2 Pero tú, Belén Efrata, aunque eres pequeña entre las familias de Judá, de ti me saldrá el que ha de ser gobernante en Israel. Y sus orígenes son desde tiempos antiguos, desde los días de la eternidad. 3 Por tanto, Él los abandonará hasta el tiempo en que dé a luz la que ha de dar a luz. Entonces el resto de sus hermanos volverá a los hijos de Israel. 4 Y Él se afirmará y pastoreará su rebaño con el poder del Señor, con la majestad del nombre del Señor su Dios. Y permanecerán, porque en aquel tiempo Él será engrandecido hasta los confines de la tierra.

La Juventud de Jesucristo (2:1-23) La Visita de los Magos (2:1-12) Jesucristo nació en Belén de Judea durante el reino de Herodes Belén (“casa de pan”) fue el lugar donde David nació, 5 millas del sur de Jerusalén 2 Pero tú, Belén Efrata, aunque eres pequeña entre las familias de Judá, de ti me saldrá el que ha de ser gobernante en Israel. Y sus orígenes son desde tiempos antiguos, desde los días de la eternidad. 3 Por tanto, Él los abandonará hasta el tiempo en que dé a luz la que ha de dar a luz. Entonces el resto de sus hermanos volverá a los hijos de Israel. 4 Y Él se afirmará y pastoreará su rebaño con el poder del Señor, con la majestad del nombre del Señor su Dios. Y permanecerán, porque en aquel tiempo Él será engrandecido hasta los confines de la tierra. (Miqueas 5:2-4) La familia de Herodes reinaba sobre Israel entre 40 a.C. a 100 d.C. El Herodes de Mateo 2 es Herodes I el Grande (74-4 a.C.) Usualmente Roma designó gobernadores que dieron cuanta a los senadores romanos. Fue raro para tener un rey local como Herodes. Los judíos no aceptaron a Herodes porque el fue medio judío y por su brutalidad. Herodes tuvo 10 esposas y mató a muchas de ellas y algunos de sus hijos porque pensó que tramaron un complot contra él. Herodes sufrió mucho físicamente porque Dios le juzgó por sus pecados, y finalmente murió por su impiedad, según el histórico Tito Flavio Josefo (37-100 d.C.). Después que Jesús nació en 6 a.C., los magos fueron a Jerusalén del este. Jesús probablemente tuvo 2 años cuando llegaron. “Los magos no eran reyes, pero una combinación de sabios y sacerdotes, probablemente de Persia. Combinaron las observaciones de las estrellas con las especulaciones astrológicas. Probablemente tuvieron prominencia en su país por las responsabilidades políticas y religiosas”. (Blomberg, Matthew, vol. 22, NAC, 62). Los magos le preguntaron a Herodes dónde podían encontrara al Mesías: ¿Dónde está el Rey de los judíos que ha nacido? Porque vimos su estrella en el oriente y hemos venido a adorarle. (Mateo 2:2). Mateo 2:2 hace una referencia de Números 24:17: Lo veo, pero no ahora; lo contemplo, pero no cerca; una estrella saldrá de Jacob, y un cetro se levantará de Israel que aplastará la frente de Moab y derrumbará a todos los hijos de Set. A Herodes no le gustó la declaración de los magos y unieron a los principales sacerdotes y a los escribas para determinar donde le Mesías nació (2:3-4). Ellos dijeron a Herodes que según Miqueas 5:2, el Mesías iba a nacer en Belén (2:5-6). Herodes les dijo a los magos que debían reportar a él cuando encontraran al Niño porque dijo que quería alabarle (2:7-8). La estrella que los magos estaban siguiendo les guio al Niño. Cuando vieron a Jesús y a María, alabaron a Jesús (pero no a María). Le ofrecieron oro, incienso y mirra (2:9-11). Una multitud de camellos te cubrirá, camellos jóvenes de Madián y de Efa; todos los de Sabá vendrán, traerán oro e incienso, y traerán buenas nuevas de las alabanzas del Señor. (Isaías 60:6) Dios les advirtió a los magos en un sueño para no regresar a Herodes, y regresaron a su país por otra ruta (2:12).   La Huida a Egipto (2:13-15) El ángel del Señor le advirtió a José por medio de un sueño que él y su familia debían huir a Egipto porque Herodes quería matar al Niño. Este evento fue el cumplimiento de una profecía en el libro de Oseas. Cuando Israel era niño, yo lo amé, y de Egipto llamé a mi hijo. (Oseas 11:1) Herodes Mata a los Bebes Judíos (2:16-23) Herodes mató a todos los niños de dos años para abajo alrededor de Belén. Este evento es similar a las acciones del rey de Egipto durante la vida de Moisés (Éxodo 1:15-2:10). Dios prometió levantar un profeta como Moisés que iba a hablar de parte de Dios (Deuteronomio 18:15-20). Jeremías profetizó la matanza de Herodes en Jeremías 31:15: Se oye una voz en Ramá, lamento y llanto amargo. Raquel llora por sus hijos; rehúsa ser consolada, por sus hijos que ya no existen. Cuando Herodes murió en 4 a.C., el ángel del Señor instruyó a José para regresar con su familia a Israel (2:19-21). El ángel del Señor advirtió a José acerca de Herodes Arquelao, el hijo de Herodes (2:22). Arquelao (4 a.C. a 6 d.C.) fue el etnarca de Judea, Samaria, e Idumea. Los judíos no le aceptaron y hubo muchas rebeliones mesiánicas durante su reino. Durante su reino, el movimiento zelote nació. La familia de Jesús vivía en Nazaret “Nazaret” significa “renuevo”, y es un título para el Mesías. He aquí, vienen días ̶ declara el Señor ̶ en que levantaré a David un Renuevo justo; y Él reinará como rey, actuará sabiamente, y practicará el derecho y la justicia en la tierra. (Jeremías 23:5) José y su familia vivían en Nazaret porque Arquelao no tuvo autoridad en Galilea.   Jesucristo Se Prepara Para Su Ministerio (3:1-4:25) La Predicación de Juan el Bautista (3:1-12) El Bautismo de Jesucristo (3:13-17) La Tentación de Jesucristo (4:1-11) Jesucristo Empieza Su Ministerio (4:12-15) Su Ministerio en Capernaum (4:12-17) Los Primeros Discípulos (4:18-22) iii. Su Ministerio en Galilea (4:23-25) La Predicación de Juan el Bautista (3:1-12) Juan el Bautista fue del linaje de los sacerdotes. Su padre Zacarías fue un sacerdote del grupo de Abías (1 Crónicas 24:10), y su madre fue Elisabet, una descendiente de Aaron (Lucas 1:5). Juan fue un nazarita (Lucas 1:15; Números 6:1-12). (Easton’s Bible Dictionary). “El Bautista” realmente significa “el que bautiza”. El ministerio de Juan estaba en el desierto de Judea, cerca del río Jordán. Esta área estaba entre los montes y el Mar Muerto. Juan predicó, declarando, Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado (3:3). “Arrepentirse” significa, “cambiar la vida, basada en un cambio de actitud y pensamiento acerca del pecado y la santidad”. La confesión y el rechazamiento del pecador es necesario. “El Reino de Cielo” ocurre 33 veces en el Nuevo Testamento, y todos los casos están en el libro de Mateo. La frase “el reino celestial” es usada una vez en 2 Timoteo 4:18. El resto del Nuevo Testamento usa la frase “el reino de Dios”. Mateo 3:3 explica que el profeta Isaías profetizó acerca del ministerio de Juan: “Una voz clama, Preparad en el desierto camino al Señor; allanad en la soledad calzada para nuestro Dios”. (Isaías 40:3) El punto de la profecía es que Juan anunció la venida del reino de Dios, y Jesucristo como el Rey de este reino. Juan tenía un vestido de pelo de camello y un cinto de cuero a la cintura, y comió langostas y miel silvestre para asociarse con Elías el profeta: Era un hombre cubierto de pelo, con un cinturón de cuero ceñido a sus lomos. Y él dijo, Es Elías tisbita (2 Reyes 1:8) He aquí, yo os envío al profeta Elías antes que venga el día del Señor, día grande y terrible. (Malaquías 4:5) Pero yo os digo que Elías ya ha venido, y le hicieron cuanto quisieron, tal como está escrito de él. (Marcos 9:13) La gente de Jerusalén, Judea y todo el distrito cerca del Jordán vino para ser bautizado por Juan. El bautismo se refiere a la inmersión y por lo tanto Juan bautizó en el río Jordán. La palabra literalmente significa, “poner bajo del agua” (BDAG 3rd ed., 164). El bautismo no salva a las personas. Las personas son salvas por medio de confesar sus pecados (3:6). La imagen de las víboras que huyen de la ira de Dios viene de las culebras que huyen del campo cuando la cosecha empieza (Rogers y Rogers, 5). Juan declaró que es necesario para dar frutos dignos de arrepentimiento (3:8). Los que realmente confían en el Señor van a demostrar prueba del arrepentimiento. Pero alguno dirá: Tú tienes fe y yo tengo obras. Muéstrame tu fe sin las obras, y yo te mostraré mi fe por mis obras. (Santiago 2:18) Los fariseos y los saduceos que rechazaron a Jesucristo no eran salvos solamente porque eran los descendientes de Abraham porque Dios tiene la capacidad para levantar hijos a Abraham de estas piedras (3:9). En el arameo y el hebreo, la palabra para niños (banim) es similar a la palabra para las piedras (abinim) (Hagner, 50). Juan declaró que el juicio ya había venido, y Dios iba a cortar los árboles que no tienen fruto y tirarlos al fuego. El buen fruto es el fruto que es digno del arrepentimiento. El bautismo de Juan fue un bautismo con agua para arrepentimiento (3:11). En el libro de Hechos, el fuego es asociado con el Pentecostés, pero en el libro de Mateo, la imagen se refiere al juicio (5:22; 7:19; 13:40, 42, 50; 18:8-9; 25:41). Juan no se sintió digno para quitar las sandalias del Mesías. Este era el trabajo de un siervo en Judea, Grecia y Roma. El bieldo está en su mano y limpiará completamente su era; y recogerá su trigo en el granero, pero quemará la paja en fuego inextinguible. (3:12) El bieldo es un símbolo del juicio. El trigo se refiere a los creyentes que van al Cielo, y la paja se refiere a los incrédulos que van al Infierno (Isaías 34:10; 66:24; Jeremías 7:20).   El Bautismo de Jesucristo (3:13-17) Cuando Jesucristo vino para recibir el bautismo por medio de Juan, Juan declaró que él debía ser bautizado por Jesucristo porque Le reconoció como el Mesías. Jesucristo explicó que Su bautismo iba a cumplir “toda justicia”. 1) Dios requiere que los creyentes sean bautizados. Por lo tanto, Jesucristo fue bautizado; 2) Jesucristo fue bautizado para ser un ejemplo para nosotros; 3) El bautismo de Jesucristo fue el empiezo de Su ministerio. Jesucristo salió del agua, y esto significa que Él fue bautizado por inmersión. El Cielo se abrió, y Dios se reveló como la Trinidad (3:16-17). Dios el Padre: Él habló del Cielo, y estaba complacido con Su Hijo amado. Dios el Hijo: Él salió del agua. Dios el Espíritu Santo: Él descendió del Cielo como una paloma y vino sobre Jesús. El significado fue que Jesucristo fue ungido para Su ministerio como el Mesías.