Est 4:6 Hatac fue hasta la plaza de la ciudad, que estaba frente a la entrada del palacio, y allí le preguntó a Mardoqueo Est 4:7 qué le pasaba. Mardoqueo le dijo que Amán había prometido entregar mucho dinero a la tesorería del rey, a cambio de la destrucción de los judíos. Est 4:8 Además, le dio una copia del documento publicado en Susa, en el cual se ordenaba la destrucción de los judíos, y le pidió que se lo mostrara a Ester y le explicara todo. Mardoqueo también le pidió que le dijera a Ester que fuera a ver al rey y le suplicara no destruir a su pueblo. Est 4:9 Hatac fue y le dijo a Ester todo lo que Mardoqueo le había dicho. Est 4:10 Ella a su vez le dio este mensaje para Mardoqueo: Est 4:11 «Hace ya treinta días que el rey no me llama. Todos los sirvientes del rey y los habitantes de este país saben que nadie puede presentarse ante el rey sin ser llamado, pues eso se castiga con la muerte. Esa persona es perdonada sólo si el rey la señala con su cetro de oro». Est 4:12 Cuando Mardoqueo recibió el mensaje de Ester, Est 4:13 le mandó esta respuesta: «No te vas a salvar sólo porque estás en el palacio. Est 4:14 Si no te atreves a hablar en momentos como éste, la liberación de los judíos vendrá de otra parte, pero tú y toda tu familia morirán. Yo creo que has llegado a ser reina para ayudar a tu pueblo en este momento». Est 4:15 Entonces Ester le mandó esta respuesta a Mardoqueo: Est 4:16 «Reúne a todos los judíos que se encuentren en Susa, y ayunen por mí, no coman ni beban durante tres días. También mis sirvientas y yo ayunaremos. Después de eso, me presentaré ante el rey, aunque la ley no lo permita. ¡Y si tengo que morir, moriré!» Est 4:17 Mardoqueo fue y cumplió con todo lo que Ester le había ordenado.

Es fácil darse cuenta, que alguien tiene que hacer algo, en determina situación o necesidad. Pero es difícil pensar, que ese alguien, puedo ser yo.   Es más fácil ver o identificar las necesidades de nuestro entorno, pero un tanto difícil hacer algo para solucionarlas o satisfacerlas.   En las iglesias hay miembros que son buenos identificando las necesidades que hay dentro de ella, pero no necesariamente, estarán dispuestos a involucrarse en darles soluciones.   Casi siempre se dice: “que alguien haga algo, pero muy poco se piensa, que tal vez, ese «alguien», puedes ser tú.   Les invitos a leamos en el libro de Ester 4:6-17, TLA Aman era un hombre malvado, enemigo de los judíos, había prometido dar cuantiosa cantidad de dinero a cambio de destruir a cada judío que existiera.   Una vez que logro conseguir el decreto del monarca persa para para llevar a cabo su plan, hizo pública, la real autorización y Mardoqueo al darse cuenta de esta noticia, al igual que el resto del pueblo, se afligió mucho, y es en medio de situaciones como esta, es donde surge la necesidad de que «alguien» tiene que hacer algo...