43 Si tu mano te fuere ocasión de caer, córtala; mejor te es entrar en la vida manco, que teniendo dos manos ir al infierno, al fuego que no puede ser apagado, 44 donde el gusano de ellos no muere, y el fuego nunca se apaga. 45 Y si tu pie te fuere ocasión de caer, córtalo; mejor te es entrar a la vida cojo, que teniendo dos pies ser echado en el infierno, al fuego que no puede ser apagado, 46 donde el gusano de ellos no muere, y el fuego nunca se apaga. 47 Y si tu ojo te fuere ocasión de caer, sácalo; mejor te es entrar en el reino de Dios con un ojo, que teniendo dos ojos ser echado al infierno, 48 donde el gusano de ellos no muere, y el fuego nunca se apaga.

En nuestro camino de la entrada a la casa, tenemos unas pequeñas plantitas de color verde que aparecen a lo largo del borde y, a veces, en las grietas. Me gustan. Un día se los señalé a mi esposo y le dije: “puedes limpiar aquí, pero deja estos”. Me miró con cara seria y me dijo: “Esas plantas son malas. No las podemos dejar ahí”. Solo quiero mantener algunas a lo largo del camino aquí”. “Son plantas malas. Si dejas, aunque sea una, se extenderá. Tenemos que deshacernos de ellas”.   Marcos 9:43-48 dice lo siguiente: 43 Si tu mano te fuere ocasión de caer,  córtala; mejor te es entrar en la vida manco,  que teniendo dos manos ir al infierno,  al fuego que no puede ser apagado, 44 donde el gusano de ellos no muere,  y el fuego nunca se apaga. 45 Y si tu pie te fuere ocasión de caer,  córtalo; mejor te es entrar a la vida cojo,  que teniendo dos pies ser echado en el infierno,  al fuego que no puede ser apagado, 46 donde el gusano de ellos no muere,  y el fuego nunca se apaga. 47 Y si tu ojo te fuere ocasión de caer,  sácalo; mejor te es entrar en el reino de Dios con un ojo,  que teniendo dos ojos ser echado al infierno, 48 donde el gusano de ellos no muere,  y el fuego nunca se apaga.   Jesús usó un lenguaje bastante fuerte para ilustrar la importancia de quitar el pecado de nuestras vidas. La disciplina que duele es necesaria para los que realmente desean seguir a Cristo.   El punto aquí no es que los discípulos o cualquier otra persona deba, literalmente, hacerse daño a sí mismo. Jesús estaba advirtiendo acerca del pecado. Si se deja solo, continuará creciendo, extendiéndose y tomando el control de nuestra vida. Debe ser tratado por completo. Algunos pecados pueden no parecer tan malos. Pueden ser atractivos o incluso parecer inofensivos, pero la verdad es que sigue siendo pecado.   Dios, por medio de Cristo Jesús ha llamado a sus seguidores a ser santificados. Esto significa ser apartado, ser santo. ¿Qué pecado permanece en tu vida que necesita ser removido? A medida que leemos la palabra de Dios, la Biblia comienza a convencer nuestros corazones acerca de las áreas de nuestra vida que necesitan ser limpiadas. Tal vez incluso ahora te viene a la mente algo que en el fondo sabes que está mal.   ¿Qué harás? Te animo a que ores al Señor, pídele que te ayude a deshacerte de ese pecado en tu vida. Dile, Señor, Revela la verdadera naturaleza de los pecados a los que estoy aferrado. Permíteme ver la fealdad y suciedad de ellos, Ayúdame a ver el dolor que han causado, no solo a los demás sino a nosotros mismos. Dirige mi mente y corazón hacia lo que es puro y santo, lejos de estos pecados inmundos y destructivos, en el nombre de Jesús ¡Amén!