Escritura
Existen personas hoy día que dicen amar a Jesús, pero no quieren tener que ver con Su Iglesia. Su deseo de no querer unirse a la Iglesia puede ser por hipocresía o falta de madurez que han visto en los miembros que componen a la Iglesia. Sin embargo, si queremos ser verdaderos discípulos de Cristo, identificándonos con él, vamos a tener que amar y apoyar a Su Iglesia, porque esto es lo que él demanda de nosotros. ¿Por qué? Pues, porque la Iglesia es Su cuerpo. No es razonable decir que amamos a Jesús, pero que despreciamos Su cuerpo. Si amamos a Jesús, también amaremos a la Iglesia. Hay varias razones por las cuales debemos estar muy activos e involucrados en el cuerpo de Cristo. En el estudio de hoy, vamos a ver algunos puntos muy interesantes concernientes a la Iglesia y nuestro lugar en ella.
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