Escritura
1Sa 18:6 Aconteció que cuando volvían ellos, cuando David volvió de matar al filisteo, salieron las mujeres de todas las ciudades de Israel cantando y danzando, para recibir al rey Saúl, con panderos, con cánticos de alegría y con instrumentos de música. 1Sa 18:7 Y cantaban las mujeres que danzaban, y decían: Saúl hirió a sus miles, Y David a sus diez miles. 1Sa 18:8 Y se enojó Saúl en gran manera, y le desagradó este dicho, y dijo: A David dieron diez miles, y a mí miles; no le falta más que el reino. 1Sa 18:9 Y desde aquel día Saúl no miró con buenos ojos a David.
Todas las personas de una u otra manera hemos experimentado situaciones en las que fuimos mal interpretados o malentendidos. En la Biblia tenemos un ejemplo de un mal interprete, leamos en el primer libro de Samuel 18:6-9 Era una costumbre que mujeres y niños salieran a recibir a amigos o familiares que se habían ausentado por mucho tiempo en un viaje o de su regreso victorioso, al ganar una guerra. La gente salía a festejar con danza, música y honores. Durante el festejo de la victoria de Israel ante los Filisteos, las mujeres judías cometieron una grande indiscreción, al alabar al súbdito a expensas de su soberano. Esto fue notorio y molesto para el rey Saúl, quien inmediatamente su corazón se llenó de celo y de un odio maligno. Antes de continuar, preguntemos: ¿Lo que hizo David en el campo de batalla, lo hizo pensando en destronar a Saúl? ¿La reacción de aquella muchedumbre, al regreso victorioso del ejército de Israel, era algo trabajado y planificado por David antes de la batalla? Según la historia, sabemos que David nunca pensó ni actuó así. El problema era que el mismo rey no quería creer o aceptar, que las Palabras de Dios son seguras, que se van a cumplir cabalmente, tal a como han sido dadas. El rey había sido advertido por el profeta Samuel que Jehová le quitaría el reino y se lo daría a uno mejor que él, a causa de sus desobediencias...