Escritura
Por muy insignificantes que sean sus regalos, cuando mis hijos me dan algo, lo aprecio. Lo aprecio, no por el valor del regalo, sino porque viene de parte de mis hijos. El cariño que desean mostrarme, el hecho de que desean hacer algo para mí, en demostración del afecto que me tienen, hace que el regalo, por insignificante que sea, llegue a ser un tesoro de gran valor. Otra persona me podría dar algo de más valor y no sería apreciado de igual manera, porque no viene de mis hijos. Alguien podría darme algo de igual valor que lo que mis hijos me das, y quizás vaya a la basura, debido a que no tiene ningún precio para mí. Debido al hecho de que no viene de parte de mis hijos. Lo que estoy tratando de decir, es que hay algo en el hecho que venga de mis hijos, que le da un valor especial a las cosas. Y todo esto lo he dicho, porque lo mismo sucede con nuestro Padre celestial.
Otros archivos en esta serie
(Lifeword)
(Lifeword)
(Lifeword)
(Lifeword)
(Lifeword)
(Lifeword)
(Lifeword)
(Lifeword)