En Dios solamente está acallada mi alma; De él viene mi salvación. El solamente es mi roca y mi salvación; Es mi refugio, no resbalaré mucho.

Podemos encontrar en Dios la fuerza y la estabilidad que nuestra alma tanto necesita. Cuando atravesamos situaciones difíciles, casi siempre nuestro instinto, nos empuja con rapidez, a buscar la manera, de solucionar las cosas.   Nuestro texto de hoy, nos enseña que nuestra salvación, ante cualquier situación o adversidad, que estemos atravesando, debería ser buscada y esperada únicamente en Dios.   En vez de quejarnos, de estar nerviosos o incluso desconfiar de Dios, debemos de declararle, como el único recurso que podemos contar, ya que sólo en Él, está apoyada nuestra alma.   Mientras vivamos en este mundo, vamos a tener mucho de que temer, pero hoy puedes encontrar seguridad, en los brazos del omnipotente, que hoy se abren para tí.   Entréguele ahora mismo, a la sabiduría y a la voluntad de Dios, todos sus temores o ansiedades, cuando entregamos todos nuestros asuntos y caminos a su providencia, vamos a encontrar plena satisfacción.