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Sin llegar a la meta
Ps. Javier Muñoz
(Asociacion Mision Bautista de Nicaragua)
Duración: 00:10:12 Minutes
Listens:
18
Aired on Sep 01, 2022

Escritura

Marcos 10:17-22

Mar 10:17 Al salir él para seguir su camino, vino uno corriendo, e hincando la rodilla delante de él, le preguntó: Maestro bueno, ¿qué haré para heredar la vida eterna? Mar 10:18 Jesús le dijo: ¿Por qué me llamas bueno? Ninguno hay bueno, sino sólo uno, Dios. Mar 10:19 Los mandamientos sabes: No adulteres. No mates. No hurtes. No digas falso testimonio. No defraudes. Honra a tu padre y a tu madre. Mar 10:20 El entonces, respondiendo, le dijo: Maestro, todo esto lo he guardado desde mi juventud. Mar 10:21 Entonces Jesús, mirándole, le amó, y le dijo: Una cosa te falta: anda, vende todo lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven, sígueme, tomando tu cruz. Mar 10:22 Pero él, afligido por esta palabra, se fue triste, porque tenía muchas posesiones.

¿Es usted de aquellas personas que termina todo lo empieza, o es de aquellas que inician tantas cosas, pero luego las van dejando abandonadas por el camino? Si somos así no llegaremos ni logramos nada en la vida. En esta ocasión a Palabra de Dios nos cuenta la historia de un joven que, a pesar de su corta edad, ya disfrutaba del éxito profesional y material. Era un hombre exitoso, sin duda alguna, tuvo que haber aprendido desde su corta edad a ser responsable, disciplinado y sobre todo a ser esforzado, por eso tenía muchas riquezas, siendo relativamente joven. Ahora, como toda persona visionaria, progresista y amante al éxito. En algún momento se dio cuenta que, aunque poseía, según su apreciación una alta moralidad, todavía le faltaba seguridad, en cuanto a su destino eterno se refiere. En este tema miro una meta que cumplir: ¿Cómo obtengo la vida eterna? ¿Qué tengo que hacer? ¿Por dónde empiezo y como termino? Era un hombre acostumbrado a alcanzar sueños, metas, a disfrutar logros. La inteligencia de este hombre fue tal, que no dudo en ir a la persona correcta para saber qué hacer. Con una sincera intención se presentó donde Jesús para que le señalara la ruta hacia la vida eterna. Pero Jesús no se la puso nada fácil. Jesús fue al punto más débil del eslabón, de la vida de este hombre, las riquezas. Ahora, no era la intención de Jesús complicarle la vida a aquel hombre, esto no era rechazo por la actitud engreída de aquel hombre, todo lo contrario, Jesús le estaba mostrando amor, compasión y por ello le hablo con la verdad. En cuando a las riquezas, para aquel hombre era su más grande pasión, ocupaban el primer lugar en su vida. Para él de eso dependía todo en la vida, en eso estaba su confianza, placer y satisfacción. Por eso cuando escucho a Jesús decirle: tienes que desacerté de todos tus bienes (que precisamente eran logros y metas alcanzadas con su esfuerzo y empeño), se afligió, se desanimó, todo su entusiasmo, euforia frente al reto esperando, de vio esfumado, al enterarse que, para ganar, tenía que perder. Hay que aclarar que lo esencial aquí no era convertirse en pobre materialmente hablando para ser rico espiritualmente. Lo que este hombre tenía que saber era que, amando más a las riquezas, poniendo toda su confianza en ellas, antes que, en Dios, no podría lograr lo deseado, la vida eterna. Confiar, aceptar y seguir al que tenía frente a él, a Jesús, era y sigue siendo el único camino a la vida eterna. No es lo que podemos hacer nosotros, es lo que Jesús hizo en la Cruz en favor del pecador, Él es su único redentor. Desanimado y triste, se fue, no tras su sueño, su meta, que lo había llevado a Jesús, alcanzar la vida eterna, nadie estuvo más cerca de la vida eterna, que este hombre, pero la rechazo, y de esta manera rompía su invicto, en cuanto a logros y metas de la vida se refiere. Esta meta no pudo comenzarla, inmediatamente renuncio por ser algo demasiado duro o difícil de alcanzar. Cuantas otras metas continuaría alcanzando el reto de su vida, pero en su recuerdo siempre estaría presente aquel fracaso, aquella gran riqueza que no pudo alcanzar. Estimado radio escucha. Quizás usted pueda identificarse con este personaje. Usted ha obtenido muchos logros en diferentes campos de la secularidad. Pero, se ha preguntado, ¿Qué pasaría si usted muriera hoy? ¿A dónde cree o piensa usted que va? ¿Se considera una persona pecadora o piensa que lo que usted hace mal, no es realmente tan malo como para merecer un justo castigo? ¿Ha pensado usted en la existencia del cielo y del infierno? Ambos lugares, según la Biblia, son real. Y nuestro destino a cualquiera de estos dos lugares, no depende tanto de lo que nosotros podamos hacer, ¿sabe porque? porque no tenemos que hacer nada para ir al infierno, pues el pecado conduce hacia él cada día. ¿Podría hacer algo para salvarme? Tampoco, ya aprendimos en la historia de este joven rico. Pero si en vez de preocuparte por hacer algo, porque mejor no vienes al que lo hizo por ti. Hubo un hombre que también se interesó en la salvación Hch 16:29  El entonces,  pidiendo luz,  se precipitó adentro,  y temblando,  se postró a los pies de Pablo y de Silas; Hch 16:30  y sacándolos,  les dijo:  Señores,  ¿qué debo hacer para ser salvo? Hch 16:31  Ellos dijeron:  Cree en el Señor Jesucristo,  y serás salvo,  tú y tu casa. Hch 16:32  Y le hablaron la palabra del Señor a él y a todos los que estaban en su casa. Hch 16:33  Y él,  tomándolos en aquella misma hora de la noche,  les lavó las heridas;  y en seguida se bautizó él con todos los suyos.   Este hombre creyó y la biblia dice: Jua 3:18  El que en él cree,  no es condenado;  pero el que no cree,  ya ha sido condenado,  porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios.   Te gustaría ahora mismo tomar una decisión: Hch 3:19  Así que,  arrepentíos y convertíos,  para que sean borrados vuestros pecados;  para que vengan de la presencia del Señor tiempos de refrigerio,   Rom 10:9  que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor,  y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos,  serás salvo.   Amado amigo, no permita que haya algo que lo detenga de tomar esta decisión. De ella depende su destino eterno. Culmine esta meta de índole eterna, y recuerde no tiene que hacer nada, Jesús ya lo hizo por usted. Para usted creyente, cristiano, también hay una lección para tu crecimiento espiritual. Muchos cristianos pueden tener una sincera intención: De buscar a Dios De agradar a Dios De servir a Dios De honrar a Dios Son metas sin cumplir con las que se está lidiando año tras año. Pero habría que pensar que nos está sirviendo de tropiezo para no alcanzarlas. Revisar que cosas que hay que ordenar en cuanto a nuestro trabajo, estudio o vida social. Sera que hay que establecer reglas y seguirlas fielmente en cuanto al uso del dinero, al tiempo con tus amigos, con las redes sociales, el celular, la Tv o el deporte. El fracaso o atraso que sufre tu vida espiritual puede deberse a decisiones, que no has tomado o que tomaste mal. Pero ahora Dios te da una oportunidad para hacer lo correcto, es tu oportunidad de luchar para llevar a término tus metas espirituales. Quizás podrías empezar por leer y meditar en la Palabra de Dios, por tener un tiempo de oración con Dios cada día. Pero piensa en aquellas cosas que debes renunciar, para que puedan abrir un espacio para estas tareas espirituales. Es tiempo de tomar una decisión: Jos 24:15  Y si mal os parece servir a Jehová,  escogeos hoy a quién sirváis;  si a los dioses a quienes sirvieron vuestros padres,  cuando estuvieron al otro lado del río,  o a los dioses de los amorreos en cuya tierra habitáis;  pero yo y mi casa serviremos a Jehová.   Josué ya tenía una decisión una meta en la que trabajar, ¿y tú? Bendiciones.