Escritura
Luc 12:39 Pero sabed esto, que si supiese el padre de familia a qué hora el ladrón había de venir, velaría ciertamente, y no dejaría minar su casa. Luc 12:40 Vosotros, pues, también, estad preparados, porque a la hora que no penséis, el Hijo del Hombre vendrá.
Jesús ha prometido que regresara por segunda vez, para llevarse consigo al cielo, la morada eterna celestial, la casa del su Padre, a todos aquellos que le estén aguardando. Alguien dijo: el cielo es un lugar preparado para gente preparada. ¿Es usted uno de aquellos, ha hecho preparativos para irse a este lugar? Muchas cosas de la vida temporal, requieren necesariamente de ciertos preparativos para llevarlas a cabo, pero cuando se trata del aspecto espiritual, la preparación es mucho más relevante. Por su importancia, no podemos darnos el lujo de quedarnos solo con un sentimiento de falta de preparación, ya que no se cuentan con segundas o terceras oportunidades, el tiempo es ahora. ¿Y cómo puede empezar esa preparación? Arreglando de una vez por todas el problema del pecado en su vida. La biblia dice en Romanos 3:23, “por cuanto todos pecaron”. Nadie en este mundo está exento de esta verdad. También es una realidad que todos los que están en el pecado están destinados a sufrir las consecuencias del mismo, Romanos 6:23 dice que: “la paga del pecado es muerte” y esta muerte espiritual es una separación eterna con Dios. Después de conocer estas realidades, pareciera imposible entonces que tal preparación pueda ser posible, porque ¿Cómo puedo librarme de ellas? Permítame darle otra verdad capital. Dios siempre está preparado y dispuesto a perdonar. Isa 1:18 Venid luego, dice Jehová, y estemos a cuenta: si vuestros pecados fueren como la grana, como la nieve serán emblanquecidos; si fueren rojos como el carmesí, vendrán a ser como blanca lana.