Ardillita: Buenos días Javierita   Javiera: Hola Lulu, como siempre es bueno poder verte y también oír las bellas historias de la Biblia.   Ardillita: Hoy vamos a aprender de la vida de un hombre muy fuerte, que se llamaba Sansón.   Javiera: Ala, entonces tenías brazos muy musculosos, seguro que iba al gimnasio.   Ardillita: jajaja esta Javierita y su imaginación. Bueno su fuerza extraordinaria, no provenía de levantar pesas en un gimnasio. Sansón era un hombre muy especial. Desde antes de nacer, ya Dios lo había escogido para una misión.   Javiera: Para una misión, y de que se trataba Lulu cuéntame.   Ardillita: Sansón sería un Juez en Israel   Javiera: Ahhh, un líder, un libertador o podríamos llamarle súper héroe   Ardillita: jajaja, algo así. Dios les dios instrucciones específicas a los Padres de Sansón: no debían de cortarle el pelo de su cabeza, y sólo podía comer y beber, lo que Dios les mandaba, y los Padres así lo hicieron.   Javiera: De verdad que Dios fue especifico con la vida de Sansón   Ardillita: Sansón creció sano y muy fuerte. Y empezó a usar su fuerza para ayudar a su pueblo. Al ser un adulto, comenzó a dejar de obedecer a sus padres y también no trató de agradar a Dios.