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Lección Uno: La Resurrección: Base De La Vida Cristiana
Valmori Zelaya
(Centro De Vida)
Duración: 00:20:37 Minutes
Listens:
54
Aired on Oct 06, 2019

Escritura

1 Corintios 15:1-8; 2 Corintios 5:14-17

Además, os declaro, hermanos, el evangelio que os he predicado, el cual también recibisteis, en el cual también perseveráis; por el cual asimismo, si retenéis la palabra que os he predicado, sois salvos, si no creísteis en vano. Porque primeramente os he enseñado lo que asimismo recibí: Que Cristo murió por nuestros pecados, conforme a las Escrituras; y que fue sepultado, y que resucitó al tercer día, conforme a las Escrituras; y que apareció a Cefas, y después a los doce. Después apareció a más de quinientos hermanos a la vez, de los cuales muchos viven aún, y otros ya duermen. Después apareció a Jacobo; después a todos los apóstoles; y al último de todos, como a un abortivo, me apareció a mí. Porque el amor de Cristo nos constriñe, pensando esto: que si uno murió por todos, luego todos murieron; y por todos murió, para que los que viven, ya no vivan para sí, sino para aquel que murió y resucitó por ellos. De manera que nosotros de aquí en adelante a nadie conocemos según la carne; y aun si a Cristo conocimos según la carne, ya no lo conocemos así. De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.

El apóstol Pablo en la segunda carta a los corintios capitulo 5:15 escribió “y por todos murió, para que los que viven, ya no vivan para sí, sino para aquel que murió y resucitó por ellos” La resurrección de Jesucristo es la base de nuestra vida cristiana. Dediquemos nuestra vida al servicio del Señor resucitado. Un misionero conto de una joven que se crio en la fe musulmana. Escuche muy bien esto: esta joven estaba muy enferma cuando el misionero la visito, le hablo de Jesucristo y ella confió en él su Salvador y Señor personal. la enfermedad de la joven se empeoro, un día la muchacha murió, la mamá de la muchacha corrió al misionero y le preguntó: ¿Qué hizo usted a mi hija?, pensando que la madre le culpaba de la muerte de su hija el misionero respondió que no le había hecho nada. Pero la mujer le respondió: si, usted hizo algo, ella murió con una sonrisa en la cara y esa no es la manera en que morimos los musulmanes. Sean bienvenidos a seguidores del maestro. Una producción de Radio Bautista Centro De Vida y Lifeword en español. El día de hoy daremos inicio a la serie Atentamente Pablo, con la lección La Resurrección: Base De Nuestra Vida Cristiana. Atentamente Pablo es el titulo de esta nueva serie aquí en seguidores del maestro. La Resurrección: Base De La Vida Cristiana es el titulo de la primera lección de esta serie.  ¡Jesucristo vive! Su resurrección produce una esperanza viva en el creyente que llega a ser la dinámica de toda su vida. La resurrección prueba que Jesucristo es el Hijo eterno   de nuestro Dios, y hace posible nuestra salvación, porque mientras la reconciliación con Dios ocurre por medio de la muerte de Cristo, la salvación es nuestro mi estimado oyente por medio de Su vida (Romanos 5:10). La resurrección hace posible el ministerio actual de Cristo, el de interceder por nosotros delante de nuestro Dios (Hebreos 7:25; 1 Juan 2:2). Además, nos da la esperanza bendita de la segunda venida de Cristo (1 Tesalonicenses 4:13-17). Los salvos ya no debemos vivir para nosotros mismos,  sino para Cristo que murió por nosotros y resucitó  (2 Corintios 5:15).  Para entrar en materia sobre este tema, pensemos en el hecho de la resurrección. En la muerte de Cristo podemos ver la revelación suprema del odio de Dios por el pecado, pero también podemos ver Su amor por el ser humano y Su gracia redentora. La muerte de Jesucristo no fue un accidente ni algo de lo cual Él no podía escapar.  Cristo voluntariamente entregó Su vida (Juan 10:17,   18),  pues  por esta razón vino a este mundo  (Mateo 20:28). Así que,  para  cumplir el plan eterno de Dios, Jesucristo murió. Debemos pensar no solamente en la resurrección de nuestro Señor Jesucristo. Debemos pensar también en la sepultura de Jesucristo: Al morir Jesús, los discípulos se esparcieron y ocurrió algo muy particular, y es que no solamente se esparcieron, sus discípulos se escondieron. Por eso, otros tuvieron que sepultar el cuerpo de Jesús. uno de ellos fue un hombre llamado José, del pueblo de Arimatea, era un discípulo secreto de Jesucristo. Se presentó ante Pilato y le pidió el cuerpo de Jesús para sepultarlo. Pilato se lo concedió. Cerca del lugar de la crucifixión había un huerto. En el huerto había un sepulcro que pertenecía a José. Dicho sepulcro era uno esculpido de una peña   con cinceles   en el cual nunca   se habían   puesto ningún cadáver.  Aquí colocaron el cadáver de Jesús. Mientras   que   José proveyó la tumba,   un hombre llamado Nicodemo proveyó las especias aromáticas para embalsamar el cuerpo. El evangelio de juan capitulo 19: 39 dice: También Nicodemo, el que antes había visitado a Jesús de noche,  vino trayendo un compuesto de mirra y de áloes,  como   cien libras. Es extraordinario que   Jesús tuviera un sepulcro esculpido de una roca, pues los pobres comúnmente se enterraban en la tierra, es lo mismo que sucede hoy en día si no tenemos la suficiente solvencia económica para poder construir, simplemente nos llevan y entierran en el suelo. Solamente los ricos de aquel entonces podían proveer una tumba esculpida de roca. La sepultura de Jesucristo cumplió la profecía de Isaías 53:9 “Con los ricos fue en su muerte…” hemos hablado de la resurrección, hemos hablado de la tumba, pero también hablemos de la guardia que cuidaba aquella tumba. Los enemigos de Jesús fueron a Pilato y le dijeron:  «Señor,  nos acordamos de que aquel engañador dijo,   viviendo   aún:  Después de tres días resucitaré.  Manda, pues, que se asegure el sepulcro hasta el tercer día,  no sea que vengan sus discípulos de noche, y lo hurten,  y digan al pueblo: Resucitó de entre los muertos.  Y será el postrer error peor que el primero»  (Mateo 27:63, 64). Así que Pilato mandó a un grupo de soldados romanos que guardaran la tumba. Se puso el sello romano oficial en la entrada de la tumba. El castigo por quebrar ese sello era literalmente la muerte. Otro especto en el cual debemos pensar es la presencia del ángel en aquel lugar: Muy temprano la mañana del domingo, ciertas discípulas de Jesús llegaron al sepulcro,  llevando  consigo especias aromáticas para terminar el trabajo de embalsamar el cuerpo. Pero otro visitante había llegado antes que ellas: un ángel de Dios. Por medio de un terremoto,   la gran piedra   fue quitada   de la puerta del sepulcro.  Los soldados que guardaban el sepulcro se desmayaron. Al llegar las mujeres a la tumba, vieron al ángel y se asustaron.  Pero el ángel dijo: «No temáis vosotras; porque yo sé que buscáis a Jesús, el que fue crucificado.  No está aquí, pues ha resucitado,  como dijo.  Venid,  ved  el lugar donde fue puesto   el Señor»  (Mateo 28:5,  6). Las mujeres,  entonces, corrieron a contar las noticias a los demás discípulos. Al despertar los soldados, corrieron a reportar todo a los principales sacerdotes. Estos les dieron dinero para que dijeran: «Sus discípulos vinieron de noche, y lo hurtaron, estando nosotros dormidos»  (Mateo 28:13). Si los soldados de veras hubieran dormido durante su vigilia, los sacerdotes los habría reportado a Pilato y él los habría ejecutado. Pero los líderes religiosos querían ocultar la verdad y propagaron una mentira.  La mayoría de los judíos todavía creen esta mentira hasta el día de hoy. Ahora bien, después de estos detalles, debemos pensar en las evidencias de la resurrección de Cristo. Examinemos unas de las evidencias de la resurrección de Cristo, para fortalecer la fe de unos y convencer a otros: En primer lugar, el sepulcro vacío es la evidencia más grande. Si los enemigos de Cristo pudieran mostrar que en el sepulcro están los restos de un cadáver que pudiera ser identificado como el Mesías, lo habrían hecho hace siglos. Pero la tumba estaba vacía, y sólo podían mentir acerca de cómo desapareció el cuerpo. Si los discípulos de veras robaron el cuerpo,  ¿qué hicieron con él? Ninguna tradición entre los judíos jamás pretendió haber identificado otro cuerpo como el cuerpo robado de Jesús. la segunda evidencia es que el cambio en los discípulos no se puede explicar de otra manera. Un día eran cobardes, huyendo de sus enemigos. Pero después, estaban predicando audazmente a los mismos asesinos de Jesús, diciéndoles que Dios lo había resucitado. Todos los apóstoles menos uno dio sus vidas a causa de su creencia en la resurrección de Jesucristo. ¿Cómo se puede explicar este cambio aparte de la veracidad de la resurrección? En tercer lugar, tenemos que la venida del Espíritu Santo es la evidencia más gloriosa de la resurrección de Cristo. En Juan 14, Juan 16 y Hechos 1, Jesucristo prometió que regresaría al Padre y que enviaría al Espíritu Santo. dice el evangelio de Juna 16:7 «Pero yo os digo la verdad:  Os conviene que yo me vaya; porque si no me fuera, el Consolador no vendría a vosotros;  más si me fuere, os lo enviaré». La venida del Espíritu Santo probó que Cristo regresó al Padre. El cambio en los que creen hoy día también es una evidencia de que Jesucristo todavía vive. El apóstol Pedro habló de una «esperanza viva» que tenemos en nuestro corazón a causa de la resurrección de Jesucristo (1 Pedro 1:3). Un misionero contó de una joven que se crio en la fe musulmana. Escuche muy bien esto: esta joven estaba muy enferma cuando el misionero la visitó. Le habló de Jesucristo , y ella confió en Él como su Salvador y Señor. La enfermedad de la joven se empeoró. Un día la muchacha murió. La mamá de la muchacha corrió al misionero y le preguntó: «¿Qué hizo usted a mi hija?» Pensando que la madre le culpaba de la muerte de su hija, el misionero le respondió que no le había hecho nada.  Pero la mujer le respondió: «Sí, usted hizo algo. Ella murió con una sonrisa en la cara,  ¡y esa no es la manera en que morimos los musulmanes!» El hecho de que Jesucristo vive tiene importancia hoy en día. Dice la primera carta del apóstol Pablo a los corintios 15:20-22 «Mas ahora Cristo ha re- su citado de los muertos; primicias de los que durmieron es hecho. Porque por cuanto la muerte entró por un hombre,  también por un hombre la resurrección de los muertos. Porque, así como en Adán todos mueren, también en Cristo todos serán vivificados». Otro especto importante en el cual debemos pensar es que nuestra vida está en Cristo. El verdadero significado de la resurrección de Jesucristo no es meramente que el sepulcro está vacío, que las profecías se cumplieron, o que lo que está registrado en la Biblia es cierto y que la expiación fue hecha y la salvación es accesible. Es mucho más que todo eso. El significado mayor de la resurrección de Cristo se puede resumir en una frase muy breve. Preste mucha atención: ¡Jesucristo vive hoy! Vive hoy, y nos regocijamos en nuestra   comunión espiritual con Él. Es algo maravilloso ser salvos, porque podemos disfrutar del compañerismo del Cristo vivo después de aceptarlo como nuestro salvador.  Tantas personas se satisfacen con el hecho de aceptar a Cristo y recibir el perdón, pero la salvación   hace   posible que cada creyente   experimente también una vida abundante (Juan 10:10). Compartimos los beneficios de Su resurrección de la misma manera en que compartimos los beneficios de Su muerte expiatoria. Jesucristo resucitó de la muerte para poder ser nuestro compañero diario, nuestro Señor omnipresente. Dice Romanos 6:4 «…como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en nueva vida ». No sólo vivimos los creyentes una nueva vida por la resurrección de Cristo (Efesios 2:1; Colosenses 2:12), sino que la vida que vivimos no es de nosotros,  sino de Cristo. Dice Gálatas 2:20 «Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, más vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí». La « nueva vida »  que experimentamos es la vida del Señor resucitado que vive por medio de los creyentes  (Romanos 6:4). El que ha «resucitado con Cristo» seguramente buscará «las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios» (Colosenses 3:1). Cuando usted aceptó a Cristo, el hombre pecador o la mujer pecadora murieron. Así el salvo vive según las cosas del Espíritu a causa de la naturaleza divina dos preguntas importantes resultan de esta meditación ¿Está usted viviendo para sí mismo? ¿O vive para Cristo que murió por usted y resucitó? Que Dios le bendiga a usted mi estimado oyente al haber estado escuchando el mensaje de su palabra, que Dios obre de manera muy especial, si Dios todo poderos nos lo permite nos vamos a escuchar en la próxima lección.

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