Ponte de pie en presencia de los mayores. Respeta a los ancianos. Teme a tu Dios. Yo soy el Señor.

Hoy quiero hablar con ustedes jóvenes de un tema que tal vez no les interesa mucho, quiero hablar con ustedes sobre “Los Ancianos”. Se que como jóvenes muchas veces prefieren pasar su tiempo con sus amigos, con tus compañeros en la clase, con gente de tu edad, porque eso es popular, eso es divertido. Pero yo aprendí los beneficios que los ancianos pueden tener para nosotros los jóvenes. Estoy segura de que ustedes respetan a los ancianos, así que la Biblia nos manda en Levítico 19:32 “Ponte de pie en presencia de los mayores. Respeta a los ancianos. Teme a tu Dios. Yo soy el Señor”. Nuestros padres nos enseñan desde bebés a tener respeto para los ancianos, pero ¿Has tomado el tiempo de formar una amistad con un anciano, de aprender de ellos, de compartir tu vida con ellos?   Desde que yo estaba en el colegio tuve depresión y a veces fue muy fuerte la tristeza que no sabía qué hacer, y mi mamá siempre me decía: “vete a visitar tus amigos, en el hogar de ancianos”. Que cosa extraña verdad, porque uno piensa que un hogar de ancianos no es un lugar divertido ni lleno de felicidad. Pero cada vez que fui a visitar a ellos, fortalecía mi alma porque yo sabía que ellos tenían dificultades, yo tenía dificultades y juntos podíamos compartir. Ellos tenían mucho que enseñarme, ellos tenían mucha sabiduría y eso es un don que Dios les da a los ancianos. Hay dos versículos en el libro de Job, el primero está en Job 12:12 dice “Entre los ancianos se halla la sabiduría; en los muchos años, el entendimiento”. Y en el capítulo 32:7 dice, “Y me dije: Que hable la voz de la experiencia; que demuestren los ancianos su sabiduría”. A veces cuando yo compartía con ellos mis problemas que parecían muy grandes para mí, ellos con sus muchos años de sabiduría me podrían ayudar, podrían mostrarme que mi problema tal vez no era tan grande como yo pensaba.   También yo compartía con ellos y ellos compartían sus problemas conmigo, necesitan a alguien que los escuche, necesitaban alguien que estuviera con ellos y mostrarles que no estaban solos. En los últimos años que vivieron mis abuelos aprendí el valor que ellos tenían en la sabiduría y también para orar conmigo. Y aprendí que ese versículo si era la verdad, dice en Filipenses 1:6 “Estoy convencido de esto: el que comenzó tan buena obra en ustedes la irá perfeccionando hasta el día de Cristo Jesús”. Jesús nos esta perfeccionando a cada uno de nosotros, no importa tu edad si tienes 2 años o 82 años. Dios todavía te esta perfeccionando, hasta el día que tu estés con Él para siempre. Aprende de gente que no tiene la misma edad de ti, piensa en sus situaciones y en la sabiduría y entendimiento que ellos puedan tener que tal vez no tengas. Es una buena cosa cuando compartimos con gente de otras edades, porque Dios dice que todos somos sus hijos. Así que ¿A quién puedes visitar, con quien puedes hablar esta semana de que no tiene la misma edad de ti? Tal vez 50 años, 60 años de diferencia. Toma un momento a ver que puedes aprender con ellos, y vas a sorprenderte.