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Aflicciones y pruebas
Ps. Javier Muñoz
(Asociacion Mision Bautista de Nicaragua)
Duración: 00:08:15 Minutes
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140
Aired on Mar 10, 2022

Escritura

Juan 16:33

Juan 16:33 Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo.

Una maravillosa promesa, pero también una gran verdad y seguridad, para aquellos pertenecen a Jesucristo. Que han puesto toda su fe en él, como su único salvador y Señor de sus vidas.   Sin duda he descrito a un cristiano. A una persona que ha sido salva por Jesucristo y que ha decidido entregarse a Él por completo.   Ningún cristiano se encuentra en lista o en la fila de personas condenadas a muerte eterna, a condenación eterna. Por la gracia de Jesús, es declarado inocentes, libres del pecado y de todas sus consecuencias.   Ahora, esta es una verdad inquebrantable, indestructible. Sin duda alguna esta es una verdad que todo cristiano recibe, cree y enseña con beneplácito. No se le dificulta asimilar o aceptar.   También hay otra verdad, igual de inquebrantable y que todo cristiano debe estar apercibido, para saber cómo enfrentar, como salir adelante, y así sacar el mejor provecho para su crecimiento espiritual.   Jua 16:33  Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz.  En el mundo tendréis aflicción;  pero confiad,  yo he vencido al mundo.   Mientras Rom.8:1 nos asegura que no existe posibilidad alguna de condenación para los que están en Cristo Jesús, Juan 16:33 no exime a los mismos, de las tribulaciones o pruebas del tiempo presente.   “Ninguna condenación hay para los que están en Cristo” pero esta verdad no borra, no libra, no nos hace exentos de dolor, enfermedad, pobreza, violencia, angustias, problemas, de todas aquellas situaciones o circunstancias conocidas como tormentas de la vida.   ¿Qué cristiano no ha tenido días duros, difíciles, incomodos? Donde ha pensado ¿Cómo me pasa esto a mí? Siendo un hijo, una hija de Dios, porque ahora, cuando le estoy sirviendo fielmente a mi Señor.   Estimado hermano Dios siempre es justo y verdadero. Nunca nos dará falsas expectativas, o promesas. Siempre nos habla con la verdad, también siempre cumple sus promesas. Aunque es El mismo quien nos advierte de la realidad de las tribulaciones que sobrevendrán sobre todos sus hijos, también nos da una segura y fiel promesa a todos: Mat 28:20  enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado;  y he aquí yo estoy con vosotros todos los días,  hasta el fin del mundo.  Amén.   Heb 13:5  Sean vuestras costumbres sin avaricia,  contentos con lo que tenéis ahora;  porque él dijo:  No te desampararé,  ni te dejaré...