinte reyes gobernaron después de la división del reino. Doce de ellos eran malvados y solamente ocho reyes hicieron lo bueno delante del Señor. Si la historia religiosa de Judá se mostrara en un gráfico, parecería como las olas del mar: por un momento arriba y por u n momento estaban abajo. Roboam hubiera hecho guerra contra las tribus del norte si Dios no lo había prohibido. Él fortaleció su país contra una posible invasión. Pero el reino de Judá fue invadido por las fuerzas egipcias bajo el reinado de Sisac. Los tesoros de la casa de Dios y de la casa del rey fueron llevados.  El país se debilitó grandemente. Abías siguió a Roboam al trono y entró en guerra contra Jeroboam, el rey de Israel en el norte. Esta guerra debilitó a Judá aún más. Dios no bendecía al país debido a sus pecados. Asa fue el primer rey de Judá que siguió a Dios con todo su corazón. Tuvo una gran victoria militar sobre los etíopes y el ejército de Siria. Estaba dispuesto a escuchar a Azarías y a Obed, profetas de Dios, y el Señor le prosperó. Comenzó un avivamiento religioso y guio al pueblo a jurar seguir a Dios. Hasta destronó a su abuela porque ella adoraba a un dios pagano.  Asa fue leal al Señor toda su vida y la nación le siguió. Josafat siguió a su padre, Asa, al trono. Él buscó al Señor con todo su corazón. Por eso, el Señor estableció firmemente su reino.  Josafat quitó todos los centros de adoración pagano que habían quedado en el país y trató de volver los corazones de la gente completamente a Dios. Josafat hizo un error, Josafat cometió un error al unirse con el malvado rey Acab de Israel en una expedición militar, pero Dios le rescató.  Intentó establecer un sistema judicial justo, una sociedad recta y la religión pura.  Confiaba en el Señor y recibió victorias y una nación saludable como consecuencia. Murió y fue sepultado en Jerusalén. Joram fue el hijo malo del rey bueno, Josafat. Tan pronto como fue establecido en el trono, dio órdenes de ejecutar a todos sus hermanos. Dios le mandó problemas a causa de sus pecados. Le envió una enfermedad incurable y murió, dejando la nación mucho peor de cuando comenzó a reinar. Ocozías fue el hijo de Joram y Atalía. (Ella fue la hija de Acab y Jezabel de Israel.) Fue tan malo como sus padres y fue asesinado. Atalía se apoderó del trono y mató a sus hijos para impedir que ellos refutaran su derecho de reinar. Ella fue ejecutada por el cuerpo militar bajo la dirección de los sacerdotes. Joás, el hijo de Atalía, había sido escondido cuando ella mató a sus hijos. Él subió al trono y reinó por varios años por medio de sus consejeros, debido a que era muy joven. Buscó al Señor con todo su corazón, restauró el templo a la adoración de Dios y trató de evitar la adoración de ídolos. Fue uno de los cinco reyes exitosos que introdujeron el avivamiento espiritual en Judá durante aquellos cuatro siglos. Amasias abandonó a Dios para adorar los dioses de los edomitas. Fue asesinado y Uzías le siguió al trono.  Ese rey comenzó bien y fue bendecido por Dios. Pero se metió en el papel de los sacerdotes y Dios le hirió con la lepra. Fue aislado de la gente y su hijo Jotan reinó como rey junto con él. Acaz fue uno de los peores reyes que reinó sobre Judá. Fue sumergido en la idolatría.  Isaías opuso sus malas acciones cuando hizo un altar a los dioses de Asiria en el mismo patio del templo en Jerusalén. Acaz robó los tesoros del templo y los entregó a Asiria como tributo. Ezequías será el hijo honorable del malvado rey Acaz. Su reinado de veintinueve años fue uno de los puntos culminantes para la nación de Judá. Empezó de nuevo la celebración de la Pascua.  Destruyó los altares e ídolos paganos.  Encargó a maestros el trabajo de pasar por el país dando instrucción a la gente en los asuntos de Dios. Llamó a la gente para traer diezmos y ofrendas para el mantenimiento de los sacerdotes y levitas mientras sirvieron en el templo.  Confió en Dios cuando Senaquerib invadió a Jerusalén y puso sitio a la ciudad, y Dios la liberó. Dios le bendijo con grandes riquezas y honor.  Ezequías fue otro de los cinco reyes quienes guiaron el avivamiento espiritual en Judá. Manasés, hijo de Ezequías, fue le rey más malvado de Judá. Él se arrepintió al final de su reinado de cincuenta y cinco años, pero fue demasiada tarde para cambiar la dirección de la nación.  Su hijo, Amón, continuó en los malos caminos de su padre. Los dos fueron asesinados. Josías inició el último avivamiento espiritual en la historia de Judá. Ascendió al trono como un hombre joven con un corazón puesto en Dios. Mandó limpiar el templo y volvió a dedicar el templo a la adoración de Dios. Una copia de la ley de Dios fue encontrada en el templo, y fue leída ante el rey. Él se arrepintió profundamente por los pecados de su nación.  Dios le dijo que el juicio era cierto, pero se llevaría a cabo hasta después de su muerte debido a su arrepentimiento. Josías murió en una batalla entre Judá y Egipto. No tuvo oportunidad de guiar a la nación de vuelta a Dios. Joacaz, Joacim y Joaquín eran tres reyes malos y débiles en el liderazgo. Eran tan malvados que el Señor trajo a los babilonios contra la nación en una invasión militar. Pero no regresaron al Señor. Sedequías fue el último rey de Judá antes que el pueblo fuera llevado a cautividad en Babilonia.  Sedequías fue tan malo como los reyes anteriores. Durante aquellos días, Dios mandó a Sus profetas. Hablaron a la gente en el nombre del Señor, llamándolos al arrepentimiento y la fidelidad a Dios. Pero el mensaje fue rechazado y la gente se burlaba de ellos. Al final, sólo el juicio les quedaba. Tres veces el Señor trajo los babilonios contra Judá: en los años 605, 598 y 586 antes de Cristo. Cada vez el país fue invadido y muchos habitantes fueron llevadas al cautiverio. Con la tercera invasión, Jerusalén quedó completamente destruida y el templo del Señor aplanado. Pasarían setenta años antes que la nación fuera restaurada a su tierra y el templo reconstruido para la adoración de Dios. Fíjese en las consecuencias del pecado. El segundo libro de las Crónicas termina con una promesa. El pacto de Dios de enviar al Mesías a través de la tribu de Judá se cumpliría.  Dios prometió restaurar a su pueblo a la tierra de Palestina y cumplir con sus promesas para con ella. Prometió a un Rey que obedecerá completamente la ley de Dios y rescatará al pueblo de Dios de sus pecados.  ¡Alabado sea el Señor Jesucristo! Que Dios le bendiga, nos vamos a escuchar en la próxima lección aquí en el Panorama de la Biblia. Radio Bautista Centro de Vida y Lifeword en español presentaron su programa Seguidores del Maestro, un programa de la Editorial Bautista Misionera de América, para más información puede visitarnos en www.lifeword.org sección en español. Bendiciones

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