Nadie tiene mayor amor que este, que uno ponga su vida por sus amigos. Vosotros sois mis amigos, si hacéis lo que yo os mando. Ya no os llamaré siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor; pero os he llamado amigos, porque todas las cosas que oí de mi Padre, os las he dado a conocer.

Todos tenemos días buenos y días malos. Pero lo importante, es tener a alguien, con quien contar o compartir, ¿cuenta usted con alguien así? En este día Dios te invita a experimentar su presencia, El desea, que sientas su cercanía. En nuestro pasaje de hoy, nos llama amigos. En el mundo es difícil encontrar buenos amigos, fieles, incondicionales, amorosos y comprensivos. Sabías que quien se acerca más Dios, puede experimentar su gracia y misericordia. Cultivemos una bella amistad con Dios cada día, y gocemos en El en todo momento. En Jesús, no solo podemos experimentar su verdadera e incomparable amistad, también nos hace ver y tratar a los demás, tal a como El las ve. Por ende, podemos ofrecer al mundo, la verdadera amistad que tanto hace falta.