mas los malos hombres y los engañadores irán de mal en peor, engañando y siendo engañados. 2 Timoteo 3:13 Porque vendrá tiempo cuando no sufrirán la sana doctrina, sino que teniendo comezón de oír, se amontonarán maestros conforme a sus propias concupiscencias, 4 y apartarán de la verdad el oído y se volverán a las fábulas. 2 Timoteo 4:3 y 4 Te encarezco delante de Dios y del Señor Jesucristo, que juzgará a los vivos y a los muertos en su manifestación y en su reino, 2 que prediques la palabra; que instes a tiempo y fuera de tiempo; redarguye, reprende, exhorta con toda paciencia y doctrina. 1 Timoteo 4:1 y 2

Nuestro estudio sobre los tiempos peligrosos que marcarán el fin de nuestra edad está por finalizarse. Hemos observado que la certeza de tiempos peligrosos está basada sobre el testimonio repetido del Espíritu Santo. La sociedad de tiempos peligrosos es descrita por la destitución moral y de las virtudes que hacen que una persona sea estable y esté en paz. La religión de tiempos peligrosos será formalista, sensual, terrenal y contraria a verdades bíblicas en vista de que sus doctrinas son enseñadas por demonios. Los creyentes serán fortalecidos en tiempos peligrosos por el ministerio personal de Dios mismo en sus vidas. Todo esto suena algo desesperante, pero hay un rayo de esperanza que alumbra sobre toda esta situación y es esta verdad: Los tiempos peligrosos tienen su fin. Esa es la grandiosa verdad que yo quiero sembrar en sus corazones. Satanás siempre parece estar ganando control y terreno como el Dios de este mundo, pero su poder es limitado y su tiempo es temporáneo. Él lucha fervientemente hoy día porque sabe que tiene poco tiempo para realizar su obra maligna y vamos a repasar el orden de eventos, a la luz de las Escrituras, que nos llevarán al destierro de la maldad y la institución de una justicia perfecta en el mundo. Habrá un aumento de maldad al progresar la historia humana. Aunque el evangelio de Cristo Jesús sea el poder de Dios para salvación a todo aquél que cree, no traerá la ganancia del mundo a Cristo. El problema no está en el evangelio sino en el hecho de que los hombres no desean confiar en ese Cristo de quien el Evangelio da testimonio. 2 Timoteo 3:13 dice: “Mas los malos hombres y los engañadores irán de mal en peor, engañando y siendo engañados”. 2 Timoteo 4:3 y 4 nos dice: “Porque vendrá tiempo cuando no sufrirán la sana doctrina, sino que, teniendo comezón de oír, se amontonarán maestros conforme a sus propias concupiscencias, y apartarán de la verdad el oído y se volverán a las fábulas”. Esto no es sorpresivo para el que sabe lo que la Biblia dice concerniente a los últimos tiempos. 1 Timoteo 4:1 y 2 nos dice: “Pero el Espíritu dice claramente que en los postreros tiempos algunos apostatarán de la fe, escuchando a espíritus engañadores y a doctrinas de demonios; por la hipocresía de mentirosos que, teniendo cauterizada la conciencia”. Ese tiempo ya viene. El cristiano, sabio no argumentará con declaraciones claras de la palabra de Dios. Una apostasía mundial vendrá de la verdad de Dios. La Biblia lo describe de esta manera en 2 Tesalonicenses 2:3, 4, 7, 8 y 9: “Nadie os engañe en ninguna manera; porque no vendrá sin que antes venga la apostasía, y se manifieste el hombre de pecado, el hijo de perdición, el cual se opone y se levanta contra todo lo que se llama Dios o es objeto de culto; tanto que se sienta en el templo de Dios como Dios, haciéndose pasar por Dios. (…) Porque ya está en acción el misterio de la iniquidad; sólo que hay quien al presente lo detiene, hasta que él a su vez sea quitado de en medio. Y entonces se manifestará aquel inicuo, a quien el Señor matará con el espíritu de su boca, y destruirá con el resplandor de su venida; inicuo cuyo advenimiento es por obra de Satanás, con gran poder y señales y prodigios mentirosos”. La apostasía y el espíritu del anticristo que ya está en el mundo, según 1 Juan 4:4, continuará en aumento. Eventualmente habrá un sistema religioso mundial; muchos cristianos equivocados buscan esto hoy. El problema está en que esa religión será engañada porque su enseñanza viene de demonios. Esta religión llegará a ser encabezada por una persona a quien la Biblia nombra “Falso profeta”. Ese sistema religioso mundial acompañará a un sistema político mundial que será gobernado por el anticristo mismo. Pero los cristianos no tenemos por qué desanimarnos; la última palabra no ha sido pronunciada. El día de dar cuentas no ha llegado; pero sí está cercano. El señor Jesucristo regresará a la tierra como el Rey de Reyes y Señor de todos los que son señores en la tierra. Apocalipsis 19:11-16, nos describe los eventos: “Entonces vi el cielo abierto; y he aquí un caballo blanco, y el que lo montaba se llamaba Fiel y Verdadero, y con justicia juzga y pelea. Sus ojos eran como llama de fuego, y había en su cabeza muchas diademas; y tenía un nombre escrito que ninguno conocía sino él mismo. Estaba vestido de una ropa teñida en sangre; y su nombre es: EL VERBO DE DIOS. Y los ejércitos celestiales, vestidos de lino finísimo, blanco y limpio, le seguían en caballos blancos. De su boca sale una espada aguda, para herir con ella a las naciones, y él las regirá con vara de hierro; y él pisa el lagar del vino del furor y de la ira del Dios Todopoderoso. Y en su vestidura y en su muslo tiene escrito este nombre: REY DE REYES Y SEÑOR DE SEÑORES”. Esa es la gran ocasión a la que hace referencia 2 Tesalonicenses 2:8 donde nos dice: “Y entonces se manifestará aquel inicuo, a quien el Señor matará con el espíritu de su boca, y destruirá con el resplandor de su venida”. Debemos comprender que en ese momento en que la maldad aparentemente está triunfando, la justicia se levantará en la persona de Cristo Jesús, el Hijo de Dios. Satanás, el diablo será encadenado y sus secuaces serán condenados por completo. Apocalipsis 19:19 y 20 dice: “Y vi a la bestia, a los reyes de la tierra y a sus ejércitos, reunidos para guerrear contra el que montaba el caballo, y contra su ejército. Y la bestia fue apresada, y con ella el falso profeta que había hecho delante de ella las señales con las cuales había engañado a los que recibieron la marca de la bestia, y habían adorado su imagen. Estos dos fueron lanzados vivos dentro de un lago de fuego que arde con azufre”. Esto significa que estos dos líderes mundiales, quienes habían recibido poder de Satanás, serán lanzados vivos a un lago que arde con fuego y azufre. ¿Qué le sucederá al diablo? Apocalipsis 20:1-10, lo explica. Un ángel desciende del cielo para prender al diablo, encadena a Satanás y lo encierra en un abismo por 1000 años. Al terminar los 1000 años, Satanás es desatado por un breve período. Otra vez intentará hacer que las naciones rebelen en contra de Dios, pero será lanzado al lago de fuego y azufre en donde fueron lanzados el falso profeta y la bestia; y ahí vivirá en tormento por el resto de la eternidad. Por eso es que él lucha ferozmente hoy día, por eso es que él está en tal estado de rebelión; él sabe que su castigo es seguro y que le queda poco tiempo. Jesucristo reinará en perfecta justicia con Dios para siempre. Los 1000 años en que está atado el diablo serán años de perfecta paz para la tierra. Jesucristo reinará personalmente y con Él estarán sus Santos. Pero al fin de los mil años, satanás será desatado y habrá un pequeño cambio en el gobierno del mundo. 1 Corintios 15:24, 25 y 28 nos dice: “Luego el fin, cuando entregue el reino al Dios y Padre, cuando haya suprimido todo dominio, toda autoridad y potencia. Porque preciso es que él reine hasta que haya puesto a todos sus enemigos debajo de sus pies. (…) Pero luego que todas las cosas le estén sujetas, entonces también el Hijo mismo se sujetará al que le sujetó a él todas las cosas, para que Dios sea todo en todos”. Regocijémonos, hermanos. La maldad puede triunfar por un tiempo, pero la justicia reinará para siempre. 1 Corintios 15:58 dice: “Así que, hermanos míos amados, estad firmes y constantes, creciendo en la obra del Señor siempre, sabiendo que vuestro trabajo en el Señor no es en vano”. Vamos a orar: Padre, te damos gracias por estar en control y al tanto de todo. Te alabamos te glorificamos y te pedimos que nos ayudes en serte siempre fiel. Ayúdanos a dar un buen testimonio de tu amor y de tu poder. En el nombre de Jesucristo lo pedimos. Amén.