(Centro De Vida)
Escritura
Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro. Romanos 6:23 Todo aquel que comete pecado, infringe también la ley; pues el pecado es infracción de la ley. 1 Juan 3:4
Una de las amonestaciones más solemnes y una de las promesas más grandes se encuentran en el versículo 23 del capítulo 6 de Romanos, Romanos 6:23, dice “Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro”. Esta declaración será la conclusión de nuestro estudio sobre la vida de santidad, el versículo se relata a dos preguntas. Número uno, ¿Nos entregaremos los cristianos al pecado para demostrar la gracia de Dios mientras que Él nos perdona? La respuesta es no, la persona que cree en Jesús ha nacido otra vez, está unido a Cristo y esa unión con Cristo significa que la persona ha muerto al pecado, ha recibido nueva vida en Él y que ya no puede continuar viviendo en la práctica del pecado. Número dos, ¿Pecaremos porque ya no vivimos bajo la ley que nos juzga sino bajo la gracia de Dios que nos perdona? Nuevamente la respuesta es no, uno llega a ser esclavo a aquel poder o persona a quien uno se entrega, sea en servicio al pecado o a la justicia, el que estaba muerto en sus pecados ha resucitado a una nueva vida en Cristo Jesús con el propósito de vivir en justicia, debe por lo consiguiente dedicarse únicamente al servicio de Dios, así es cómo la vida llega a ser un gozo para el cristiano, una bendición a otros y gloria para Dios. ¿Tú sabes si estás viviendo en pecado o santidad? Permítame decirte que “la paga del pecado es muerte, más la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro”. ¿Qué es este pecado que trae el pago de la muerte? La Biblia nos dice en 1 Juan 3:4 que el pecado es transgresión de la ley, hacer cualquier cosa que a Dios no le agrada es pecado. La Biblia nos menciona en Proverbios 10:19 que “el ya no hablar es pecado”, en Proverbios 14:21 encontramos que “el menospreciar al prójimo es pecado”, en Proverbios 24:9 habla del “pensamiento del necio es pecado”, Romanos 14:23 nos enseña que “la incredulidad es pecado”, Éxodo 20:14 nos habla del “pecado de la inmoralidad” y podríamos seguir con esta basta lista de cosas que no agradan a Dios, el hacer cualquier cosa que Dios prohíbe o el rechazar lo que Él ordena es pecado, el pecado es la transgresión de la ley de Dios. El pecado entró a la experiencia humana por medio de los primeros seres humanos, Adán y Eva. Ellos pecaron por desobedecer una orden directa de Dios, a consecuencia del pecado que cometieron una debilidad hacia el pecado entró a la naturaleza humana de tal modo que pasó a todos nosotros. Esa debilidad e inhabilidad es lo que nosotros llamamos “depravidad”, todos nosotros lo sufrimos. El pecado es tal que cubre toda la raza humana, la Biblia nos relata que no existe hombre que no peque, no hay quien haga lo bueno ni siquiera uno existe. En Isaías 64:6 dice que “Si bien todos nosotros somos como suciedad, y todas nuestras justicias como trapo de inmundicia; y caímos todos nosotros como la hoja, y nuestras maldades nos llevaron como vientos”. Romanos 3:23 dice: “Por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios”. 1 Juan 1:8 nos enseña que “Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos, y la verdad no está en nosotros”. Yo pienso que esto está claro, todos somos pecadores. La prevalencia del pecado no hace que el pecado sea de menos importancia, Dios prohíbe que continuemos en la práctica del pecado, en Isaías 1:16 Él ordena “Lavaos y limpiaos; quitad la iniquidad de vuestras obras de delante de mis ojos; dejad de hacer lo malo”. Romanos 6:12 nos dice “No reine, pues, el pecado en vuestro cuerpo mortal, de modo que lo obedezcáis en sus concupiscencias”. El continuar en el pecado es invitar que la ira de Dios caiga sobre ti, Dios ofrece perdón al pecador, esa es la única esperanza que nosotros tenemos, cuando el hombre en su maldad se arrepiente de sus pecados y busca a Dios, Dios le tendrá misericordia y le perdonará abundantemente. 1 Juan 1:9 nos enseña que “Si confesamos nuestros pecados, Él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad”. La Biblia dice que la paga del pecado es muerte, lo que el pecado paga es lo que el pecado se merece, la muerte. Muerte significa “separación” en este texto, la muerte física es separación del espíritu humano del cuerpo físico y la muerte espiritual es separación del espíritu humano de Dios, Isaías 59:2 dice: “Vuestras iniquidades han hecho división entre vosotros y vuestro Dios”. Dios nos amonesta en Proverbios 11:19 que “Como a la justicia conduce a la vida, así el que sigue el mal lo hace para su muerte”. En Ezequiel 18:4 encontramos que “el alma que pecare ciertamente morirá”. Santiago 1:15 nos dice “el pecado, siendo consumado, da a luz la muerte”. Estas amonestaciones de Dios no vienen porque Él nos odia, vienen porque Él nos ama, nos ama mucho y esas amonestaciones son para todo hombre, no son únicamente para el perverso, Dios nos amonesta de la consecuencia del pecado porque quiere que el hombre huya del pecado para encontrar perdón en Jesús. Dios ofrece un regalo a todos los que vienen a Él, la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús nuestro Señor. La palabra “dádiva” significa regalo, eso significa que la vida eterna es un regalo, es algo gratuito, este regalo no nos es dado a cambio de nuestros méritos, el regalo nos es dado de parte del amor y la misericordia de Dios. La Biblia nos dice en Efesios 2:8-9 “Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe”. Esa promesa de salvación es a todo hombre, Tito 2:11 dice: “Porque la gracia de Dios se ha manifestado para salvación a todos los hombres”. 2 Pedro 3:9 nos enseña que “El Señor no quiere que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento”, el regalo gratuito de Dios es vida eterna para todos los que confían en Jesucristo. Vida eterna es vida para siempre, es una vida que nunca terminará, es vida para siempre en cantidad y calidad, es la vida de Dios en el cuerpo de los creyentes en Cristo Jesús aún mientras que caminan sobre la faz de la tierra. Jesús prometió en Juan 3:15 y 36 que “todo aquel que en Él cree, no se pierda, más tenga vida eterna. El que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el que rehúsa creer en el Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios está sobre él”. La vida que Dios da al cristiano por medio de Jesucristo no es un simple mejoramiento de la presente vida física es una vida en un nivel más alto, es vida en otra dimensión, una vida que está más allá del poder de la muerte y Dios da este tipo de vida a todo el que viene a Jesucristo. Jesús vino al mundo para que pudiéramos tener vida abundante, así como la muerte reinó debido a Adán y el pecado que él cometió, la vida eterna reina en justicia debido a Jesucristo. Jesucristo quitó la muerte y nos reveló vida e inmortalidad, no hay ninguna separación entre Jesús y la vida que Él da. La Biblia nos dice en 1 Juan 5:11 y 12: “Y este es el testimonio: que Dios nos ha dado vida eterna; y esta vida está en su Hijo. El que tiene al Hijo, tiene la vida; el que no tiene al Hijo de Dios no tiene la vida”. Hay dos caminos que el hombre puede escoger, el camino del pecado o el de la vida eterna, “porque la paga del pecado es muerte más la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro”. Espero que tú escojas dejar al pecado para aceptar a Cristo como tu Salvador, porque si confías en Él vivirás eternamente. Vamos a orar. Padre, gracias te damos por el regalo que nos has dado en la persona de Cristo Jesús, en estos momentos rogamos por nuestros amigos y familiares quienes no te han conocido como el Salvador de sus vidas, Padre ayúdales a comprender que la paga del pecado es separación eterna de ti, ayúdales porque te lo pedimos en el nombre de Jesús. Amén.
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