(IBSP)
Escritura
Esta era ya la tercera vez que Jesús se manifestaba a sus discípulos, después de haber resucitado de los muertos. Cuando hubieron comido, Jesús dijo a Simón Pedro: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas más que éstos? Le respondió: Sí, Señor; tú sabes que te amo. Él le dijo: Apacienta mis corderos. Volvió a decirle la segunda vez: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas? Pedro le respondió: Sí, Señor; tú sabes que te amo. Le dijo: Pastorea mis ovejas. Le dijo la tercera vez: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas? Pedro se entristeció de que le dijese la tercera vez: ¿Me amas? y le respondió: Señor, tú lo sabes todo; tú sabes que te amo. Jesús le dijo: Apacienta mis ovejas.
Después de su desayuno Jesús habló directamente con Pedro. Jesús ya se había reunido con Pedro individualmente en el día de su resurrección (Lucas 24:34, 1 Corintios 15:5). Solo podemos preguntarnos sobre qué habrán hablado Jesús y Pedro en esa primera reunión. Sin embargo, seguía siendo importante para Jesús restaurar a Pedro en presencia de los otros discípulos. Jesús se dirigió al líder de los discípulos como Simón, y no como Pedro. Esto tal vez fue un sutil recordatorio de que no había permanecido como una roca en su fidelidad a Jesús. también, Jesús le pidió a Pedro que comparara su amor por Jesús con el amor que los otros discípulos le tenían a Jesús. Antes de haber negado tres veces a Jesús, Pedro había afirmado amarlo más que los otros discípulos (Mateo 26:33). Jesús quería saber si Pedro aún tenía una estimación orgullosa de su amor y devoción por Jesús. Es posible que por éstos se refiriera al pescado y a la vida de pescador. Algunos piensan que Jesús le preguntó a Pedro si estaba dispuesto a renunciar a la pesca para seguirlo. Sin embargo, la afirmación anterior de Pedro de un amor más grande sugiere que Jesús se refería a los otros discípulos, no a los peces. Jesús le hizo la pregunta dos veces utilizando la palabra ágape, la cual en su uso bíblico a menudo habla de todo amor entregado, sin motivo, desinteresado. Pedro respondió a Jesús utilizando la palabra philio, la cual en su uso bíblico muchas veces tiene en mente un amor más reciproco, un afecto amistoso. Después de que Jesús le preguntó a Pedro y de que Pedro le respondiera, Jesús le dio dos veces una instrucción a Pedro acerca de cómo debía actuar con el pueblo de Dios. La idea era que Pedro podía demostrar su afirmación de amor apacentando los corderos de Jesús y sus ovejas. Jesús hizo hincapié en que estas eran sus ovejas, no las de Pedro.