Escritura
Ardillita: Hola Javierita, me ha agarrado la tarde, esta lluvia parece que no pasara nunca. Javiera: Hola Lulu, es verdad ha llovido mucho, hay zonas que se han inundado y han tenido que llevar a las personas a lugares seguros Ardillita: A esos lugares se les llama refugios o albergues. ¿Sabías que antes en Israel existían ciudades que eran usadas como refugios? Javiera: De verdad, ¿es que también llovía mucho? Ardillita: Bueno no tenían que ver con lluvias, sino que fueron ordenadas por Dios y establecidas por Josué líder de Israel, para las personas que hicieran daño o mataran a otra accidentalmente. Javiera: Osea que, si alguien sin querer hacía daño a otra persona, ¿tenía que irse a vivir a esta ciudad? Ardillita: Si, al menos mientras se investigaba y se aclaraba su inocencia. Tenía que permanecer en este lugar, para que no fuera encontrado por los familiares de la persona agredida, y cobraran venganza. Javiera: Estas ciudades eran como un lugar de salvación para los que venían a ellas, ya que los familiares de la víctima seguro molestos no escucharían explicación, sino que querían desquitárselas. Ardillita: Así es. Por esta razón el acusado no debía dejar la ciudad hasta que se demostrara su inocencia, mientras estuviera refugiado en la ciudad estaba a salvo, pero si se escapaba, podría hasta morir. Javiera: Que sabio y amoroso es nuestro Dios. El siempre pensando en el inocente. Nosotros muchas veces culpamos a otro de haber hecho algo y que quizás no lo hizo, y ya lo condenamos, pero Dios no es así.