24 Y el pueblo respondió a Josué: Al Señor nuestro Dios serviremos y su voz obedeceremos. 25 Entonces Josué hizo un pacto con el pueblo aquel día, y les impuso estatutos y ordenanzas en Siquem. 26 Y escribió Josué estas palabras en el libro de la ley de Dios; y tomó una gran piedra y la colocó allí debajo de la encina que estaba junto al santuario del Señor. 27 Y dijo Josué a todo el pueblo: He aquí, esta piedra servirá de testigo contra nosotros, porque ella ha oído todas las palabras que el Señor ha hablado con nosotros; será, pues, testigo contra vosotros para que no neguéis a vuestro Dios. 28 Entonces Josué despidió al pueblo, cada uno a su heredad

EL LIBRO DE JOSUÉ El Resumen del Libro de Josué Autor: Josué (“Jehová Salva”)   La tradición judía (el Talmud) dice que Josué escribió el libro.   El libro tiene la calidad de un testigo ocular (capítulos 5-7). Hay muchos detalles que indican que el libro fue escrito durante el tiempo que los eventos pasaron. Hay muchos nombres antiguos que son del idioma de los cananeos. Los filisteos no son una amenaza como serán en el futuro. Josué 8:32 y 24:26 indican que Josué estaba escribiendo las palabras del Señor.   Fecha: Después de 1406 a.C., cuando los israelitas entraron a la Tierra Prometida.   Recipientes: La generación de los israelitas que vivían durante la vida de Josué. Propósito: Para declarar que Dios fue responsable por las victorias militares de Israel. Nombres para el Libro de Josué: Josué: en Hebreo “Jehová es Salvación” Jesús: La forma griega del nombre de Josué: La Septuaginta (Griego, Segundo Siglo a.C.)   Líber Josue: La Vulgata de Jerónimo (Latín, 382 d.C.) Preparación para la Guerra (1:1-5:15) Guerra contra Canaán (6:1-12:24) III. Israel Divide la Tierra de Canaán (13:1-21:45) Las Tribus del Otro Lado del Rio Jordán (22:1-34) Los Últimos Días de Josué (23:1-24:33) Preparación para la Guerra (1:1-5:15) El Mandato para Entrar a Canaán (1:1-18) Josué empieza a ser el líder de los hijos de Israel (1:1-2)   Un resumen de las promesas de Dios para los hijos de Israel (1:3-4)   Las condiciones de las promesas de Dios (1:5-9) Los israelitas se preparan para cruzar el Rio Jordán en tres días (1:10-11) Un recordatorio para las tribus de Rubén, Gad y la mitad de la tribu de Manases para pelear al lado del resto de Israel (1:12-18) Los Espías Israelitas en Jericó (2:1-24) Los espías son escondidos por Rahab la ramera (2:1-13) Los espías prometen preservar la vida de Rahab y su familia (2:14) Rahab avisa a los espías para esconderse en la región montañosa por tres días (2:15-16) Los espías dicen a Rahab que ella debe atar un cordón de hilo escarlata a la ventana y quedarse en su casa para ser salvos (2:17-21)   Los espías reportan a Josué todo lo que había pasado y declaran que Dios ha puesto la tierra en sus manos (2:22-24) Jericó estaba cerca de un oasis (er-Riha) cinco millas del Rio Jordán cerca del Wadi Kelt y seis millas norte del Mar Muerto. La ciudad era 825 pies bajo el nivel del mar, y fue la ciudad más baja en todo el mundo. Fue una ciudad de mas o menos 200,000 personas, y fue nombrado por yareah, el “dios” de la luna. Los Israelitas Cruzan el Rio Jordán (3:1-4:24) Después que se consagraron, los israelitas siguieron a los sacerdotes que estaban cargando el arca (3:1-13). 14 Y aconteció que cuando el pueblo salió de sus tiendas para pasar el Jordán con los sacerdotes llevando el arca del pacto delante del pueblo, 15 y cuando los que llevaban el arca entraron en el Jordán y los pies de los sacerdotes que llevaban el arca se mojaron en la orilla del agua (porque el Jordán se desborda por todas sus riberas todos los días de la cosecha), 16 las aguas que venían de arriba se detuvieron yse elevaron en un montón, a una gran distancia en Adam, la ciudad que está al lado de Saretán; y las que descendían hacia el mar de Arabá, el mar Salado, fueron cortadas completamente. Y el pueblo pasó frente a Jericó. 17 Y los sacerdotes que llevaban el arca del pacto del Señor estuvieron en tierra seca en medio del Jordán mientras que todo Israel cruzaba sobre tierra seca, hasta que todo el pueblo acabó de pasar el Jordán. (3:14-17) Los israelitas cruzaron el Jordán durante una inundación (4:18). Algunos piensan que Dios usó un terremoto para interrumpir el flujo de agua. Si Dios usó un terremoto, todavía es un milagro. 3 Lomiró el mar, y huyó; el Jordán se volvió atrás. 4 Los montes saltaron como carneros, y los collados como corderitos (Salmos 114:3-4). Las naciones con quien Israel iba a pelear eran los cananeos, los hititas, los heveos, los ferezeos, los gergeseos, los amorreos, y los jebuseos (Josué 3:10). Doce piedras conmemorativas (4:1-24): Un hombre de cada tribu tomó una piedra del río para servir como una conmemoración de como Dios paró el flujo del río. Dios hizo esto en el decimo día del primer mes (Nisan: marzo-abril). Los hijos de Israel tenían que enseñar a sus hijos de Israel lo que el Señor había hecho para que todos supieran que Dios es todopoderoso (4:20-24). La Circuncisión de los Hombres Israelitas (5:1-12) No habían hecho las circuncisiones cuando estaban en el desierto (5:1-5) Los israelitas tenían que circuncidar a los hombres para quitar el oprobio de Egipto (5:6-9) El Capitán del Ejército del SEÑOR (5:13-15) Cerca de Jericó, Josué vino a un hombre con una espada desenvainada. Él dijo a Josué que Él fue el Capitán del Ejército del SEÑOR. Josué fue instruido para quitar sus sandalias porque él estaba en tierra santa. Hay tres opiniones acerca de la identidad del Capitán del Ejército del SEÑOR: 1) un ángel; 2) Dios el Padre; 3) Jesucristo. Guerra contra Canaán (6:1-12:24) La Conquista de Jericó (6:1-27) Los israelitas tenían que marchar alrededor de la ciudad una vez por seis días. En el séptimo día, iban a marchar alrededor de la ciudad siete veces. Después, los sacerdotes iban a tocar sus trompetas (los shofarim) siete veces. Tenían que dedicar todos los bienes de Jericó al Señor y matar a todos (a excepción de Rahab y su familia). Obedecieron, y después que tocaron las trompetas: Las paredes de Jericó se cayeron y conquistaron la ciudad. Los animales y los ciudadanos de Jericó fueron matados. Los arqueólogos han encontrado frascos de grano que indican que la destrucción de la ciudad fue rápida. Los israelitas preservaron la familia de Rahab. En 1907-9 algunos arqueólogos de Alemania encontraron una sección de la pared con una ventana que no se cayó. Muchos piensan que fue parte de la casa de Rahab. Jericó fue quemada por fuego (6:14). El arqueólogo Bryant Wood dice que hay una correlación entre el narrativo de la Biblia y la prueba arqueología: la ciudad fue fortificada (2:5, 7, 15, 6:5, 20); la derrota ocurrió durante la cosecha de la primavera (2:6; 3:15; 5:10); los habitantes no tuvieron una oportunidad para huir con su comida (6:1); la batalla fue corta (6:15); las paredes se cayeron, posible por un terremoto (6:20); la ciudad no fue saqueada (6:17-18); la ciudad fue quemada (6:24); los eventos ocurrieron mas o menos en el año 1400 a.C. (Wood , “Did the Israelites Conquer Jericho?” 57) La maldición de las ruinas de Jericó (6:26-27) Entonces Josué les hizo un juramento en aquel tiempo, diciendo: Maldito sea delante del Señor el hombre que se levante y reedifique esta ciudad de Jericó; con la pérdida de su primogénito echará su cimiento, y con la pérdida de su hijo menor colocará sus puertas. (Josué 6:26) En su tiempo Hiel de Betel reedificó Jericó; a costa de la vida de Abiram su primogénito puso sus cimientos, y a costa de la vida de su hijo menor Segub levantó sus puertas, conforme a la palabra que el Señor había hablado por Josué, hijo de Nun. (1 Reyes 16:34) La Derrota de Israel y su Conquista de Hai (7:1-8:35) El pecado de Acán (7:1): Un hombre que se llamaba Acán no respeto el mandamiento de Dios de no tomar nada de Jericó, y la ira del SEÑOR se encendió contra los hijos de Israel. Israel fue derrotado por Hai, y 36 israelitas murieron (7:2-5). La razón por lo cual Israel perdió la batalla es porque alguien pecó, y Dios iba a revelar su identidad el siguiente día (7:6-15).   Cuando Dios reveló que Acán tomó plata, oro y un manto de Sinar, los israelitas apedrearon a Acán y a su familia porque ellos ocultaron su pecado (7:16-26). Después que los israelitas mataron a Acán, Dios les dio victoria sobre Hai (8:1-35). Josué escribió la Ley de Dios en los montes de Gerizim y Ebal en piedras. Josué también leyó a los israelitas la Ley que Dios dio a Moisés. Los Gabaonitas (9:1-10:28) Dios les dijo a los israelitas que no debían hacer un pacto con los cananeos. Un grupo de los cananeos que se llamaban los gabaonitas pretendieron que vinieron de otro país para hacer un pacto con los israelitas. En vez de buscar la voluntad de Dios, los israelitas hicieron un pacto con los gabaonitas. Cuando Josué supo que los israelitas fueron engañados, al respecto del pacto: Y aquel día Josué los hizo leñadores y aguadores para la congregación y para el altar del Señor, en el lugar que el Señor escogiera, hasta el día de hoy (9:27). Los otros cananeos trataron de destruir a los gabaonitas por su pacto con Israel, y los israelitas tenían que protegerlos. Cinco reyes pelearon contra los israelitas. Durante la batalla, Josué pidió más tiempo para pelear contra sus enemigos: 12 Entonces Josué habló al Señor el día en que el Señor entregó a los amorreos delante de los hijos de Israel, y dijo en presencia de Israel: Sol, detente en Gabaón, y túluna, en el valle de Ajalón. 13 Y el sol se detuvo, y la luna se paró, hasta que la nación se vengó de sus enemigos. ¿No está esto escrito en el libro de Jaser? Y el sol se detuvo en medio del cielo y no se apresuró a ponerse como por un día entero. 14 Y ni antes ni después hubo día como aquel, cuando el Señor prestó atención a la voz de un hombre; porque el Señor peleó por Israel. 15 Entonces Josué, y todo Israel con él, volvió al campamento en Gilgal (10:12-15). Hay cinco opiniones acerca del tipo de milagro que Dios hizo: 1) la rotación del mundo paró; 2) La luz del sol se detuvo; 3) La luz del sol fue bloqueado; 4) Dios puso una señal especial en el Cielo; 5) el pasaje es figurativo. Tres observaciones: 1) El versículo 14 dice que nunca hubo otro día como este día; 2) el texto indica que el sol no se movió por un rato; 3) hay leyendas entre algunos indígenas de los Estados Unidos acerca de una noche larga. Las muertes de los cinco reyes (10:16-28) La Campaña del Sur (10:29-43) Los israelitas conquistaron: La región montañosa El Neguev La tierra baja y las laderas A todos sus reyes (10:40) La Campaña del Norte (11:1-23) 16 Tomó, pues, Josué toda aquella tierra: la región montañosa, todo el Neguev, toda la tierra de Gosén, las tierras bajas, el Arabá, la región montañosa de Israel y sus tierras bajas, 17 desde el monte de Halac, que se levanta hacia Seir, hasta Baal-gad en el valle del Líbano, al pie del monte Hermón. Capturó a todos sus reyes, los hirió y los mató (11:16-17). La derrota de los anaceos (los gigantes) (11:21-22). Solamente los gigantes de los filisteos no murieron. Un resumen: Tomó, pues, Josué toda la tierra de acuerdo con todo lo que el Señor había dicho a Moisés. Y Josué la dio por heredad a Israel conforme a sus divisiones por sus tribus. Y la tierra descansó de la guerra (11:23). Los Reyes Derrotados por los Israelitas (12:1-24) Los israelitas mataron a 31 reyes (12:24) III. Israel Divide la Tierra de Canaán (13:1-21:45) Un Resumen de la División de la Tierra Prometida (13:1-33) Josué ya era viejo y de edad madura (13:1) Dios le dijo a Josué que todavía había mucha tierra para conquistar (13:2-5) El Señor prometió para ayudar a los israelitas para expulsar el resto de los cananeos de la tierra (13:6) Los israelitas fielmente dividieron la tierra: 1 Estos son los territoriosque los hijos de Israel recibieron como heredad en la tierra de Canaán, los cuales les repartieron como heredad el sacerdote Eleazar y Josué, hijo de Nun, y las cabezas de las casas de las tribus de los hijos de Israel, 2 por suerte recibieron su heredad tal como el Señor había ordenado por medio de Moisés, a las nueve tribus y a la media tribu. 3 Pues Moisés había dado la heredad de las dos tribus y de la media tribu al otro lado del Jordán; pero no dio heredad entre ellos a los levitas. 4 Porque los hijos de José eran dos tribus, Manasés y Efraín; y ellos no dieron a los levitas ninguna porción en su tierra, sino ciudades donde habitar, con sus tierras de pasto para sus ganados y para sus posesiones. 5 Tal como el Señor había ordenado a Moisés, así hicieron los hijos de Israel, y repartieron la tierra (14:1-5). La Petición de Caleb (14:1-15) Caleb tenía 85 años, y pidió la tierra que Dios prometió a Él Caleb recibió Hebrón (20 millas del sur de Jerusalén) donde vivían algunos gigantes de la familia de los anaceos (14:14-15) El Territorio de Judá (15:1-63) El Territorio de Efraín (16:1-10) El Territorio de Manases (17:1-18) La Repartición del Resto de la Tierra (18:1-10) El Territorio de Benjamín (18:11-28) El Territorio de Simeón (19:1-9) El Territorio de Zabulón (19:10-16) El Territorio de Isacar (19:17-23) El Territorio de Aser (19:24-31) El Territorio de Neftalí (19:32-39) El Territorio de Dan (19:40-51) Las Seis Ciudades de Refugio (20:1-9) Las Cuarenta y Ocho Ciudades de los Levitas (21:1-45) Las Tribus del Otro Lado del Rio Jordán (22:1-34) Rubén, Gad y la Media Tribu de Manasés (22:1-9) Después que los israelitas recibieron su tierra, las tribus de Rubén, Gad y la media tribu de Manasés estaban listos para regresar a sus territorios. Josué les dijo a estas tribus que tenían que obedecer todas las promesas de Dios: Solamente guardad cuidadosamente el mandamiento y la ley que Moisés, siervo del Señor, os mandó, de amar al Señor vuestro Dios, andar en todos sus caminos, guardar sus mandamientos y de allegarse a Él y servirle con todo vuestro corazón y con toda vuestra alma (22:5). El Altar Junto al Jordán (22:10-34) Cuando las dos tribus y media edificaron un altar, los otros israelitas se reunieron a Silo para pelear contra ellos porque pensaron que construyeron un ídolo. Las dos tribus y media les dijeron que el altar solamente fue un testimonio que eran israelitas que adoraron al Señor. El altar se llamaba “Testigo” (22:24) porque el altar fue un testimonio que Dios es el SEÑOR. Los Últimos Días de Josué (23:1-24:33) El Discurso de Despedida de Josué (23:1-24:15) 6 Esforzaos, pues, en guardar y en hacer todo lo que está escrito en el libro de la ley de Moisés, para que no os apartéis de ella ni a la derecha ni a la izquierda, 7 a fin de que no os juntéis con estas naciones, las que quedan entre vosotros. No mencionéis el nombre de sus dioses, ni hagáis a nadie jurar por ellos, ni los sirváis, ni os inclinéis ante ellos, 8 sino que al Señor vuestro Dios os allegaréis, como lo habéis hecho hasta hoy (23:6-8). Josué les dijo a los israelitas que no debían casarse con los incrédulos de otros países porque servir a otros iba a ser un pecado. También, la ira del SEÑOR se encendería contra ellos (23:12-16).   Un resumen de la historia de Israel (24:1-13)   La Reacción de Israel (24:16-28) 14 Ahora pues, temed al Señor y servidle con integridad y con fidelidad; quitad los dioses que vuestros padres sirvieron al otro lado del Río y en Egipto, y servid al Señor. 15 Y si no os parece bien servir al Señor, escoged hoy a quién habéis de servir: si a los dioses que sirvieron vuestros padres, que estaban al otro lado del Río, o a los dioses de los amorreos en cuya tierra habitáis; pero yo y mi casa, serviremos al Señor (24:14-15). 24 Y el pueblo respondió a Josué: Al Señor nuestro Dios serviremos y su voz obedeceremos. 25 Entonces Josué hizo un pacto con el pueblo aquel día, y les impuso estatutos y ordenanzas en Siquem. 26 Y escribió Josué estas palabras en el libro de la ley de Dios; y tomó una gran piedra y la colocó allí debajo de la encina que estaba junto al santuario del Señor. 27 Y dijo Josué a todo el pueblo: He aquí, esta piedra servirá de testigo contra nosotros, porque ella ha oído todas las palabras que el Señor ha hablado con nosotros; será, pues, testigo contra vosotros para que no neguéis a vuestro Dios. 28 Entonces Josué despidió al pueblo, cada uno a su heredad (24:24-28).   La Muerte de Josué y Su Entierro (24:29-33) Josué murió cuando tenía 110 años y fue enterrado en Timnat-sera. Josué fue fiel al SEÑOR todos los días de su vida (24:31). La muerte de Eleazar (24:33) El entierro de los huesos de José (24:32): Los huesos de José, que los hijos de Israel habían traído de Egipto, fueron sepultados en Siquem, en la parcela de campo que Jacob había comprado a los hijos de Hamor, padre de Siquem, por cien monedas de plata; y pasaron a ser posesión de los hijos de José.