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Un Estudio Sobre Compasión
Compasión Definida
Pastor - Ricardo Robinson
(Centro De Vida)
Aired on May 16, 2022
May 12, 2022
Duración:
00:14:35 Minutes
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Escritura

Salmos 86:15; Salmos 111:4

Mas tú, Señor, Dios misericordioso y clemente, Lento para la ira, y grande en misericordia y verdad. Salmos 86:15 Ha hecho memorables sus maravillas; Clemente y misericordioso es Jehová. Salmos 111:4

He llegado a la conclusión, que lo que separa a la religión cristiana de cualquiera de las otras religiones, es que la religión cristiana es una religión de compasión. Existen muchas religiones diferentes en nuestro mundo, hoy día. Y después de estudiarlas por algún tiempo, es que llego a la conclusión de que es la compasión, lo que separa a nuestra religión de cualquiera otra.   He visto la imagen de varios dioses a quienes los hombres se han inclinado. He visto a los hombres inclinarse en temor ante estos ídolos. Tales ídolos tienen una cara dura y exigen mucho de sus adoradores. Generalmente lo que ellos representan no es una preocupación por quienes se inclinan a ellos.   Cuando comparamos a la religión cristiana, cualquiera de estas religiones, es como una luz que brilla en la oscuridad. La religión cristiana es una religión de ética; Dios siempre hace lo correcto. Es una religión de amor; Dios siempre se preocupa por nosotros y está dispuesto a ayudarnos cuando le buscamos. Es una religión de misericordia; Dios reconoce nuestras debilidades y provee la fuerza que necesitamos para seguir adelante. Es una religión de gracia; Dios viene a nosotros y nos salva del infierno mismo. Es una religión de compasión; Dios se conmueve al ver nuestra situación y nos consuela en nuestros momentos de quebranto.   De hecho, compasión es la clave de la fe cristiana. La religión cristiana participa de la naturaleza de Dios, a quien adora, y el Dios del cristianismo, se describe de la siguiente manera en las Sagradas Escrituras. El Salmos 86:15, dice: “Mas tú, Señor, Dios misericordioso y clemente, lento para la ira, y grande en misericordia y verdad”. El Salmos 111:4, dice: “Clemente y misericordioso es Jehová”.   La palabra compasión describe muy bien a nuestro Dios. Y si nuestro Dios, es un Dios de compasión, nosotros sus hijos también debemos ser compasivos. En el idioma hebreo, en el cual fue escrito el Antiguo Testamento, las palabras misericordia y compasión salen muchas veces. La palabra compasión en el hebreo, sale de una palabra cuya raíz es: vientre. Una declaración típica que muestra los que estoy tratando de decir, se encuentra en Isaías 49:15, dice: “¿Se olvidará la mujer de lo que dio a luz, para dejar de compadecerse del hijo de su vientre? Aunque olvide ella, yo nunca me olvidaré de ti”. Aquí vemos un cuadro de la compasión de una madre para su hijo.   En el Nuevo Testamento otra palabra es usada. El Nuevo Testamento fue escrito en el idioma griego. Y la palabra que es usada para describir compasión es: entrañas. Debemos acordarnos que en aquellos días las entrañas de uno eran de donde fluían las emociones; de hecho, las entrañas eran el centro de las emociones. Nosotros hoy hablamos, de ser conmovidos de corazón. Nuestra palabra compasión viene del latín. Es una palabra compuesta por dos raíces, las cuales son: com y pati. Com, significa juntos. Pati, significa sufrir. O sea que, la palabra compasión significa: sufrir juntos.   Cuando una persona sufre por la situación de otra persona, decimos que es una persona que tiene compasión. Es sentir el dolor de otro en nuestra propia carne. Otros sinónimos de la palabra compasión, sería clemente, misericordioso, piadoso y amoroso. Es un concepto bastante bonito, ¿no crees? Qué bueno es que los seres humanos tengamos compasión los unos por los otros. Lo asombroso es que Dios nos tiene compasión. Aun cuando el hombre peca, Dios le tiene compasión. Pecados son perdonados, y el hombre pecador no es destruido debido a la compasión de Dios. Si cometemos errores, Él nos llama al arrepentimiento y nos muestra misericordia. Y este es el Dios del cristianismo: un Dios de compasión y gran amor.   Acuérdate que compasión significa sufrir por el dolor de otros. Significa ser tocado de una manera profunda en el interior de nuestro ser. Y esto es exactamente lo que Dios siente por ti y por mí. Él se preocupa por nosotros y siente en lo más profundo de su ser, nuestro dolor. No sabes cuánto me alegro yo, de tener un Dios así. Qué privilegio es conocer personalmente al Padre por medio de Cristo Jesús.   La compasión cristiana siempre es expresada para aquellas personas que tienen necesidad. La compasión no es asunto de orgullo o egoísmo. Siempre muestra un interés por el bienestar de otro y no de sí mismo. Jesucristo es un ejemplo de lo que es la verdadera compasión. Él se preocupaba mucho por las necesidades de otros. Aun sufriendo la agonía de la cruz, Jesucristo nunca expresó sentimientos de egoísmo. Siempre estuvo pensando en otros. Colgado en la cruz del Calvario, en gran dolor, Jesús se preocupó por uno de los criminales que estaba colgado a su lado. Aún oró por los que le crucificaban, diciendo: “Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen”.   El ejemplo de compasión que nos ha dado Cristo ha llegado a ser la meta de todo cristiano. Los que hemos recibido a Jesús como nuestro Salvador, estamos bajo el mandato divino de Efesios 4:32 que nos dice: “Antes se benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo”. 1 Pedro 2:21, dice: “Pues para esto fuisteis llamados; porque también Cristo padeció por nosotros, dejándonos ejemplo, para que sigáis sus pisadas”. Nosotros debemos ayudar a todas las personas quienes se encuentran con problemas. Y ¿sabes qué?; todas las personas con quienes nos encontramos están con problemas. Algunos tienen problemas económicos, otros tienen problemas familiares; aún otros tienen problemas mentales y multitudes de personas tienen problemas espirituales, lo que quiero decir es que, tenemos mucho trabajo que hacer. Como cristiano tenemos múltiples oportunidades para testificar y servir a Dios, por medio de servir a otros. Claro está, que no podemos meternos en la vida de quienes no quieren nuestra ayuda, pero sí podemos tener compasión por las personas. Dios abrirá puerta tras puerta, al ver nuestro deseo de servirle, por medio de ayudar a otros. Es nuestro deber servir a la humanidad en el nombre de Jesús. Somos representantes de Cristo a la humanidad. Él administra su amor al mundo, por medio de nuestras vidas.   La compasión no debe ser gran cosa para nosotros. Debe ser algo que nosotros hacemos todos los días. Debe ser algo normal para nosotros. Hay personas quienes han perdido a seres queridos; tales personas se sienten tristes, sienten la soledad. Lo único que necesitan es a alguien que pueda tenerles un poco de compasión. Alguien quien pudiera comprenderles y sentir un poco su dolor. Y tú y yo, debemos ser esa persona. Las personas que no conocen a Cristo, los que están cansados de llevar la carga de sus pecados, necesitan saber que nosotros tenemos un Dios de compasión. Un Dios de amor y gracia, quien les ama, al punto de venir a morir por ellos en la cruz del Calvario, para que pudieran tener vida eterna. Necesitamos hablarles de nuestro Dios. Si somos compasivos, si tenemos compasión para el mundo perdido, tú y yo, compartiremos a nuestro Salvador con otros.   Vamos a orar. Padre, el mundo está doliendo hoy día. Gracias por tener compasión por nosotros. Padre, permita que nosotros, tus hijos, también tengamos esta compasión que Tú tienes. Llénanos de tu amor y bondad, y ayúdanos a compartir a Cristo con otros para que ellos puedan ser salvos, y así escapar de su dolor. Gracias te damos, otra vez, por tu amor. En el nombre de Jesús, te agradecemos desde lo más profundo de nuestro corazón. Amén.

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