Porque la gracia de Dios se ha manifestado para salvación a todos los hombres, 12 enseñándonos que, renunciando a la impiedad y a los deseos mundanos, vivamos en este siglo sobriamente…

¿Qué define realmente nuestra vida? ¿Nos dejamos arrastrar por la recompensa inmediata que da la comida y la bebida? ¿Vivimos sumergidos en un ciclo de consumo compulsivo, atrapados por la codicia y la avaricia? ¿Permitimos que el trabajo consuma nuestra vida, descuidando nuestra relación con Dios, nuestro servicio a Él, nuestras relaciones familiares y la oportunidad de servir a los demás? ¿Vivimos simplemente para el entretenimiento pasajero, esclavizados por la televisión, las redes sociales y los videojuegos? ¿Es este el verdadero propósito de nuestra existencia? En este Ruge Como Un León, exploraremos la importancia de no abusar de la gracia de Dios, evitando que nuestros impulsos nos arrastren y nos desvíen del camino. En lugar de ello, buscaremos una vida equilibrada y enfocada en la voluntad de Dios.