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Jesús Y El Joven Rico
Jesús Y El Joven Rico
Paul Tinoco Huaraca
(Centro De Vida)
Duración: 00:13:52 Minutes
Listens:
75
Aired on Jun 29, 2019

Escritura

Marcos 10:17-27

Al salir él para seguir su camino, vino uno corriendo, e hincando la rodilla delante de él, le preguntó: Maestro bueno, ¿qué haré para heredar la vida eterna? Jesús le dijo: ¿Por qué me llamas bueno? Ninguno hay bueno, sino sólo uno, Dios. Los mandamientos sabes: No adulteres. No mates. No hurtes. No digas falso testimonio. No defraudes. Honra a tu padre y a tu madre. El entonces, respondiendo, le dijo: Maestro, todo esto lo he guardado desde mi juventud. Entonces Jesús, mirándole, le amó, y le dijo: Una cosa te falta: anda, vende todo lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven, sígueme, tomando tu cruz. Pero él, afligido por esta palabra, se fue triste, porque tenía muchas posesiones. Entonces Jesús, mirando alrededor, dijo a sus discípulos: ¡Cuán difícilmente entrarán en el reino de Dios los que tienen riquezas! Los discípulos se asombraron de sus palabras; pero Jesús, respondiendo, volvió a decirles: Hijos, ¡cuán difícil les es entrar en el reino de Dios, a los que confían en las riquezas! Más fácil es pasar un camello por el ojo de una aguja, que entrar un rico en el reino de Dios. Ellos se asombraban aun más, diciendo entre sí: ¿Quién, pues, podrá ser salvo? Entonces Jesús, mirándolos, dijo: Para los hombres es imposible, más para Dios, no; porque todas las cosas son posibles para Dios.

Le invito a abrir la Palabra de Dios en el libro de Marcos capítulo 10:17-27, hoy estudiaremos el encuentro que tuvo Jesús con un joven rico. el mensaje de este estudio se titula La palabra de Dios dice “Al salir él para seguir su camino, vino uno corriendo, e hincando la rodilla delante de él, le preguntó: Maestro bueno, ¿qué haré para heredar la vida eterna? Jesús le dijo: ¿Por qué me llamas bueno? Ninguno hay bueno, sino sólo uno, Dios. Los mandamientos sabes: No adulteres. No mates. No hurtes. No digas falso testimonio. No defraudes. Honra a tu padre y a tu madre. El entonces, respondiendo, le dijo: Maestro, todo esto lo he guardado desde mi juventud. Entonces Jesús, mirándole, le amó, y le dijo: Una cosa te falta: anda, vende todo lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven, sígueme, tomando tu cruz. Pero él, afligido por esta palabra, se fue triste, porque tenía muchas posesiones. Entonces Jesús, mirando alrededor, dijo a sus discípulos: !Cuán difícilmente entrarán en el reino de Dios los que tienen riquezas! … Ellos se asombraban aún más, diciendo entre sí: ¿Quién, pues, podrá ser salvo? Entonces Jesús, mirándolos, dijo: Para los hombres es imposible, más para Dios, no; porque todas las cosas son posibles para Dios.” Cierto día mientras Jesús se encontraba en Perea, una ciudad localizada al oriente del río Jordán, se presentó a su encuentro un hombre, este hombre tenía ciertas características, en primer lugar, era un hombre joven, probablemente tenia entre veinte y treinta años, en segundo lugar, era un hombre muy rico y acaudalado, un joven con la billetera bien cargada, es poco probable que un hombre se vuelva rico a tan corta edad, así que probablemente recibió una gran herencia de su familia. En tercer lugar, este hombre era un principal entre los judíos, algunos teólogos creen que era el líder de una sinagoga o lugar donde se reunía el pueblo para estudiar las escrituras, y por último era un hombre con un carácter moral y religioso admirable.  Era el prototipo ideal de yerno que todo padre quisiera para su hija. Marcos cuenta que este joven vino a Jesús corriendo, a pesar de que en los tiempos de Jesús la gente de prestigio no corría, ya que al correr se les levantaba su túnica y se exponían a que la gente les viera sus piernas, esto era considerado poco digno y hasta vergonzoso, por tal motivo nadie que era respetable en el pueblo lo hacía, sin embargo, él lo hizo y con esta actitud vemos el entusiasmo y el interés que tenía por conocer a Jesús. A pesar de todos sus logros religiosos, este hombre en lo más profundo de su ser sabía que algo le faltaba, sabía que había una duda dolorosa respecto a su relación con Dios, sabía que no tenía vida eterna, así que fue donde la persona indicada para responder todas sus preguntas. Se acercó a Jesús, se arrodillo delante de él y le hizo la pregunta del millón, era la pregunta que casi todos algún día nos lo hemos hecho. Le dijo “maestro bueno ¿Qué debo hacer para heredar la vida eterna?” Ante esta pregunta, Jesús le responde “¿Por qué me llamas bueno? Ninguno hay bueno sino solo uno, Dios” antes de responder su pregunta Jesús quería que este joven entendiera bien el concepto de ser una persona buena, muchos tenemos un concepto equivocado en este tema. La palabra bueno es algo absoluto y no relativo, las personas pueden mostrar ciertos actos de bondad, pero solo Dios es absoluta, perfecta y eternamente bueno. Jesús conocía que este hombre tenía un concepto equivocado de sí mismo, él se creía justo, él se creía bueno, y esto no era cierto. Así como este joven muchos en el mundo tienen el concepto de que son personas buenas que a veces hacen cosas malas, sin embargo, el concepto que la Biblia enseña es todo lo contrario, somos personas malas que por la gracia y misericordia de Dios a veces hacemos cosas buenas. Nacemos con una naturaleza inclinada al pecado, el Apóstol Pablo describe bien nuestra condición en la carta a los Romanos 3:10 donde dice “no hay justo, ni aun uno; no hay quien entienda, no hay quien busque Dios, todos se desviaron, a una se hicieron inútiles, no hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno”. Cuando nos comparamos con personas como Hitler, Stalin, Sadam Husein, Bin Laden u otro, al lado de ellas parecemos personas buenas, justas, respetables, dignas de admiración, sin embargo, cuando nuestro estándar no es el Hombre sino Dios, solo nos queda reconocer nuestra maldad e inmundicia delante de él. Seguido a esto le dice “los mandamientos sabes: no adulteres, no mates, no hurtes, no digas falso testimonio, no defraudes, honra a tu padre y a tu madre” a lo que el joven rico contesta “maestro todo esto lo he guardado desde mi juventud”.   Jesús no tenía en mente enseñar a este joven que para que pueda ser salvo él tenía que guardar cada uno de los mandamientos, sino todo lo contrario, Jesús quería mostrarle cuán lejos estamos de cumplir la ley de Dios. El Apóstol Pablo cita en Romanos 3:20 “ya que por las obras de la ley ningún ser humano será justificado delante de él, porque por medio de la ley es el conocimiento del pecado” La ley de Dios es como un espejo que deja al descubierto nuestro pecado, y si somos sinceros cada uno de nosotros ha quebrantado la ley no solo una, sino miles de veces. Este joven vivía tan cegado por su religión que no entendía realmente el estado pecaminoso de su alma, él creía que guardar la ley tenía que ver simplemente con cumplirla externamente, sin embargo, la ley de Dios evalúa aún las intenciones del corazón. En lugar de guardar la ley como creía que lo estaba haciendo, la violaba a diario en su mente y en su corazón. Ante la respuesta del joven Jesús pudo haberle dicho “oye tu eres un hombre mentiroso y arrogante, yo te conozco y sé que miles de veces en tu vida has quebrantado la ley de Dios” sin embargo no lo hizo, las escrituras dicen “Jesús mirándole, le amo” que gracia más maravillosa, Jesús era un hombre compasivo y lleno de misericordia y esto se reflejaba en sus palabras y en su actitud. “Una cosa te falta” fueron las palabras de Jesús a este joven “anda y vende todo lo que tienes y dalo a los pobres y tendrás tesoro en el cielo; y ven sígueme, tomando tu cruz” ¿Qué cosa le faltaba a este joven? ¿acaso si este joven vendía todas sus posesiones y se las daba a los pobres tenia entrada en el reino de los cielos? Creo que no, el punto era que el primero tenía que quitar o remover el ídolo que había en su corazón para hacer de Jesús el único objeto de adoración, deleite y satisfacción, y la evidencia de que su amor por el dinero quedaba en segundo plano era el venderlo todo y entregarlo a los pobres. En otras palabras, los que Jesús realmente le estaba diciendo era esto “Joven imagínate una vida sin dinero, imagínate una vida sin bienes materiales, sin casa, sin carro, sin ropa lujosa, sin cuenta bancaria, imagínate una vida en la que únicamente me tuvieras a mí, ¿estarías satisfecho? Y la respuesta del joven fue no. Dice el texto “entonces afligido por esta palabra se fue triste, porque tenía muchas posesiones” ¿saben porque se fue triste? Porque prefirió sus riquezas que a Jesús. La biblia dice “Ninguno puede servir a dos señores; porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o estimará al uno y menospreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas” la riqueza terrenal y la satisfacción temporal era el dios de este hombre y cuando había que tomar una decisión él eligió a quien verdaderamente amaba. ¿Significa esto que todos los cristianos o seguidores de Cristo tienen que ser pobres? Claro que no, el problema de este muchacho no era que tenía muchos bienes, el problema radicaba en que los bienes lo tenían a él, él era un esclavo de sus riquezas. Seguido a esto Jesús mirando alrededor dijo ¡cuán difícilmente entrarán en el reino de Dios los que tienen riquezas ¡Ante esto los discípulos se asombraron y dijeron ¿Quién pues podrá ser salvo? A lo que Jesús respondió “Para los hombres es imposible” esta es una de las verdades más grande en toda la Biblia. La salvación es imposible de alcanzar por medio de méritos o esfuerzos humanos. “más para Dios no hay nada imposible” la salvación únicamente depende de la obra de Dios, el diseño un plan maravilloso de salvación, un plan lleno de gracia y misericordia, él se hizo hombre así como nosotros, vivió una vida perfecta, y como cordero sin mancha y sin pecado fue llevado al matadero, y en esa cruz cargó con el pecado del hombre y  en ese madero llevó toda nuestra maldad e inmundicia, sin embargo ahí no quedo todo, la muerte no tuvo poder sobre él y al tercer día resucitó de entre los muertos y ahora ofrece vida eterna y salvación a todo aquel que humildemente reconoce su bancarrota espiritual, se acerca a él con un corazón arrepentido y deposita su fe y su confianza únicamente en él.  Amado amigo tenemos que tomar una decisión, podemos irnos tristes a nuestra casa, así como este joven rico y disfrutar por un tiempo de los placeres y juguetes terrenales que este mundo puede ofrecer y acabar en el tormento eterno o podemos dejarlo todo y seguirle a únicamente él y disfrutar de su presencia por toda la eternidad. ¿Qué camino eliges?

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