diamante, el berilo, el ónice y el jaspe, el zafiro, la turquesa y la esmeralda; y el oro, la hechura de tus engastes y de tus encajes, estaba en ti. El día que fuiste creado fueron preparados. 14 Tú, querubín protector de alas desplegadas, yo te puse allí. Estabas en el santo monte de Dios, andabas en medio de las piedras de fuego. 15 Perfecto eras en tus caminos desde el día que fuiste creado hasta que la iniquidad se halló en ti. 16 A causa de la abundancia de tu comercio te llenaste de violencia, y pecaste; yo, pues, te he expulsado por profano del monte de Dios, y te he eliminado, querubín protector, de en medio de las piedras de fuego. 17 Se enalteció tu corazón a causa de tu hermosura; corrompiste tu sabiduría a causa de tu esplendor. Te arrojé en tierra, te puse delante de los reyes, para que vieran en ti un ejemplo. 18 Por la multitud de tus iniquidades, por la injusticia de tu comercio, profanaste tus santuarios. Y yo he sacado fuego de en medio de ti, que te ha consumido; y te he reducido a ceniza sobre la tierra a los ojos de todos los que te miran. 19 Todos los que entre los pueblos te conocen están asombrados de ti; te has convertido en terrores, y ya no serás más”.

III. Las Profecías contra las Naciones Paganas (25:1-32:32) Esta sección empieza con Judá, y se mueve en un círculo, mencionando todos los países cerca de Judá, terminando con Egipto.   Amón estaba alegre cuando Judá cayó. Por lo tanto, Dios iba a usar a Babilonia para juzgar a Amón. Después sabrían que Dios es Señor (25:1-7).   Moab no acepto que Judá fue amado por Dios. Por eso, Moab perdió las ciudades de la frontera y supieron que Dios es Señor (25:8-11).   Edom vendió a muchos de Judá como esclavos. Dios destruyó las ciudades de Edom, y supieron que Dios es Señor (25:12-14).   Los filisteos se regocijaron cuando Judá cayó. Por lo tanto, Dios destruyó a los filisteos y supieron que Dios es Señor (25:15-17).   Tiro, una ciudad de la costa, iba a ser destruida muchas veces por muchas naciones y desapareció (26:1-28:19). Los versículos 11-19 mencionan la caída de Satanás: 11 Y vino a mí la palabra del Señor, diciendo: 12 Hijo de hombre, eleva una elegía sobre el rey de Tiro y dile: “Así dice el Señor Dios: Tú eras el sello de la perfección, lleno de sabiduría y perfecto en hermosura. 13 En el Edén estabas, en el huerto de Dios; toda piedra preciosa era tu vestidura: el rubí, el topacio y el diamante, el berilo, el ónice y el jaspe, el zafiro, la turquesa y la esmeralda; y el oro, la hechura de tus engastes y de tus encajes, estaba en ti. El día que fuiste creado fueron preparados. 14 Tú, querubín protector de alas desplegadas, yo te puse allí. Estabas en el santo monte de Dios, andabas en medio de las piedras de fuego. 15 Perfecto eras en tus caminos desde el día que fuiste creado hasta que la iniquidad se halló en ti. 16 A causa de la abundancia de tu comercio te llenaste de violencia, y pecaste; yo, pues, te he expulsado por profano del monte de Dios, y te he eliminado, querubín protector, de en medio de las piedras de fuego. 17 Se enalteció tu corazón a causa de tu hermosura; corrompiste tu sabiduría a causa de tu esplendor. Te arrojé en tierra, te puse delante de los reyes, para que vieran en ti un ejemplo. 18 Por la multitud de tus iniquidades, por la injusticia de tu comercio, profanaste tus santuarios. Y yo he sacado fuego de en medio de ti, que te ha consumido; y te he reducido a ceniza sobre la tierra a los ojos de todos los que te miran. 19 Todos los que entre los pueblos te conocen están asombrados de ti; te has convertido en terrores, y ya no serás más”. Sidón la ciudad fue orgullosa. Por lo tanto, Dios destruyó su orgullo y supieron que Dios es Señor (28:20-26).   Egipto no iba a ser un país exaltado en el futuro. Sería un país muy bajo (29:1-30:19).   Babilonia iba a ser un instrumento en la mano de Dios para dispersar a los egipcios (30:20-26).   Asiria ya estaba humillada, y en el futuro Dios iba a humillar a Egipto también (31:1-18).   Egipto nunca iba a ser un país prominente otra vez (32:1-32).   Profecías de la Restauración después de la Caída de Jerusalén (33:1-48:35) La responsabilidad del centinela fue avisar a los de Judá que no debían pecar, pero no ayudaron. Dios estaba preparado para mandar a Jesucristo, el gran Pastor, y hacer un pacto de paz con Su gente (33:1-34:31).   Una profecía contra Edom porque es el enemigo de Judá, aunque es su pariente (33:1-15).   Dios va a bendecir los montes de Israel. En el futuro, Su gente se van a arrepentir y recibir un nuevo corazón (36:1-38).   La visión del valle de los huesos secos es una profecía de la restauración de Israel y Judá como un país unido en el futuro (37:1-28).   Una profecía de la invasión de Israel en el fin del mundo por Gog y Magog (38:1-39:29). 7 Cuando los mil años se cumplan, Satanás será soltado de su prisión, 8 y saldrá a engañar a las naciones que están en los cuatro extremos[c] de la tierra, a Gog y a Magog, a fin de reunirlas para la batalla; el número de ellas es como la arena del mar. 9 Y subieron sobre la anchura de la tierra, rodearon el campamento de los santos y la ciudad amada. Pero descendió fuego del cielo y los devoró. 10 Y el diablo que los engañaba fue arrojado al lago de fuego y azufre, donde también están la bestia y el falso profeta; y serán atormentados día y noche por los siglos de los siglos. (Apocalipsis 20:7-10). Una visión de la reconstrucción del Templo en el futuro, y la presencia de Dios con Su gente (40:1-46:24).   El rio que sale del Templo durante el reino del Mesías. El arca del pacto (una representación de la presencia de Dios) no va a existir en el Templo en el futuro porque Jesucristo va a estar con Su gente para siempre (47:1-48:35).   11 Y vino a mí la palabra del Señor, diciendo: 12 Hijo de hombre, eleva una elegía sobre el rey de Tiro y dile: “Así dice el Señor Dios: Tú eras el sello de la perfección, lleno de sabiduría y perfecto en hermosura. 13 En el Edén estabas, en el huerto de Dios; toda piedra preciosa era tu vestidura: el rubí, el topacio y el